Capitulo 56. Suspendida.

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Mi móvil empieza a vibrar, logrando despertarme.

- ¿Sí?

- ¿Te levante, Amore mio?

- ¿Franco? – Pregunto aun con voz adormilada.

- Ya tengo lo que pediste ¿Dónde nos vemos?

- ¿Te gustaría tomar un café en un pueblo?

- Contigo lo que sea.

- Bien estoy en Jackson Head

- En una hora estaré allí

- Ok – cuelgo la llamada y me percato de que ya es medio día. Retiro mi ropa y me doy una ducha. Al salir me miro en el espejo y me doy cuenta del morado que cubre mi mejilla derecha, la pequeña fisura de mi labio y por último el rasguño de mi brazo, me desinfecto y vuelvo a vendarme el brazo.

Con maquillaje trato de tapar el morado de mi mejilla. Salgo del baño y como no puedo colocarme la misma ropa de ayer debido a que esta manchada de sangre y ropa, voy al closet de la habitación el cual está lleno de ropa, es algo grande para mí, pero logro encontrar una sudadera gris, recojo mi cabello en una trenza y coloco los mismos zapatos con lo que llegue. Salgo de la casa y camino un poco por el lugar. Al llegar al centro del pueblo ingreso a un restaurante.

- Buenas tardes ¿Qué desea? – me pregunta con amabilidad un chico de unos veinte años.

- Por el momento un jugo de maracuyá – Asiente y se va, cuando me lo trae me sonríe coquetamente.

- Disculpa ¿Eres nueva en el lugar? – Pregunta y sus mejillas se sonrojan

- Si – Me sonríe y se va. Le envió un mensaje a Franco dándole la dirección de este lugar. Cuando voy a guardar el móvil recibo una llamada de Dante y la ignoro, no quiero hablar ahora con él. Seguida de esa una de Ethan y no contesto, insiste cuatro veces más y decido contestar.

- ¿Qué quieres? – Pregunto.

- ¿Dónde estás? – Gruñe

- No te importa.

- Isabela – advierte – Frederick ya me conto todo ¿Por qué mierda fuiste sola?

- No contestaste mis llamadas por estar follando con Emma – se queda callado – Debo colgar – aviso cuando veo a Franco entrar en el lugar, escucho suspiros de las mujeres que se encuentran cerca de mí y como no hacerlo si está más bueno que el chocolate.

- Amore mio – Saluda y besa mi frente - ¿Tomando vacaciones? – Se sienta frente a mí, se queda observando mi rostro y su sonrisa cambia por una mirada de enfado.

- ¿Quién te hizo eso? – Gruñe furioso

- Gajes del oficio.

- ¡Isabela! – advierte

- Anoche trataron de robarme – Miento – pero ellos salieron peor que yo.

- Eres pésima mintiendo – Regaña – ¿Quién fue?

- No miento Franco – le brindo una mirada cálida - ¿Qué encontraste? – pregunto cambiando el tema. Asiente sin hacer mas preguntas y me entrega el anillo que dejaron en mi departamento.

- No fue para nada fácil encontrar información del anillo, Isabela – Me mira – Es único en el mundo y le pertenecía a Alessia Bianchi ¿Sabes quién es verdad? – interroga y asiento – Es claro que Bianchi quería que supieras a quien pertenecía.

- Ya sabía de quien era, solo quería confirmarlo – Tenia la sospecha de que la vida que me anda cobrando era la de su esposa, lo que no entiendo es por qué me la cobra a mí, si la persona que mato a su esposa fue el Boss, o demonio. La vida se la debería cobrar a ellos no a mí.

ENTRE LUZ Y Oscuridad (CORRIGIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora