Tarjeta de compromiso

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Erizo relató a su padre la conversación que sostuvo con Max, acerca de su boda, y por qué se niega a casarse.

—Él dice que no quiere darme un marido lleno de deudas. Que quiere devolverte todo antes de casarse. 

—Sí. Varias veces cuando estábamos construyendo el restaurante, conversamos y él no cesaba de repetirme que me iba a devolver toda la plata, que por favor lo espere un poco, hasta que el restaurante empiece a dar ganancias.

—Le duele como una espina en el pecho estar endeudado contigo. Te ve como un prestamista.

—Y no sabe que yo lo veo como un hijo.  Que estoy tremendamente orgulloso de él y no me importa que no me devuelva nunca la inversión... 

 Hizo una pausa en la cual miró a los ojos a su hija, y completó la frase.

—... mientras su destino esté ligado al tuyo.  

—Ay, papá...—balbuceó Erizo sonriendo emocionada.

—No me interesa invertir en alguien que cuando solucione sus deudas, se quede con el restaurante y a nosotros nos descarte. Le toleraría que lo hiciera conmigo... pero no le perdonaría que lo hiciera contigo. 

—Max jamás haría eso. 

—Que vaya demostrándolo, entonces.

__________oOo__________

Cuando se reunieron a comer después de la hora de cierre, Erizo le transmitió a su amor lo que su padre opinaba.

—"Solo dile a ese cabezadura idealista, que no soy un prestamista.  Y que el compromiso que tiene que asumir no es con David Hedgehog...  sino con Erizo."

—¿Tu papá quiere que me case endeudado?

—Tú sabes que cuando pides un préstamo, te piden una garantía y te dan un plazo.  Mi papá no te pone plazos para devolver.  Sólo te pide la garantía.

—¿Qué pide de garantía?

 Erizo lo miró a los ojos.

—A tí.

El chico respiró profundo, y se recostó en el respaldo de la silla.  Al fin contestó:

—De acuerdo.

__________oOo__________

David escuchó que golpearon a la puerta de su estudio contable.

—Permiso.

—Ah... Hola, Irma.  Casualmente te estaba por presentarte papeles  para Impositiva.

—No vengo a hablar de eso.

 David levantó la cabeza de sus papeles y miró a su esposa.  Ésta extrajo un sobre de su cartera, se lo pasó a David diciendo, muy seria:

—Por favor, dime que esto es una broma de mi hija.

 David no sabía a qué se refería. Tomó el sobre,  extrajo la lujosa tarjeta que había dentro, y la leyó. A medida que la leía,  empezaba a sonreír, luego tuvo que taparse la boca para reprimir la risa pero no pudo. Terminó con una gran carcajada mientras su esposa se ponía más seria todavía.

"Maximiliano Murcia, (alias Max) suplente de básquet, tiene el orgullo de invitar a usted al evento deportivo en el cual anotará un triple en la canasta de Erizo Hedgehog, con el proyecto de formar parte del equipo titular".
Confirmar asistencia al 672828.

—Dime por favor ¿esto es una invitación real a una fiesta de compromiso... o es una broma de mi hija para hacerme renegar?

 David leyó la tarjeta una vez más y volvió a reír. Al fin le contestó:

MI PRIMERA CITA CON MAXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora