Taehyung estaba seguro de que algo sucedía, Jungkook se portaba distante, incluso después de su noche de bodas, donde estaba seguro que todo había salido realmente bien, dejando de lado el susto que sufrieron con Jimin, ahora las cosas para su amigo estaban mejorando y eso le hacía sentirse menos presionado.
Jungkook le había dicho que buscará un lugar para viajar un fin de semana, sólo ellos dos, dejarían a SoYeon con su familia, donde estaría entretenida y segura, eso no le preocupaba, todo estaba yendo según lo previsto, sin embargo, algo no andaba bien.
Últimamente Jungkook llegaba tarde, cansado, de mal humor y cuando quería hablar de lo que pasaba en su trabajo, desviaba por completo la atención, él no era estúpido, sabía que algo pasaba y no estaría tranquilo hasta no descubrirlo. Una de las cosas que realmente odiaba era que le mintiera o que le ocultaran las cosas, porque realmente tenía un don para saber que algo estaba ocurriendo, podía verlo en su mirada y en la forma en la que intentaba en vano mantenerlo ocupado en algo más.
—Otra vez llegaste tarde—suspiró al verlo entrar en la habitación.
Jungkook dejó su chaqueta de cuero en un sillón individual, dejando al descubierto su camiseta de manga corta ceñida al cuerpo que mostraba claramente sus tatuajes. Le encantaba verlo así, años atrás pensaba muy mal de las personas con tatuajes, seguía el pensamiento familiar de que era vulgar, pero peores cosas le habían hecho la "gente de bien" como para aprender a no juzgar a un libro por su portada.
—Lo siento, tuve mucho que hacer—respondió al momento que desabrochar su pantalón negro, dejando ver la cinturilla de sus Calvin Klein. Su boca se secó.
—SoYeon estuvo esperando por ti, quería que le leyeras un cuento.
Tras nombrar a su hija, el semblante de Jungkook cambio de uno cansado a uno arrepentido, hizo una mueca inconforme. —Lo siento mucho, mañana estaré aquí temprano, lo prometo.
—Has dicho eso por dos semanas—gruñó—. Desde lo que pasó con Jimin estas raro y no empieces a decir que estoy malinterpretando las cosas, porque no es así,
Se quedó en medio de la habitación, le miró fastidiado, algo que a Taehyung no le gustó, sus ojos picaron con grandes ganas de llorar, porque no le gustaba que Jungkook le mirara de forma dura o que le ocultara las cosas, todo eso le traía malos recuerdos, escenarios que no quería revivir, cosas que se habían quedado enterradas en el fondo de su corazón y amenazaban con salir a flote. Emocionalmente era un manojo de nervios y preocupación, por más que deseaba poner en orden lo que sentía, no podía.
—¿Tae? ¿Estás llorando? —preguntó Jungkook acercándose, su semblante cambió por completo, se sentó a su lado e intentó en vano quitarle las manos del rostro—. ¿Por qué lloras? ¿Qué tienes?
Taehyung sollozo fuertemente haciendo que Jungkook terminara por abrazarlo, ambos estaban cansados de la situación, pero ninguno tenía la fortaleza para enfrentarse frente a frente.
—¿Hice algo malo? Prometo que llegaré temprano—suspiró besando su cabello con aroma a fresa.
—No me gusta que me mires así, no me gusta que no llegues a la cena o para contarle un cuento a Soyeon y no me gusta que me ocultes las cosas—balbuceo.
—Oh cariño, lo siento mucho—suspiró sin dejar de acariciar sus hombros—. De verdad lamento todo esto, es sólo que he tenido problemas con algunos paquetes que debo enviar a Japón.
Taehyung negó. —¿Y por qué no me dijiste?
—Porque en este negocio, entre menos sepas es mucho mejor, no es como si fuera un empleado cualquiera, muchas de las cosas que están bajo mi cargo son ilegales, si algo llega a suceder no quiero que estés involucrado en nada—lo separó de su cuerpo y le sonrió—. Es mejor así, como te dije, nos tomaremos unos días para estar solos, porque te extraño—limpió sus lágrimas y le sonrió con ternura—. ¿Por qué estás tan emocional últimamente?
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Un Cambio De Vida *YOONMIN*
FanfictionTERCERA PARTE DE UCDG Después de la tormenta llega la calma, después de una catarsis de emociones llega la tranquilidad, una que todos esperaban. Una nueva vida que se estaba formando, una vida que parecía perdida, una vida que era una mentira y una...