—Tu abuela nació y se crió en una comunidad de hippies. Eran gente muy... "progresista", sus ideales de vida eran la belleza, el amor y la felicidad por encima de todas las cosas. Tu abuela tenía mucha fe que, en los próximos años, el mundo se iba a reformar e iba a adoptar esos ideales. Sus padres le dieron solo la educación primaria básica, y le dejaron elegir si quería seguir con sus estudios, y ella dijo que no, porque buscaría la felicidad por otros caminos.
Se enamoró de un muchacho que pensaba como ella, y al poco tiempo nací yo. Aparentemente sus ideales no bastaban para pagar las cuentas, y menos cuando había que criar a una bebé. Ese muchacho, que era tu abuelo... empezó a beber. Trabajaba de vendedor pero frecuentemente se quedaba sin trabajo por su mal aspecto y por su vicio. Un día la ocasión lo ayudó y consiguió un trabajo medianamente estable que ayudó en la economía familiar. Pero no lo ayudó a él porque aunque no bebía mucho, se puso intolerante y violento. Me crié entre discusiones a gritos de mis padres. Cuando ellos empezaban a discutir yo me escapaba a la vereda, al patio, adentro del ropero, me metía en cualquier lugar para no verlos ni escucharlos. Pero igual escuchaba sus gritos...
Erizo estaba conmovida por esa historia trágica que era desconocida para ella. La madre continuó, usando las servilletas de cocina para secar sus lágrimas.
—Y un día vi que mi madre tenía un moretón en el ojo. Le pregunté y me dijo que se había caído. Y yo notaba que después de cada discusión, ella salía con nuevos moretones... o lastimada. Yo no quería creer que mi papá le pegaba a mi mamá. Mi papá no era malo conmigo. Mi papá parecía enojado todo el tiempo, pero sólo se contenía conmigo. Pero parece que con mi madre no se contenía, y era... era cada día peor.
Irma se interumpió porque el llanto y el doloroso recuerdo le quebraban la voz. Erizo nunca había visto a su madre llorar de esa manera. Cuando pudo recuperarse, continuó.
—Un día le pregunté a mi mamá que si papá la hacía sufrir tanto ¿por qué no lo abandonaba? Le dije que yo me iría con ella. Y me contestó que no tenía dónde irse ni podía conseguir trabajo, porque no tenía estudios. Y aunque tuviera la posibilidad de irse conmigo, no quería dejarme sin padre. Y sólo por eso aguantaba las golpizas. Nunca... nunca me olvidé de eso.
Irma se interrumpió nuevamente. Cerraba los ojos y bajaba la cabeza. Max se levantó de la mesa, le trajo de la cocina un vaso de agua. Ella bebió un sorbo, y agradeció diciendo:
—Gracias, hijito.
Puso el vaso sobre la mesa, y cuando se repuso un poco, continuó relatando.
—Cuando entré a la secundaria, mis padres peleaban menos pero mi mamá... ya no era la misma. Las tareas de la casa las hacía como un autómata, ya no se compraba ropa para ella, comía poco, y solía andar siempre despeinada y con la mirada perdida. Sólo a mí me sonreía de vez en cuando.
Irma se enjugó otra lágrima.
—Cuando terminé la secundaria no tuve muchas opciones de estudio porque nuestro pueblo no tenía universidad pública. Había que ir al pueblo vecino a estudiar y lo más accesible era contaduría, que eran sólo tres años.
Mi padre me consiguió una pieza barata para alquilar en ese pueblo, pero aún así, la tuve que compartir con una compañera para reducir gastos.
Cada tanto viajaba a mi pueblo y visitaba a mis padres, encontrando siempre el mismo panorama: mi padre cada vez más cerrado, y mi madre cada vez más desmejorada. Yo tenía la secreta esperanza de poder terminar mis estudios, conseguir un trabajo decente y poder rescatar a mi madre y traerla a vivir conmigo. Pero cuando iba por el segundo año de mi carrera, me comunicaron que mi madre falleció. Fue repentino, por un infarto. Pero yo sabía que dos décadas de maltrato la fueron secando. Tenía fuerzas para luchar y sonreír solo porque me tenía a mí a su lado. Y lamenté y odié ser dependiente todavía de mi papá.
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MI PRIMERA CITA CON MAX
RomansaSecuela del capítulo piloto. +18. Erizo, una adolescente que ha estado sumergida en el estudio y en los libros, en unas vacaciones conoce y se enamora apasionadamente de Max, un muchacho con una historia de pobreza y sufrimientos desde muy pequeño...