Capitulo 4: TORTURA

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- ¿Por qué no me dijiste lo de Colombia?

- No lo creí necesario Isabela.

- Pues yo si lo veo necesario, pude poner en riesgo a todos Ethan no lo entiendes o te lo explico a golpes – Enfurezco, entro a mi oficina y Ethan me sigue, tirando la puerta, me volteo a mirarlo y su cara esta roja, está furioso al igual que yo.

- Claro que lo entiendo, pero ponte a pensar ¿Por qué mierda ellos sabrían quién eres? nadie que no pertenezca a las dos centrales sabe de nosotros y los que sabían quiénes somos ya están muertos o encerrados sin acceso a visitas o llamadas, tienes que relajarte no siempre todo gira entorno a ti – Suelta con rabia y odio que él tenga razón.

- llévame con la mujer – Cambio el tema, por que si seguimos con esto terminaremos en golpes.

- Vamos – Sigo a Ethan, salimos del edificio y pasamos por las canchas de entrenamiento y los edificios de seguridad.

Seguimos caminando y llegamos a la entrada subterránea del comando, ingresamos al ascensor y Ethan coloca el piso -A1, que es donde están los capturados pendientes de declaración y luego son trasladados a las cárceles de la UFEOA o a las del estado, al abrirse las puertas nos dirigimos a los calabozos.

Ethan nunca ha estado muy de acuerdo con lo que hago en los momentos de tortura, según él me convierto en otra persona, incluso una vez me dijo que le daba escalofríos mi manera de actuar tan sádica, pero que puedo hacer me gusta y lo más importante hace parte de mi trabajo.

- Espera aquí, le diré a un guardia que traiga a la mujer, su nombre es Fernanda Méndez –Me entrega una carpeta con toda la información de la mujer.

- Si señor – Sale y me deja en el pequeño cuarto en el cual solo hay una camilla a su lado una pequeña mesita con ruedas y un closet de metal donde se guardan un sinfín de cosas para torturar y por supuesto las cadenas que cuelgan del techo esas son mis favoritas.

Empiezo a leer el expediente de la mujer, nacionalidad colombiana, 40 años, la han arrestado 5 veces por robo, estuvo tres años en la cárcel por narcotráfico de drogas, y por supuesto ya está anexado el arresto por trata de blancas, secuestra y vende a niñas y eso es algo que odio y aborrezco en las personas. Levanto la mirada de la carpeta al momento que la puerta se abre y me permite ver a dos cadetes que llevan encadenada a la mujer la cual lleva la cabeza gacha creo está drogada.

- Buenos días mi coronel.

- Déjenla encadenada ahí– Les señalo las cadenas del techo y piso, ellos se miran entres sí, pero al final lo hacen.

- Mi coronel la mujer esta dopada ya que desde que la trajeron a tratado de matarse ella misma, con un poco de agua despertara – me dice uno de los cadetes.

- Bien – terminan de sujetarla a las cadenas – pueden retirarse – ellos asienten y salen de la habitación.

Me acerco al closet y saco una bata azul, son las típicas de hospitales, la coloco encima de mi vestido, me acerco a la mujer y le propino un puño en la parte izquierda de su rostro, ella ni se mueve le propino uno más fuerte y nada ¿Qué droga le metieron? Me acerco al closet nuevamente y empiezo a buscar algo que me pueda ayudar, al fondo de este veo un Taser, sonrió para mis adentros, le coloco el primer voltaje, en el estado que se encuentra la mujer le hará cosquillas, me acerco a ella y lo coloco en sus costillas lo activo y de manera inmediata la mujer abre sus ojos, lo retiro y le sonrió, ella solo trata de abrir sus ojos me supongo que está tratando de acostumbrase a la luz del cuarto.

- Hasta que por despierta Fernanda, mi nombre es Nix – claro no el real, este nombre siempre me ha gustado por su significado que es "Diosa de la noche" siempre debemos tener un nombre de respaldo para estas ocasiones, aunque yo lo he usado para muchas otras cosas que no es momento de recordar.

ENTRE LUZ Y Oscuridad (CORRIGIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora