ENTRE LUZ Y Oscuridad (CORRIGIENDO)

Capitulo 10: CHOCOLATE - MENTA

Este capítulo, tiene escenas +18, si no te gusta, por favor no leas.

Golpeo la puerta cinco veces, espero y después de unos minutos, se escucha ruido adentro, siento la mirada de Dante sobre mi espalda, pero no me atrevo a mirarlo, no quiero.

Tú nunca has sido cobarde. Me recuerda mi subconsciente y no, nunca lo he sido, no entiendo que me pasó con él.

La puerta se abre y me deja ver a una chica morena.

- Volviste – se tira encima de mí – pensamos que no volverías – Solloza y le devuelvo el abrazo.

- Claro que volvería por ustedes – les digo a todas – Ahora vamos a salir de aquí.

Todas empiezan a caminar junto conmigo – Cuando ven a Dante, se quedan paradas y puedo ver el miedo en algunas – Él es amigo mío – Les miento – El también ayudará para que ustedes vuelvan a casa.

Todas me siguen mientras salimos, cuando llegamos a la escalera, subo primero y ellas lo hacen detrás, el capitán Alec Clark llega en mi ayuda.

- Sigan con él –les digo – Llévalas por detrás de la casa, hay están Harris y Fisher.

Comienzo a caminar rumbo al cuarto donde deje a la chica, entro y voy directo al closet, cuando abro la puerta de este la encuentro envuelta en la sabana sollozando.

- Vamos es hora de volver a casa – la ayudó a levantarse y caminamos al punto de encuentro, cuando salimos de la casa, hay unos 18 cuerpos inertes en el suelo.

Caminamos hasta el camión y la misma chica que me dijo que su madre trabajaba con nosotros sale a su encuentro, la abraza y ambas se ponen a llorar mientras se dan palabras de aliento, me alejo de ellas.

- ¿Qué hiciste con el hombre? – Le preguntó a Dante.

- Esta con Laingen y Cross, lo llevaremos en el baúl del auto.

Asiento y me dirijo al auto, Ahí ya están todos a excepción de Fisher y Harris, el cual a este último no he visto.

- ¿Dónde está Fisher? – Pregunto a Sophia.

- Dijo que iría a orinar hace unos 5 minutos – Asiento.

Esperamos a que todas las chicas suban al camión y volvemos a la base militar. Cuando bajamos del auto hay muchos militares, los cuales nos aplauden y elogian.

- Necesito ropa para esas chicas – Le digo a la general de la base, pero ella no me presta atención por estar viendo a Dante – ¡Ahora! – Les hace señas a unas tenientes y estas empiezan a correr – ¿Dónde está la enfermería?

Me pide seguirla por fin apartando los ojos de Dante, y antes de seguirla me dirijo a Daniel.

- Necesito que abordes al hombre que capturamos, sin que nadie se dé cuenta – ordeno – y suminístrale más droga, cuando lleguemos lo llevas al calabozo.

- Sí mi coronel – responde y se va, me volteo a la mujer.

- Sígame coronel – empezamos a caminar – quería felicitarla por su exitosa misión.

- Gracias, pero el trabajo fue de todos.

Entramos a la enfermería

- Ahora mismo llamo a la enfermera para que la ayude.

- No, yo lo hago sola – me mira con intriga – déjeme sola y gracias.

- Para eso estamos – Se despide y sale dejándome sola.