SE AMAN NO?

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El vuelo de Santiago de Cuba a la Habana era de aproximadamente dos horas, Valentina intentó hacer el viaje más entretenido al quererle meterle mano a Juliana en pleno vuelo, pero esta no se lo permitió, nunca se había montado en un avión y estaba muerta de miedo, entonces la turista cambió el chip y en vez de meterle mano la acarició y la reconfortó todo el viaje.

  Llegaron al barrio cerca de las nueve de la noche, la abuela Nena ya les tenía preparada la cena, el plato favorito de la mulata era la carne con papas en salsa y arroz blanco, el postre preferido de la turista era el flan de coco, todo eso lo tenía preparado la señora para cuando ellas llegaran. Julio estaba insultado, jamás habría imaginado que su abuela aceptara tal cosa. Él intentó cenar antes de que ellas llegaran para no presenciar la supuesta pedida pero su abuela no solo se lo prohibió, si no que lo obligó a estar presente en la cena.

  El taxi paró frente por frente a la puerta de la casa de la mulata, ambas suspiraron y se dieron ánimos para enfrentar lo que les esperaba en apenas minutos, no sabría decirles cuál de las dos estaba más nerviosa, una porque nunca en su vida había tenido que hacer tal cosa y, la otra un poco de lo mismo pues, nadie nunca había ido a su casa a pedirle a su abuela salir con ella, Willian nunca lo hizo y los turistas con los que estuvo no se cuentan porque es como si no hubieran existido.

  En cuanto entraron a la casa sintieron la mirada inquisitoria de Julio sobre ellas, Juliana no sabía que su primo tenía problemas con la homosexualidad hasta ese momento que advirtió cómo las observaba. Ellas aún agarradas de las manos se dirigieron hacia donde la señora Nena, esta le dio la bendición a su nieta y se fundieron en el más tierno de los abrazos, había estado más de quince días fuera, se habían extrañado muchísimo. La turista hizo lo mismo, se acercó a Doña Nena, le sonrió y se dieron un abrazo y un beso que aunque fue rápido, fue también significativo para la mulata, los dos seres que más amaba en el mundo parecía que se iban a entender muy bien.

  Ella por educación también fue a darle un abrazo a su primo y un beso, pero este la apartó lo más rápido que pudo, el chico sentía asco de su prima hermana, sin que su abuela lo viera hizo el gesto de limpiarse la cara y Valentina quiso partírsela, pero Juliana le agarró con fuerza la mano haciéndole saber con eso que no valía la pena y mucho menos delante de su abuelita.

Nena-cuéntenme, como les fue el viaje—dijo ya sentados todos en la mesa, quería relajar el ambiente pues sabía que estaba un poco tenso
Juliana-increíble abuelita, fue el mejor viaje de mi vida—su abuela se sintió feliz por ella. La mulata iba a seguir hablando sobre el viaje pero se echo un bocado a la boca y solo pudo disfrutar el sensacional sazón de esa señora que cocinaba como los dioses. Valentina sonrió y tomó la palabra
Valentina-la pasamos muy bien doña Nena, probamos todo tipo de comidas, pero ninguna tan buena como esta—Doña Nena le agradeció con la mirada y una risa irónica y cínica sonó en el lugar. Julio tiró el tenedor dentro del plato y miró a Valentina amenazadoramente, esta no se dejaría provocar más delante de doña Nena, usaría la cabeza, todos pensaban que ella era una tonta turista, pero no, cuando ella quería podía ser la más grande de las cínicas, también lo miró fijamente para hablar antes de que él lo hiciera—que?, acaso dudas de las habilidades culinarias de tu abuela?
Julio-no, ella es la mejor cocinando, pero la peor en darse cuenta quien le está tomando el pelo y quien no—Juliana hizo amague de levantarse para explotarle la cara, pero fue esta vez Valentina la que le sostuvo la mano por debajo de la mesa para que no perdiera los papeles frente a su abuela, era cierto que debían convencer a Doña Nena que se querían y que defenderían lo suyo con uñas y dientes, pero a los golpes no era la mejor manera.

Valentina-estamos hablando de comida, Julio—el chico sostuvo el vaso de jugo que tenía en la mano con tanta fuerza que temió romperlo—pero si tú conoces a alguien que le esté tomando el pelo a tu abuelita, sería bueno que nos des su nombre, tienen que saber que ahora no están solos, sus problemas ahora también son míos—el chico esbozó otra sonrisa cínica, a Valentina le dieron ganas de decirle que el que le estaba tomando el pelo a su abuela era el mismo, nadie más se atrevería, Doña Nena era un ángel, nadie en su sano juicio osaría hacerle ningún daño. Tras esas palabras, Juliana y su abuela se mostraron agradecidas con la turista.

HABANA (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora