Isabela Rodríguez, una mujer de 26 años, coronel de la UFOEA, fue entrenada en la milicia desde los cuatro años por su padre el general William Rodríguez, quien la volvió una mujer fuerte e inquebrantable, pero como todo en la vida no puede ser colo...
La UFOEA como toda entidad legal y militar, maneja protección a testigos, tanto como para el capturado como su familia, y esto muy rara vez se otorga ya que los delincuentes con los que trabajamos no son ningunos santos, todos han cometido actos atroces donde la ley los castiga con muerte.
Vuelvo al mismo restaurante de anoche y pido algo suave para almorzar, cuando estoy por terminar mi móvil suena con una notificación de mi corre, es la información que le pedí a Ethan, leo y analizo absolutamente todo, desde el día en que nació Tomás hasta el día de hoy, pero no hay nada extraño, sus ingresos en las miles de cuentas que maneja son de sus hoteles y acciones, todo es legal, sus viajes son netamente de negocios, parece ser un buen empresario.
Cuando voy a guardar el móvil Ethan, me llama.
- El hombre está totalmente limpio – Comenta apenas contesto –. Aun así, tienes que tener cuidado, el que está limpio no significa que sea del todo bueno.
- Lo sé, no te preocupes.
- ¿Qué estás haciendo?
- Almorzando frente al Club, en el día es completamente solitario – Tomo un poco de vino blanco - Me iré y volveré en la noche.
- Espero el reporte coronel– dice y cuelga la llamada.
Salgo del restaurante y voy a recorrer el mismo parque Shorski, en el que pase tanto tiempo con papá, ha pasado mucho tiempo, y a pesar de que ya se quien lo mato, la herida sigue abierta, aun duele y creo que siempre dolerá, William Rodríguez, era un excelente padre, desempeño un increíble papel de madre, amigo y general, siempre fue bueno, para él no había nada más importante que su familia.
Las personas que pasan por mi lado, sonríen, charlan y hasta se besan, se ven tan felices y completos. Como si la vida fuera perfecta y tal vez lo sea, después de todo cuando corría en este parque con mi padre estoy segura que también me veía así.
Aquí también conocí a la persona que cambio mi vida, el único hombre que logro sacar una sonrisa verdadera de mí, lo dejé entrar como un huracán a mi vida, a mi corazón y mi alma. Aún recuerdo que la primera vez que lo vi lo choque cuando trotaba y me regalo una sonrisa hermosa que mojo mis bragas, seguí mi camino y cuando llegue al hotel que me hospedaba el maldito papichulo también se hospedaba allí, nos conocimos y pasamos dos meses inolvidables de tal manera que el quedo marcado en mi cuerpo, y estoy segura que yo quede marcada en el suyo.
La última noche que pase con él, lo disfrute mucho. Nos quedamos dormidos en su cama, me desperté sin hacer ruido, me senté por horas y lo observe completamente, grabe en mi cabeza los pocos tatuajes que tenía su cuerpo, sus largas pestañas, su cabello castaño claro despeinado, y su pecho descubierto, el mismo que yo había besado y acariciado tantas veces, aun estando dormido no dejaba de verse demandante, elegante y poderoso. Me gustaba todo, completamente todo de él, no necesité años para enamorarme y amarlo, lo hice en dos meses, donde me llevo a conocer lugares increíbles, donde me enseño lo mejor del sexo, me dio momentos inolvidables y cuando me observaba con esos ojos grises me derretía completamente, me miraba como si yo fuera única. Cuando estaba amaneciendo me vestí, le di un beso en la frente y salí del cuarto en el que pase las mejores noches y tardes de mi vida, ese mismo día aborde un Jet junto a mi padre y volvimos a Miami.
📚🖤🔫🎖️👮
Horas después decido volver al restaurante, la misma chica de anoche me atiende, pido una lasaña, el club aún no ha abierto, pero en ese momento llega un Lamborghini Sián totalmente negro, detrás de este llegan tres camionetas negras, de la primera se bajan tres hombres con armas, la puerta del piloto del Lamborghini se abre y se baja un hombre moreno, detallo sus rasgos e inmediatamente se quién es «Cuervo»
Mira a todos lados y entra al Club, de la segunda camioneta se bajan unas mujeres realmente hermosas, la mayoría son rubias, altas y delgadas, van vestidas con ropa muy reveladora, creo que son las chicas que trabajan en el lugar, de la última camioneta se bajan tres hombres y una mujer, todos están vestidos con trajes muy elegantes. La mayoría ingresa al club a excepción de dos que se quedan en la puerta.
Me quedo esperando a que salgan, pero no ocurre, el restaurante ya va a cerrar así que decido volver al hotel, espero que pase algún taxi, pero en ese momento la puerta se abre y sale una de las chicas que bajaron de la camioneta, saca una cajetilla de cigarrillos y enciende uno.
Saco la cajetilla de cigarrillos de mi bolso y me acerco a ella.
- Disculpa – Digo con voz suave – ¿me podrías regalar fuego?
- Claro muñeca – responde ella, mientras me da su encendedor
- Gracias – Se lo devuelvo.
- ¿De dónde eres? – Pregunta mirándome de pies a cabeza.
- Colombia, mi nombre es Nix.
- Elena – me tiende su mano.
- ¿Y que hace una mujer tan bella como tú aquí? – Pregunta con coquetería.
- Hace poco llegue a Rusia y busco trabajo, soy bailarina – Aclaro, cuando vuelve a pasar su vista por mi cuerpo – me dijeron que esta es la mejor zona de Moscú para buscar trabajo, pero no he tenido suerte – Hago en puchero.
- Quítate ese gabán.
- ¿Que?
Bota su cigarrillo y se acerca a mí quitándome el gabán, el frio de la noche cala mi piel, me hace dar una vuelta y concentra sus ojos en mi tarsero, senos y piernas.
- Tengo un puesto libre ¿Te animas?
- Claro Elena - Me entrega una tarjeta.
- Llámame mañana en la tarde y te hare una entrevista.
- ¡Eres mi ángel! – Digo – Gracias.
- Aun no agradezcas, necesito ver que sabes hacer con ese cuerpo - Deja un beso en mis labios y entra al Club.
«Eso fue fácil»
Espero un taxi y vuelvo al hotel, no tengo sueño así que al subir al ascensor marco la suite presidencial, donde se está quedando Tomás. Al salir del ascensor, golpeo la puerta de la Suite, pero nadie abre, intento una segunda vez y no obtengo respuesta, me doy la vuelta y vuelvo a mi departamento.
Coloco un poco de música, me quito la ropa, busco la caja de cigarrillos enciendo uno y me voy al balcón, el frio de la noche me hace temblar unos segundos, pero me acostumbro con rapidez. Desde aquí la ciudad de Moscú se ve increíble, disfruto de las luces nocturnas, mientras repaso una y otra vez que debo infiltrarme en la boca del lobo y si doy un paso en falso estaré en serios problemas y más estando en país enemigo, cuando estoy terminando mi cigarrillo, escucho la puerta busco una bata y cubro mi desnudes, solo hay una persona que puedo golpear mi puerta a esta hora y ese es Tomás.
Abro la puerta y me llevo una gran sorpresa al ver que no es Tomás.
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