Una vez solos en el ascensor, Erizo lo miró a los ojos y se puso a recordar cuando él la llevaba en brazos hacia su cabaña con una herida en la rodilla y una más grande en el corazón.
(Yo pensé que todo se terminaba ahí. Y ahora no puedo creer estar siendo llevada nuevamente en brazos hacia nuestro lecho nupcial. ¡Ay por Dios! Esto parece un sueño. ¡Va a ser nuestra primera vez! ¡Siento que me late todo! )
Cuando llegaron al piso correspondiente, Erizo, aún en brazos de Max, sacó la llave y abrió la puerta de la habitación.
Era la suite nupcial, lujosamente decorada y con una ambientación de luces maravillosa.
Max avanzó hacia la cama y acostó con mucha suavidad a Erizo sobre ella. Se quitó el saco del smoking, se sentó al borde y quedó mirando la belleza de Erizo acostada sobre el cubrecama rojo brilloso, y vestida de novia.
Empezó a acariciarle el cabello, luego el rostro, bajó hasta sus pechos y los acarició suavemente. Luego sus manos buscaron su vientre y más abajo. Erizo tenía unas ganas tremendas de que él acelerase las cosas metiendo su mano por debajo del vestido, pero no lo hizo.
Maxi la vio tan hermosa, que no pudo resistir acercar sus labios a los de ella y darle un beso muy suave que hizo que ella se derritiera. Tenía unas ganas terribles de abrazarlo y atacarlo allí mismo. Pero se contuvo.
Entonces Max se enderezó y sin dejar de mirarla a los ojos, empezó a sacarse el moño del smoking. Luego empezó a desabrocharse la camisa.
Erizo, con el corazón a mil, empezó a sacarse ansiosamente su vestido de novia, y lo tiró hacia un costado de la cama, quedando pronto acostada con sólo una sensual ropa interior, y mirando a su novio con un toque de salvaje en la sonrisa.
Max, en cambio, se tomó el trabajo de colgar toda la ropa que se sacó, e incluso recogió el vestido de novia que Erizo había tirado, y también lo colgó prolijamente.
(¡Ay Max, no puedo más! ¡Estoy ardiendo, y tú te pones a colgar la ropa...! )
Max tenía puesto un boxer color rojo que le quedaba muy sensual y llamativo sobre su pelaje negro.
Se acostó junto a su novia, y empezó a acariciarla en la cara, el cuerpo, los pechos y luego la zona de la vulva, por encima de sus bragas.
La lentitud y suavidad de movimientos de Max la ponía más ansiosa y la excitaba aún más. Tenía muchas ganas de sacarle enérgicamente el boxer a su novio y saltar sobre él como una loba salvaje.
(¡Cálmate Erizo! Ya llegaste a lo que querías. Ya es tuyo y nadie te lo quitará. No te apresures. Deja que el descontrol lo arme él. )
Luego el muchacho dirigió sus labios hacia sus pechos, y Erizo arqueó su cuerpo hacia atrás para manipular el gancho del sostén, y se lo sacó apresuradamente. Su novio empezó a besarle uno de los pezones y con los dedos empezó a acariciar muy suavemente el otro.
Erizo tenía senos pequeños pero sentía muy intensamente cualquier roce de Max sobre ellos. Así que no pudo evitar gemir y suspirar por el tremendo calor que esto le provocaba.
Luego Max empezó a bajar muy lentamente con sus labios hacia su vientre besándolo en diferentes puntos, pero sin dirigirse directamente hacia la vulva.
De pronto el muchacho tomó con sus manos los extremos de las bragas y empezó a sacárselas, haciéndolo descender lentamente por las piernas de la chica.
(¡Ay, esto se viene! ¡Por favor Max! ¡No aguanto más! )
Max tomó ambas piernas de la chica y las separó con mucha ternura. Luego acercó su boca a la vagina de su novia y empezó a lamerla con excitante delicadeza.
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MI PRIMERA CITA CON MAX
RomanceSecuela del capítulo piloto. +18. Erizo, una adolescente que ha estado sumergida en el estudio y en los libros, en unas vacaciones conoce y se enamora apasionadamente de Max, un muchacho con una historia de pobreza y sufrimientos desde muy pequeño...