HABANA (Juliantina)

SÁLVATE HIJA MÍA

Lo primero que hizo Lauren en cuanto llegó a la estación fue mandar a llamar al oficial de más alto rango allí, a ella tampoco le agradaba la idea de aprovecharse del apellido de la familia Carvajal pero era eso o dejar que la turista se quedara más días en ese lugar. La gorda y Camila se quedaron fuera junto con Eloy, Leandro y otros amigos y compañeros de causa de la mulata pues a ellos no los dejaron entrar.

Al cabo de las cuatro horas el problema al menos para la turista estaba resuelto, pues Lauren a pesar de que explicó que la turista no era turista nada y que era sobrina o "hija" del embajador de Cuba en Venezuela, el oficial al mando tuvo que corroborar esa información y eso llevaba su proceso. La noticia fue a dar a los oídos del señor Leon Carvajal, ya que el mismo confirmó que efectivamente Valentina pertenecía a su familia, pensó que definitivamente tendría que viajar nuevamente a la Habana, su sobrina nunca le había dado ese tipo de problemas y solo ponía un pie en esa ciudad y ya estaba metida en líos, cuando le dijeron la causa de su arresto, le hizo recordar por un momento a su hermana Soledad, la que terminó como terminó por culpa del inconsciente de Leopoldo Achaga, el maldito Leopoldo Achaga.

  Un oficial escoltó a Lauren hasta los calabozos, entonces la chica no creyó lo que sus ojos veían, a la Valentina más tierna que alguna vez había visto, pues esta estaba acurrucada al cuerpo de la mulata o la mulata al de ella, da igual, la cosa es que Lauren nunca había visto a la turista así con una mujer. Valentina estaba despierta y le acariciaba los cabellos a la mulata con ternura mientras le dejaba tiernos besos en los hombros. Al ver a Lauren parada frente a ella dejó de hacer lo que estaba haciendo y saltó rápido del colchón para ir al encuentro con su amiga, la mulata que estaba dormida se despertó.

Valentina-que haces aquí?—Lauren la regañó con la mirada para luego echar un vistazo hacia donde estaba la mulata y alzarle una ceja a la turista
Lauren-yo?, qué haces tú aquí... turista?—Valentina rodó los ojos e iba a hablar pero Lauren continuó—sabes en el lío que te metiste?, sabes el trabajo que pasé para comunicarme con tío?, el está muy mole...—interrumpida por la turista que no quería que Juliana supiera de quien era familia en ese momento
Valentina-vas a seguir sermoneándome o nos vas a sacar de aquí de una maldita vez?—Lauren sonrió y el guardia abrió la puerta de la celda
Lauren-déjame disfrutar mi momento, para una vez que soy yo la que no está en problemas—ambas rieron y Valentina ya estando afuera se volteo buscando a Juliana pero el guardia a la mulata no le permitió salir, entonces quiso regresar hacia dentro de la celda pero Lauren la tomó del brazo—ella está en problemas piernas largas, lo intenté pero no funcionó—Valentina se soltó del agarre y se dirigió al oficial
Valentina-!Abra esa celda ahora mismo!—se estaba desesperando, la mulata se paró cerca de ella y con la mirada le transmitió que todo estaba bien, claro que no lo estaba pero no quería que su turista pasara un día más en ese lugar—!No y no!, no te voy a dejar sola aquí—Lauren no la reconocía y eso que solo la había visto por unos diez minuto, no se imaginaba que Valentina se encontraría según fueran pasando los días.

Policia-señorita será mejor que se vaya o la próxima falta de respeto nos va a importar una mierda de que sea hija de mami y papi—la mulata frunció el ceño, pero vio tan atormentada a la turista que entonces le dio la más mínima importancia al comentario del policía
Valentina-mulata resolveré esto, te voy a sacar de aquí, lo prometo cariño—decía al tiempo que le tomaba las manos a su mulatica y se las besaba, la mulata solo le agradeció con la mirada pues se había quedado en shock y no solo por tener que quedarse si no por la ultima palabra antes mencionada por la turista. Lauren no daba crédito a lo que veía, no entendía nada, le habían cambiado a su amiga.

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La turista a regañadientes tuvo que abandonar la estación de policía, volvería a utilizar su buen nombre para sacar a la mulata de ese lugar, pero para eso tenía que llegar primero a su apartamento, conseguir crédito para una llamada internacional y llamar a su tío para que solucionara el problema. No habló nada en todo el camino, fueron caminando ya que la estación era relativamente cerca del barrio. Al pasar por el frente de la casa de Juliana observó a la abuelita Nena asomada en la puerta, seguramente esperando a que su nietesita apareciera. Eso le rompió el corazón a la turista, quiso ir a explicarle pero Greta y Camila la detuvieron, eso no era cosa de ella. Se resignó momentáneamente y subió escaleras arriba para al fin poder hacer esa llamada y rezar porque el teléfono de Olguita tuviera servicio internacional.