Capitulo 50. Grabación

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Narra Dante

Empiezo a caminar al parking, si me quedo un minuto más delante de esa fiera no podre resistir y la follare en el campo de entrenamiento. Aun no sé por qué el general me pidió que le diera un castigo acorde a su rango, solo sé que lo que sea que haya hecho debió molestar mucho al general. Me subo a mi moto y me largo a mi departamento.

Cuando llego al estacionamiento del edificio veo la camioneta en la que se traslada Isabela. Se bajan los dos idiotas que están detrás de ella todo el maldito día y abren la puerta trasera, pero nadie baja. Me acerco a ellos. Uno de ellos ingresa su cuerpo a la parte trasera y saca a Isabela completamente dormida en sus brazos, eso me llena de rabia y camino a paso firme a ellos.

- ¡Dámela! – ordeno.

- coronel, no pue...

No lo dejo terminar y le arrebato a Isabela de los brazos, empiezo a caminar al ascensor y los dos idiotas me siguen, nadie habla y eso me agrada. Al llegar al piso abro mi puerta y la cierro de inmediato. Llevo a isabela a mi cuarto y la acuesto, le quito los zapatos y el uniforme de la UFOEA que está lleno de lodo, y aun así no despierta «Tiene el sueño muy pesado» le coloco una de mis camisas, voy al baño y me quito mi ropa.

Vuelvo a la cama y me acuesto a su lado, huelo su cabello y tiene ese aroma a chocolate que tanto me gusta. Parezco un maldito demente, pero con ella ya nada me sorprende. Es la primera mujer que tiene los cojones de ponerme en mi lugar, la que deseo cada minuto de mi maldita existencia.

A mi mente viene el imbécil de Rusia, Isabela cree que soy idiota y no me iba a dar cuenta que andaba con el dueño del hotel. El día que me dejo inconsciente en el cuarto del hotel lo busqué y le di la paliza de su vida.

Acaricio su rostro de manera suave, delineo cada parte de su angelical rostro cierro mis ojos y caigo dormido.

📚🖤🔫🎖️👮

Me levanto temprano y me encuentro con ese rostro que me tiene loco, su cuerpo esta descubierto y la camisa está levantada dejándome ver sus hermosas piernas.

Me subo encima de ella. Retiro su tanga y aun así no se despierta, solo se remueve en la cama. Beso su rostro con suavidad, permitiéndome disfrutar del momento, con una de mis manos restriego la punta de mi polla en su intimidad y la escucho gemir.

Ella me convierte en un maldito adicto. Sé que me hará daño, pero aun así no puedo evitar consumirla.

- ¿Me deseas? – susurro

- ¿Dante? – pregunta y abre uno de sus ojos.

- Si, pequeña – Me entierro en ella de manera lenta, está completamente mojada – Aun estando dormida tu cuerpo exige mi presencia, Isabela.

- ¿Qué hago aquí? - pregunta mirando mi cuarto

- Que no es evidente, preciosa – acelero mis movimientos y ella gime mi nombre, no sabe cómo me excita que lo diga.

- Ma...más rápido – ordena y así lo hago, me entierro en ella con todas mis fuerzas mientras mis testículos chocan con su trasero, arquea su espalda y nos dejamos ir al mismo tiempo

- Buenos días, fierita – Salud – En una hora partiremos rumbo a Alemania.

- Lo sé – responde y se levanta. Busca su ropa y sale del departamento. escucho que habla con alguien y reconozco la voz de uno de los guardaespaldas. El muy imbécil debió estar toda la noche vigilando la puerta.

Me meto a la ducha y preparo todo, tengo algo preparado para Isabela. No me considero alguien cursi nunca lo he sido y no sé cómo serlo, pero se me metió la idea a la cabeza y sé que si no lo hago me volveré loco. Salgo de mi departamento y busco a Isabela, ella sale sin los idiotas. Vamos al aeropuerto y abordamos el Jet que tenemos preparado para estos viajes.

ENTRE LUZ Y Oscuridad (CORRIGIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora