Isabela Rodríguez, una mujer de 26 años, coronel de la UFOEA, fue entrenada en la milicia desde los cuatro años por su padre el general William Rodríguez, quien la volvió una mujer fuerte e inquebrantable, pero como todo en la vida no puede ser colo...
Disparo al sexto hombre el día de hoy, de un momento a otro empezaron a salir hombres del bosque, y otros de la mansión. La coronel tenía razón al decir que debían estar debajo de nosotros, llego a la mansión y me encuentro con balazos de un lado a otro, los soldados se defienden con todo lo que tienen, y los hombres de cuervo arremeten contra nosotros.
- ¿coronel? – Pregunto por el auricular, hace más de media hora que no recibo sus órdenes - ¿coronel? – repito.
- La última vez que la vi fue en la mansión, segundo piso – Me reporta Daniel – Ya voy para allá.
- ¿Novedades? – pregunta el capitán Alec, quien es el segundo al mando.
La mayoría se reporta, menos Isa. Ingreso a la mansión subo directamente al segundo piso, encontrándome con el capitán Daniel Cross.
- La última vez que la vi, estaba ingresando ahí – me señala una apertura en la pared.
- Vamos por ella.
Bajamos una escalera y nos encontramos con dos pasillos.
- Izquierda - Digo y empiezo a caminar por el largo pasillo, camino por varios minutos y encuentro una enorme puerta de metal, a mano derecha tiene detector de huella.
«Mierda»
Escucho unos pasos detrás de mí, me giro de golpe apuntando lista para disparar, pero bajo mi arma cuando veo el rostro del capitán Fisher.
- ¡Casi te mato! – Le grito – Menos mal llegaste celebrito abre esta puerta.
- Como ordene mi capitán – Responde con voz burlona.
Sé que Alexander es uno de los mejores en lo que a tecnología se refiere así que llego en el momento exacto, se acerca al lector y empieza a trabajar.
- ¿Qué había en el otro pasillo? – Inquiero.
- Solo partes de cuerpos regadas por todos lados - No respondo ante eso - Listo.
Abre la enorme puerta, encontrándonos con un pasillo.
- Estoy harta de estos pasillos – Me quejo
- Creo que los drones no detectaron nada porque todo es subterráneo – Dice Alexander.
- Eso es obvio – Me jacto de su comentario estúpido, si lo que quiere es hacer conversación pues se va a joder, por que aun no me agrada del todo.
Él va a responder, pero nos topamos con varias puertas, derribamos las primeras y lo único que encontramos son colchones y mugre, abro otra y me encuentro a dos chicas completamente desnudas, apenas me miran se pegan a la pared y empiezan a llorar.
- No las voy a lastimar, soy agente del gobierno – Les digo mientras me acerco a paso lento, para no asustarlas.
Me volteo para ver a Fisher y este nos está dando la espalda para no ver los cuerpos desnudos de las jóvenes.
- Mi nombre es Emma, déjenme sacarlas de aquí ¿sí?
Se miran entre sí, y unos segundos después asienten aferrándose a la oportunidad que les estoy brindando.
- Revisare las otras puertas – Informa Fisher.
- Vale.
Ayudo a las chicas a levantarse del piso, me quito la chaqueta y camisa y se las entrego para que cubran su desnudes, por mi parte me quedo en mi top militar.
- ¿Saben si hay más chicas aquí? - Niegan.
- Bien, las sacare de aquí.
Empezamos a caminar a la salida y me encuentro con Fisher que tiene a ocho jóvenes detrás de él, todos van medio desnudos.
- ¿Revisaste todas las puertas? – Pregunto
- Si, solo están ellos – Mira a los jóvenes - Pero... Hay una puerta que aun no abro.
- ¿Cual? – Me señala otra gran puerta como la primera que él abrió – Ábrela – Ordeno
Asiente y se acerca a la puerta, haciendo su trabajo.
- Ustedes, vengan todos aquí – Les ordeno a todos los chicos – Van a ingresar a esa puerta – Les señalo el cuarto donde estaban las chicas desnudas – No salgan hasta que yo venga por ustedes.
Hacen lo que les ordeno y cierro la puerta, me acerco a Fisher unos 10 minutos después logra abrirla y sorpresa otro maldito pasillo.
- Quédate con ellos – Le digo – Sácalos de aquí yo avanzare.
- Bien.
Empiezo a caminar por el pasillo y creo que llevo unos ocho minutos caminando, me topo con una puerta de seguridad. Estas puertas solo se pueden abrir desde adentro, me acerco y trato de darle vuelta a la enorme rueda que la cubre, es muy pesada, pero logro abrirla la empujo con todas mis fuerzas y la luz llega a mis ojos.
Una maldita salida, por aquí debieron salir los hombres que nos atacaron em el bosque, camino un poco por los enormes árboles y me encuentro con una pequeña pista de aterrizaje.
«Maldita sea, que no sea lo que estoy pensando»
Verifico que ya sirva el auricular y hablo.
- ¿Daniel encontraste a isa?
- No capitán.
El corazón me empieza a latir frenéticamente.
- ¡Sophia! ¿Viste despegar un helicóptero o un jet?
- Si – Responde – Yo trate de comunicarme con ustedes, pero no había señal.
- ¡Se la llevaron! – Aseguro - ¡Se la llevaron! – Grito.
- Sophia acerca el barco a la isla, espéranos en el lado norte – Ordena Alec, con voz calmada.
«El general Davidson, nos matara»
Empiezo a caminar al lado norte de la isla y cuando llego veo a todos con cara de tragedia, angustia y preocupación.
- Ethan nos matara – Me dice Sophia con los ojos vidriosos.
- Yo se lo diré – Le digo – Dame tu teléfono.
Me alejo de todos y llamo a nuestro querido general Davidson.
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