Un Cambio De Vida *YOONMIN*

¿Chi sono io?

Era un día tranquilo, el sol estaba en la cima y una luz encantadora se colaba por la ventana iluminando aquella amplia recamara de colores claros. Dahyun peinaba el largo cabello negro de Sarah, esta había decidido llevarlo trenzado esa tarde, los días eran así, al lado de la chica había descubierto cosas muy interesantes.

Sarah tenía diecisiete años, se encontraba cursando su último año de preparatoria en un instituto para personas especiales, era muy inteligente, soñaba con ser pianista, había escuchado con anhelo como tocaba y era arte, sus dedos se movían de forma gloriosa sobre las teclas, su belleza era formidable, a pesar de todo, sus facciones aniñadas le hacían contener una ternura inigualable.

Era autosuficiente, antes del accidente podía hacer casi todas sus actividades sola. Algunas veces llegaba a olvidar que estaba hablando con una chica invidente.

Había descubierto que los Briachi, eran una familia callada, los tíos de Sarah sólo se presentaban en las cenas, su abuela aunque eran quien estaba más en casa, se la pasaba dentro del despacho y su abuelo, bueno, en todo ese tiempo, no había tenido el gusto de conocerle, por lo que sabía de la boca de Sarah, sus abuelos estaban separados, fue así desde la muerte de su madre, no vivían juntos pero se frecuentaban en ocasiones especiales.

—¿Crees que deba cortar mi cabello? —preguntó con una ceja alzada.

—¿Quieres un corte?

—¿Puedes hacerlo tú?

Dahyun sonrió. —No sé cómo hacerlo.

—Tienes la ventaja de que si no funciona no lo veré—rio infantil.

—Pero sí tu abuela—añadió estratégicamente.

—Es verdad, ella sin duda lo notará—suspiró con aire melancólico.

Cuando hablaban de su abuela, Sarah solía mantener esa mueca triste, al principio resultaba un poco no ver expresión en sus ojos, pero con el tiempo se había acostumbrado, pudiendo identificar algunos de sus gestos más notorios, au gesticulación era increíble. Su medio de comunicarse era coreano, pocas veces hablaban en italiano, lo cual llamaba su atención, pero ella le había dicho que quería mejorar en el idioma, eso por sus crecientes ganas de viajar un día ahí.

—Mi abuela dice que soy muy parecida a mi madre—sonrió con afecto—. ¿Puedes decirme si es verdad? Al lado de mi buró hay una foto.

Con la silla, la movió a la cama, ella se sentó en esta al momento que tomaba aquella fotografía, la había visto, pero no llamó su atención, sin embargo, al verla de cerca, si que encontró cosas interesantes.

—¿Quién es el hombre que aparece junto a tu madre?

—Mi padre—respondió cálidamente—. Ellos se conocieron en el instituto, se casaron muy jóvenes, pero se amaban demasiado. Dice mi abuela que en esa foto mamá está embarazada ¿Puedes describirla?

—Pues, ambos están en un parque, juntos delante de un lago, llevan ropa de verano, tu madre, ella lleva un vestido floreado, pero sí, se ve una pequeña pancita, su cabello es corto, hasta los hombros, sonríe ligeramente, a su lado abrazandola por los hombros esta un hombre, pálido, cabello negro, y con un traje deportivo negro, no sonríe, mira com seriedad. Sarah, te pareces más a tu padre.

Su sonrisa se amplió. —Casi no escucho de papá, salvo en algunas ocasiones—suspiró—. Sé que era muy serio.

—Sarah ¿Qué le pasó a tus padres? —ese era un tema que nunca había escuchado hablar en la casa, estaba temerosa de preguntarle, pero era curiosa.

—Bueno, ellos murieron en un accidente de aunto en Corea, yo quedé con vida, pero ciega, después del funeral, mis abuelos acordaron que lo mejor era que yo creciera en Italia.