Un Cambio De Vida *YOONMIN*

El dolor de un corazon inocente

La vida se llenaba de momentos, instantes de cambio constante, minutos, que podían cambiar el rumbo completo del destino, bastaba con un segundo, con un respiro, un parpadeo y tomar una decisión desesperada para hacerlo. Había una luz enceguecedora, un ruido constante y fuerte, una alarma que encendía sus sentidos, haciendo que su cuerpo experimentara una descarga eléctrica, como un trueno, cuyo rugido amendrentaba contra su propia agonía, era un instante finito, que se presentaba frente a él, en cámara lenta, una ráfaga de recuerdos llegaron a su mente, todo parecía ser igual, salvo que ahora estaba solo, no tenía nada qué perder ¿O si?

¿Qué cambiaría con su muerte? Había pasado por tanto dolor, tanta injusticia, que el simple hecho de pensar en vivir era una carga pesada, no quería hacerlo, pero entonces ¿Qué pasaría con Jimin?

Fue un impulso inmediato, cegado por la luz del auto con el que estaba a punto de impactarse, tomó el volante con fuerza, dando un grito, antes de volantear hacia la derecha, el chirrido de las llantas dejó detrás un aroma molesto, había esquivado el auto que tocó el claxon, posiblemente asustado por lo que hubiera pasado, todo podía estar bien, pero, cuando se dio cuenta, estaba impactando el tronco de un árbol.

Todo parecía repetirse. Todo parecía esfumarse.

La puerta se abrió, el aroma a pasta y carne le inundó los sentidos, estaba hambriento, dejó unas cosas en la entrada, uno de sus guardias le seguía de cerca con las cosas que había ido a recoger, Taehyung entró a su casa cansado, habían sido tres días difíciles para cualquiera. Jungkook esperaba en la sala, al verlo se levantó y le sonrió tenuemente.

—Cariño—se volvió hacia el niño pelinegro que le miraba con tristeza—. SoYeon debe estar en el cuarto de juegos ¿Por qué no vas con ella a jugar? Te llamaré cuando la cena esté lista.

—Está bien—suspiró—. Hola tío Kookie.

—Hola campeón—le sonrió con afinidad, cuando el pequeño salió corriendo se acercó a su esposo y le quitó a la pequeña de los brazos. La situación con Jimin era difícil, así que se ofreció a cuidar a Kai y EunHa mientras Yoongi estaba en el hospital—. ¿Cómo está?

—En las mismas—frunció el ceño al sentarse en el sillón, Jungkook hizo lo mismo a su lado—. Nadie lo entiende.

—¿Qué es lo que no entienden?

—Es prácticamente un milagro, físicamente Yoongi está en perfectas condiciones, pero, no habla, parece perdido en sus pensamientos.

—¿Lo ha visto algún psiquiatra? ¿Pruebas cerebrales.

—Todo está bien en su cabeza, a Jimin le dijeron que está en estado de shock, que no dura mucho, esperan que reaccione en estos días. Jimin está deshecho.

—Imagino que para Yoongi debió de ser horrible enfrentarse a algo que significó un trauma, los accidentes de autos no siempre terminan sin lesiones, es bueno que este bien físicamente, ahora sólo necesita recuperarse de manera emocional, no queda más que esperar.

—Eso espero—suspiró—. Aunque siento que hay algo que Jimin se está callando, algo que le está haciendo mucho daño, trate de que me dijera, pero no pude descubrir nada.

—Dale tiempo, lo que está pasando no es sencillo, sólo apoyalo y escúchalo.

Taehyung asintió, amaba tanto a su mejor amigo que verlo sufrir era atroz. Desde que se conocieron compartieron  sus penas, estaban para el otro cuando era necesario, prestando un hombro para llorar o consejos, sabían todo del otro, era genuina su amistad y la empatía de la que esta se alimentaba, pero había cosas que estaban tan enterradas en el pecho que no podían describirse con palabras, no era sencillo, y Jimin se estaba ahogando.