- Dile al General Davidson que solicito una reunión para hoy mismo con el General Alfa y el coronel de Alemania, los quiero en la sala en una hora - Antes de que la mujer diga algo me doy la vuelta y me encamino al edificio donde cada coronel y teniente tiene un cuarto, abro la puerta de mi habitación y voy directo al baño abro la ducha y entro con todo y ropa.
El agua está congelada pero me gusta, alguien toca la puerta, pero no quiero hablar con nadie así que lo ignoro, empiezo a sacar mi ropa, después de estar completamente limpia , salgo me miro en el espejo y mis ojos están tan pequeños e hinchados que no se notan, mi nariz completamente roja, me veo fatal , decido buscar mi uniforme militar que consta de una camisa negra , un camuflado negro con gris y mis botas militares, me aplico un poco de maquillaje para que nadie se dé cuenta de mi estado, me aplico loción, busco mi móvil veo la hora y me doy cuenta que son las dos de la tarde, salgo del cuarto y me dirijo al restaurante, mi estómago necesita ser alimentado.
Entro al lugar y solo se encuentran unos cuantos cadetes y tenientes.
- Buenas tardes – le digo a la señora que atiende el lugar – me podría dar el almuerzo del día.
- En un momento sale coronel – le sonrió y busco una mesa, saco mi móvil para ver lo mensajes que me han enviado y en ese momento alguien interrumpe mi tranquilidad.
- Así que es verdad que volviste – alzo mi mirada y me encuentro con los ojos azules de la teniente Sophia Grant, su cabello castaño hasta los hombros, tiene un cuerpo de infarto sus senos bien levantados y unos glúteos de envidia, ella hace parte de mi grupo escaso de amigas.
- Ya era hora de volver teniente – Se sienta a mi lado.
- Me alegra verte bien y ese cambio de look te queda de puta madre – voy a responder cuando llega una chica con mi almuerzo, le doy las gracias y se va.
- Carajo con tus halagos Sophia – Soltamos una risotada.
- Pues que te digo amiga – echamos a reír nuevamente.
– ¿Cómo has estado estos meses sin mí? – le pregunto
- Una completa mierda, me imagino que ya sabes de los nuevos – asiento mientras devoro mi almuerzo – pues imagínate que nada más y nada menos me tocó a mí, darles un tour por el lugar y estar disponible las 24 horas del día para ellos, como si no tuviera más cosas que hacer y eso no es todo el tal Dante Arslan puede que esté muy bueno y todo pero es un completo imbécil, arrogante ashhh es que lo odio no sabes cuánto, si no fuera porque es un Coronel ya lo habría mandado a fritar espárragos – dice de corrido creo que ni respiro mientras me decía todo
- Eres una exagerada, no creo que sea más imbécil que los hombres que tenemos aquí.
- Ya veraz, Isa y cuando te des cuenta de eso no voy a escuchar tus malditas quejas ahora me voy porque tengo que entrenar una tropa – No espera respuesta se levanta y se va, me concentro en terminar mi almuerzo, cuando termino me encamino a la sala de juntas donde ya deben estar esperándome.
Y de verdad espero que todos ya estén allí, cuando estoy a unos metros de la puerta de la sala de juntas escucho que están hablando demasiado duro adentro, decido abrir y me encuentro con el coronel Arslan parado frente Ethan reclamándole algo, nadie se ha dado cuenta de mi presencia así que decido hablar.
- ¿Y ahora que paso? – Todos se giran hacia mí y el coronel Arslan me mira con odio ¿Ahora que mierda le pico a este? aunque así se ve más atractivo, se me acerca quedando frente a mí.
- ¿Tu quien mierda te crees para matar a nuestra testigo? – Ahh con razón está destilando rabia – ¡Contesta niña!
Decido ignorarlo y pasar a su lado para dirigirme a mi lugar, Ethan me mira burlón, pero no dice nada y decide sentarse.
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ENTRE LUZ Y Oscuridad (CORRIGIENDO)
Novela JuvenilIsabela Rodríguez, una mujer de 26 años, coronel de la UFOEA, fue entrenada en la milicia desde los cuatro años por su padre el general William Rodríguez, quien la volvió una mujer fuerte e inquebrantable, pero como todo en la vida no puede ser colo...