Eran las nueve de la mañana de aquel sábado de noviembre, cuando abrió los ojos debido al frío que se colaba por la ventana ligeramente abierta, el invierno estaba arribando con fuerza, se removió en su lugar, llevando las manos a sus ojos donde talló con fuerza para poder despejar el sueño, sin dudarlo era mucho más tarde a lo que acostumbraba levantarse en la semana, pero ese día estaba cansado, después de haber estado cuidando de los niños hasta la una de la mañana. El día anterior, SeokJin había ido a la pastelería de Taehyung para preparar el pastel de bodas, como lo había prometido, Namjoon había accedido a cuidar de los niños, aunque tuviese miedo, afortunadamente no sucedió nada, Tzuyu y Jae se pasaron la noche viendo películas, cuando no pudieron más, cayeron rendidos, a él le tocó llevarlos a la habitación y ponerles los pijamas, para después esperar a Jin.
Miró a su lado, SeokJin seguía durmiendo profundamente, le daba la espalda, Namjoon le miró por unos momentos, se acercó a él y beso su mejilla, acariciando su hombro, lo sintió removerse un poco, pero no despertó. Con sumo cuidado, se levantó, y se encaminó al baño, después de hacer sus necesidades y lavar sus dientes, mojó su rostro y se miró en el espejo, sus ojos reflejaban cansancio, peor ya no más esa tristeza que se había tatuado durante años, ahora se sentía mejor, pero a medida que el dolor desaparecía, el miedo arribaba, porque no quería que nada ni nadie arruinara su felicidad.
Saló y se encontró con que SeokJin aún descansaba, por lo que tuvo una idea, salió de la habitación emparejando la puerta, se encaminó a la de sus hijos, quienes debían seguir durmiendo a esas alturas, al entrar, se dirigió primero a la cama de Jae, donde también estaba Tzuyu, la noche anterior les había dejado durmiendo juntos. Se sentó en esta, llevando una mano a los cabellos negruzcos de su hijo, poco a poco le fue moviendo para despertarle.
—Buenos días cariño—dijo con dulzura—. Vamos que tenemos un día muy cansado.
Jae bostezo y se sentó tallando sus ojos. —¿Y papá?
—Está durmiendo, nosotros le prepararemos el desayuno ¿Te parece?
—¡Si! —dijo asintiendo con emoción.
—Bien, ve a lavarte y baja, yo arreglaré a Tzuyu—dijo dirigiéndose al otro lado de la cama donde tomó a la niña en brazos. Jae asintió saliendo de la habitación para ir al baño del pasillo.
Tzuyu había tenido un cambio repentino para el que ellos no habían estado preparados, hace un mes que ella había cumplido cuatro años, pero su desarrollo era similar al de un pequeños de dos, había dejado de hablar casi por completo, ya no avisaba para ir al baño, por lo que SeokJin tenía que estar al pendiente, por las noches preferían ponerle un pañal, los doctores le decían que esa era una secuela de su enfermedad, que avanzaría poco a poco, les aconsejo llevarla a una escuela para niños especiales, aún lo estaban considerando.
Los medicamentos que tomaba, para evitar las convulsiones, le dejaban dopada, era difícil despertarle y hacer que estuviese atenta. Ahora que Namjoon estaba al tanto de todo, comprendía que, en ese momento, era cuando más necesitaban estar juntos.
La cambió, le vistió con otro pijama, y cuando bajo con ella en brazos, apenas estaba despertando, se abrazó a su cuello, buscando consuelo, cosa que le veía hacer muchas veces con SeokJin y que ahora lo sentía tan cálido que no pudo evitar darle unas palmadas en la espalda y un beso en la sien.
Jae estaba en la cocina mirando alrededor, sentó a Tzuyu en su mesa alta y le dio uno de sus juguetes.
—¿Qué vamos a preparar? —preguntó Jae con una sonrisa.
—¿Panqueques y tocino? —preguntó pensativo.
—Sí, a papá le gusta—asintió yendo al refrigerador a sacar el tocino.
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Un Cambio De Vida *YOONMIN*
أدب الهواةTERCERA PARTE DE UCDG Después de la tormenta llega la calma, después de una catarsis de emociones llega la tranquilidad, una que todos esperaban. Una nueva vida que se estaba formando, una vida que parecía perdida, una vida que era una mentira y una...