Negándose a perder el amor que juró proteger

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Estaba nervioso, como aquel día donde entró por primera vez a la empresa, en ese entonces era un niño que poco sabía de la vida, no pensó que aquel empleo cambiaría su destino para siempre. No dejaba de mirar el reloj en su muñeca, preguntándose en qué momento sería su turno, la señorita que estaba detrás de su escritorio le miraba cada tanto, podía ver sus sonrisas coquetas, intentó no prestarle atención, mirando con aburrimiento su celular, sus padres habían hablado con él.

Aquella llamada fue un de las razones por las cuales había decidido acudir a esa cita, que tanto le atemorizaba, podía enfrentarse a cualquier cosa, menos a sí mismo, llevaba años mintiéndose a la cara con el fin de fingir ante los demás, siendo egoísta, no quería enfrentar las consecuencias de sus errores, pero aquello era una bomba de tiempo, que estaba explotando en el lugar incorrecto.

—Señor Kim—dijo la secretaria atendiendo a la persona que acababa de salir del consultorio—. El doctor Choi lo está esperando.

—Gracias—dijo poniéndose de pie. Caminó de forma insegura hasta el interior de aquel lugar, el pulso golpeaba su piel con fuerza y sus manos estaban sudando frío.

El interior del consultorio era diferente a lo que se imaginó, él pensó en decoraciones sobrias con un diván en medio, donde se sentaría a ser analizado durante una hora, pero era diferente, había un escritorio en el fondo, un estante lleno de libros, una sala de cuero en medio y alrededor cuadros de formas coloridas en las paredes y plantas de interiores alrededor, la ventana hacía que el interior se iluminara de forma calida.

—Buenas tardes—dijo un hombre alto, de cabello negro que le sonió—. Lamento la tardanza, tuve una sesión grupal, por favor tome asiento.

Se encaminó a uno de los sillones y con una pequeña reverencia terminó con sentarse en este, el hombre hizo lo mismo frente a él. —Me presento, doy el doctor Choi SeungCheol, doctor en psicología clínica ¿Con quién tengo el gusto?

—Bueno, yo soy Kim Namjoon—dijo con un hilo de voz antes de aclarar su garganta.

—Es un gusto conocerlo—respondió con una sonrisa—. Puedo saber ¿Cuál es el motivo de su consulta?

—Yo...vengo a—relamió sus labios, nervioso—. Hace un mes mi hija de cuatro años, falleció, debido a una enfermedad—sus manos temblaron al decirlo de esa manera—. Murió mientras dormía, mi esposo no está bien, apenas habla, mi hijo esta deprimido, tiene ocho años, está en casa de mis padres, porque...quería estar al tanto de mi esposo...eso es todo, vengo para que me diga ¿Qué es lo que tengo que hacer?

—Lamento mucho su perdida, debe ser muy difícil—suspiró—. ¿Cómo se encuentra en estos momentos?

—Yo estoy bien—rio—. Realmente nunca conviví con la niña para que se formara un apego, estoy aquí, porque quiero ayudar a mi esposo y a mí hijo...

—¿Está seguro que se encuentra bien? —preguntó mirándolo fijamente.

—Lo estoy—asintió—. No entiendo por qué preguntar de nuevo.

—Pregunto, porque está llorando ¿No se ha dado cuenta de ello?

Namjoon entrecerró los ojos mirándolo como si se hubiese vuelto loco, parpadeo perplejo sintiendo entonces la humedad de sus pestañas, subió su temblorosa mano a su mejilla y sintió el recorrido de sus lágrimas, rio por lo bajo.

—Esto es extraño, no sé...¿Por qué lloro? Nunca pasé tiempo con esa niña, sólo me preocupa Jin y Jae, realmente no sentí nada ¿O sí? —su voz que quebró al final—. Usted es el profesional, entonces, dígame ¿Por qué estoy llorando? ¿Por qué llorar por una niña que jamás cuidé? A la que no le enseñé a andar en bicicleta, a la que jamás llevaré al parque...—se quedó en silencio, sintiendo intensificarse el dolor en su pecho—. Dime ¿Por qué mi hija tuvo que morir en el momento en el que yo le había prometido volverme un verdadero padre? No lo digas, suena estúpido.

Un Cambio De Vida *YOONMIN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora