HABANA (Juliantina)

THE GIRL FROM THE SEA 2.0

  Cuando estuvieron frente a frente, el primer instinto de Lauren fue írsele encima a Camila para arrebatarle esos papeles, a demás de que en ellos se encontraba la verdadera historia de su amiga, también estaban invertidas muchas horas de trabajos por su parte, más que horas años, pues era toda la investigación que Lauren había conseguido de su amiga y no tenía copias.

  Camila no permitió que Lauren se le acercará, estaba decepcionada, triste, incluso más de una lágrima asomaba en su rostro, pero estaba enfadada, muy enfadada
Lauren-dame eso Camila por favor—su voz era suplicante, tenía los ojos aguados. Camila carcajeó sin ganas y más lágrimas caían sobre sus mejillas—eso que sostienes en tus manos es el proyecto... trabajo más importante de mi vida, es la verdad de Valentina por f...—Camila encolerizó del todo
Camila-!Ahora si suplicas! !Pero hace un momento yo hice lo mismo y te importó una mierda!—Lauren le logró tomar las manos y comenzó a llorar. La bailarina apartó las manos de la periodista como con asco y señaló la grabadora—!Eso que tienes en tus manos también es el mayor proyecto de mi vida!—sollozó y se mordió la mano para acallarlos—mi mayor propósito y no solo el mío si no de él de todo un pueblo, también es la verdad de Juliana !Y tú la quieres delatar!
Lauren-!No! no haré eso, ese no era mi objetivo, dame eso Camila por favor
Camila-!No te creo! !Hace meses dijiste todo lo contrario! !Hace un rato dijiste lo contrario! !Que mierda te hace pensar que yo te voy a creer ahora?!—Lauren le volvió a agarrar las manos y se las colocó en su corazón para que sintiera como latía desesperado haciendo flaquear a Camila por un momento, solo un momento
Camila-es bueno saber que tu corazón late de miedo y no porque en realidad sientas algo por mi, yo... por ti... por ti hubiera escuchado tu versión, lo haría aunque eso implicara traicionar a mi amiga—Lauren la abrazó y ella se dejó, ambas estaban llorando sin poder evitarlo.

Lauren-perdón Camila soy una estúpida... deja que te cuente por favor, déjame convencerte de que Valentina no es como ellos, que solo fue una víctima más de la dictadura, deja que te explique—Camila rompió el abrazo y la miró directo a los ojos
Camila-porqué haría eso?, yo te pedí lo mismo y no lo aceptaste—Lauren agachó la cabeza, Camila tenía razón, no le suplicaría más y no por orgullo, si no porque le daría más motivos a pensar que era la más grande de las hipócritas. Ella sabía que la bailarina sentía algo por ella, pero sin duda que se lo dejara claro en su cara estaba siendo demasiado para ella, lamentaba el hecho de que Valentina y Juliana estuvieran en medio, si eso no fuera así estaba segura de que tendría una relación desde hacía mucho tiempo con Camila.

La bailarina se dirigió hacia la puerta que aún permanecía abierta. Lauren tembló, se jodió todo pensó., pues su amiga jamás le perdonaría de que por su culpa su relación con la mulata terminaría de la peor manera, que por su culpa su vida se volvería una mierda, tal y como era antes de que regresara a Cuba. No la iba a detener y acaba de tomar la decisión de que aunque Camila le mostrara las pruebas a Juliana ella no haría lo mismo, Camila le acababa de dar una enseñanza, esa de elegir al corazón antes que a la razón y aunque su corazón también estaba con Valentina, una gran parte le pertenecía a Camila, estuvo segura de que sí Juliana y Valentina estuvieran en la misma situación ninguna de las dos hubiera elegido a alguien más que no fuesen a ellas mismas por encima de cualquiera, justo como lo iba hacer Camila en cuanto descubrió las pruebas, Camila la había elegido a ella y ella a Valentina, por esa razón hiciera lo que hiciera la bailarina ella no iba a hacer lo mismo, era demasiado tarde, pero no lo haría con tal de que Camila la perdonara.

Para su sorpresa Camila no salió del apartamento si no que cerró la puerta. Camila la volvía a desarmar solo con actos. La bailarina caminó hacia ella y con su mano hizo que tomara asiento y ella así lo hizo, estaban sentadas una en frente de la otra, Camila puso sus codos sobre la mesa del centro y entrelazó sus manos para luego hablar
Camila-cuéntame—Lauren suspiró, era lo menos que debía hacer por la chica de la que se había enamorado y ya no le quedaba duda de eso
Lauren-ponte cómoda.