Un Cambio De Vida *YOONMIN*

Un cambio di programma

El silencio reinaba, mientras Dahyun guardaba las últimas cosas en la maleta, Sana se encontraba sentada cerca de la ventana, llorando, ella no quería irse, mucho menos después de saber que su padre estaba con vida, pensaba que él estaba buscándola e irse sólo arruinaría todo. Se acercó a ella y tomó sus manos.

—En una hora tendremos que irnos al aeropuerto.

—Dahyun—susurró—. No quiero.

—Lo sé cariño, pero, no podemos hacer nada al respecto.

—Esto apesta—sollozo—. Los odio.

—No, escucha, Sana, no apruebo nada de lo que han hecho o siguen haciendo, pero, todo tiene una razón de ser.

—¿Separarme de mi padre y mentirme toda mi vida tiene una razón de ser?

No tuvo respuesta, porque la realidad es que ella también se sentía insegura acerca de los motivos que los guiaron, no estaba segura de nada, tenía miedo de equivocarse, porque tal vez lo que haría ese día sería una sentencia de muerte, en cualquiera de los casos estaba en medio de dos familias poderosas, su padre no estaba de acuerdo con lo que haría, se lo había prohibido, pero no podía dar marcha atrás.

—Ellos me permitieron despedirte hasta el aeropuerto—susurró limpiando sus lágrimas—. Y te llamaré, todos los días.

—Me estás mintiendo ¿Verdad? Si lo haces está bien, me gusta que me mientas de esa manera.

Dahyun sonrió. —Oh si, porque soy una buena mentirosa, deja de chantajearme, sabes que estoy diciendo la verdad.

—Eres la única amiga que he tenido, no me quiero ir sin ti.

—Cuando sepas a dónde vas específicamente, avísame, iré a visitarte.

—Sobre...lo demás ¿Encontraste la forma de contactarlo?

—No—mintió—. Lo siento, pero seguiré intentando, te lo prometo, haré que te encuentres con él.

Sana hizo una mueca de dolor. —Creo que mi destino y el suyo no es encontrarse.

Dahyun quería decirle tantas cosas, pero eso arruinaría todo para los Myoi, quienes tenían que verla desecha. Regresó a cerrar la maleta y la saco al pasillo, dónde llegarían por ellas para meterlas al auto, volvió y tomó la mano de Sana, la ayudó a levantarse y caminó a su lado hasta la salida.

—¿Alguna vez me vas a contar lo que dijiste esa noche?

—¿Sobre?

—Dijiste que habías intentado acabar con tu vida ¿Puedo preguntar por qué?

—Nunca he visto el mundo, y no es porque este ciega, siempre me pregunté porqué mi familia me había encerrado en este lugar, sin tener contacto con ninguna persona, me sentía sola. ¿Es bueno vivir de esa manera? Sin nada que te llene de felicidad.

—Ahora estoy yo para llenarte de felicidad, por favor no vayas a hacer algo estúpido a dónde vas.

Sana sonrió apenas. —¿Lo tengo que prometer?

—Sí.

—Bien, lo prometo—dijo a regañadientes.

Abajo, Minerva ya estaba esperando, ella se encaminó hacia Sana y la abrazo, la chica se tenso.

—No lo entiendes ahora, pero, te prometo que lo harás cuando seas mayor.

—Lo que me haces es injusto.

—Haré todo para protegerte, sin importar los medios, eres lo más importante que tengo, te amo demasiado hija.

Sana se separó de su abrazo. —No, jamás lo entenderé. Dime ¿Por qué tengo que irme? Es tu oportunidad de ser honesta.