El silencio del inocente

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Era cuestión de tiempo, lo sabía, lo supo desde el primer momento en que escapó de ese lugar, estaba presente en sus peores pesadillas, por eso, cuando sintió que era seguido por el centro comercial no entró en pánico, caminó sigiloso, estaba solo, Namjoon ni siquiera sabía que había salido de la casa y Jae estaba en la escuela, respiraba inestable, eran dos, los conocía, se metió en una tienda y se mezcló entre las personas.

Estaba sacando el teléfono para llamar a Taehyung, pero uno de ellos se interpuso en su camino y el otro puso un arma en su espalda baja, estaba tan cerca de él que nadie debería haberse dado cuenta.

—No hagas escándalo, hagamos las cosas por las buenas Jin.

—Bien—asintió con los ojos llenos de lágrimas, no tenía opción.

Sólo lamentaba no haberse podido despedir de su hijo nuevamente, salieron de ahí, iba calmado, ellos no dudarían en darle un balazo, aunque ¿No sería eso lo mejor? Aun así, el terror lo imposibilitaba, como siempre.

Lo llevaron a través del estacionamiento a un auto negro, subió y comenzó a temblar, ellos no dijeron nada, ni siquiera lo miraron, SeokJin trataba de usar su teléfono, pero cualquier movimiento en falso sería letal. El camino no fue largo, lo cual le asustó aún más, Ken siempre estuvo más cerca de lo que pensó.

Bajó en un lugar que parecía ser un club nocturno, lo jalaron para que entrara, estaba todo en completo silencio, no había nadie, las lágrimas recorrían sus mejillas, fue llevado escaleras arriba, en ese punto sentía que podía desmayarse, la puerta se abrió y lo vio.

Comenzó a sollozar al tiempo que negaba, Ken le miró con una sonrisa siniestra, una que no desapareció a medida que se acercaba a él, SeokJin se puso de rodillas.

—Te lo suplico, por favor, no lo hagas, déjame ir—sollozo.

—Oh mi amor, pensé que estarías feliz de verme, porque yo estoy extasiado.

—No, no, no, te lo imploro, por lo que más quieras, ya perdí todo.

Ken se agachó y lo tomó de la barbilla riéndose en su cara. —Escuche que tu hija murió, dime ¿Cómo se siente haber perdido a la bastarda que tanto cuidaste?

—Te doy lo que quieras, pero déjame ir.

—Claro que me lo darás—sonrió ladino—. ¿De verdad creíste que podías escapar? Por favor, Jin, no seas iluso. Deja de llorar, tengo algo que proponerte.

Elevó la vista perdido. —¿Qué?

—Tú quieres que te deje en libertad ¿Verdad? Bueno antes vas a tener que hacer algo por mí.

SeokJin tenía miedo, sabía que nada de lo que planificara Ken le beneficiaria, pero, tampoco podía negarse. —Lo haré—sólo quería salir de ahí.

—Bien, vístelo—dijo a otra persona, los ojos de Jin se abrieron en demasía—. Hoy vas a tener un último cliente, te ha estado esperando, sabes bien que no puedes decir, Jin—se acercó a su oído—. Sino lo haces bien, tú no sólo habrás perdido un hijo, ¿Entiendes?

—¿Quién es? —dijo ahogado.

—Lo vas a saber.

Lo tomaron de los brazos y lo obligaron a levantarse, fue llevado hacia abajo, a otra de las habitaciones, lo aventaron dentro, era un vestidor, había dos chicas ahí, una de ellas trató de tocarlo, pero Jin se separó, buscó alrededor, hasta que encontró la puerta del baño, entró a tropezones y se inclinó en el retrete a vomitar todo lo que había en su estómago, buscó en sus bolsillos, pero se dio cuenta de que su celular no estaba.

Comenzó a tener problemas para respirar, se deslizó por la pared y gritó tomando sus cabellos con fuerza, estaba teniendo un fuerte ataque de pánico, sus pesadillas se estaban volviendo realidad, estaba atrapado, sin salida, aunque en realidad, jamás había estado en libertad.

—Tenemos que prepararte, te esperan—dijo una de las chicas con mortificación.

Sabía cómo es que funcionaban las cosas, tomó una enorme bocanada de aire y asintió, se levantó, si tal vez hacía lo que Ken le pedía, esa noche podría volver a casa y despedirse, lavó su boca y rostro, saliendo, para que ellas le ayudaran a colocarse un traje ajustado, un pantalón de cuero, y un saco del mismo material, todo en color rojo, sus ojos fueron maquillados y su cabello revuelto, saliendo de ahí le dieron aquel antifaz de cuentas y plumas negras, él lo conocía tan bien.

Lo encaminaron por un pasillo angosto, lleno de habitaciones, Ken estaba afuera de una de ellas, se acercó y le sonrió.

—Ya sabes lo que tienes qué hacer, cuando entres y lo veas lo vas a entender, espero que seas muy convincente y complaciente.

—¿Me dejarás ir?

—Si lo haces bien lo haré—había una nota de desesperación en su voz—. Sólo haz lo que te digo maldita sea.

Seokjin le miró confundido, no tenía sentido, si Ken sabía desde siempre en donde estuvo, entonces ¿Por qué no tomarlo antes? ¿Por qué precisamente en ese momento? ¿A qué le temía tanto? ¿Quién estaba detrás de la puerta?

Abrieron la habitación y le dejaron entrar, todo estaba bien iluminado, se quedó en la puerta, sintiendo un escalofrío cuando esta se cerró, miró al fondo, estaba de espaldas, no lo reconocía, pero, cuando este se volvió con un cigarrillo en los labios y le sonrió sus ojos se agrandaron, él se acercó lentamente.

—Por fin te encuentro—dijo deteniéndose muy cerca de él—. Pero, aquí estás.

Elevó la mano para acariciar la parte visible de su mejilla, yendo a su babilla y haciendo que le mirara directo a los ojos, su respiración se detuvo, entonces, lo comprendió todo. Ahora entendía por qué Ken tenía miedo.

—Terry—susurró.

—Dime Jin—suspiró quitándole el antifaz—. ¿Dónde está Tzuyu?

Sus ojos se agrandaron antes de comenzar a sollozar, sintió entonces los brazos que le envolvieron con fuerza y el aliento en su oído. —Jin, tienes que escucharme, te dije que volvería por ti, aquí estoy.

—Tardaste demasiado—cerró los ojos con fuerza. 













—¿Dónde estabas Jin? —preguntó Namjoon molesto.

SeokJin sonrió, yendo a abrazar a Jae y llenarlo de besos. —Estaba en casa de Tae, no lleve el celular.

Namjoon entrecerró los ojos pero asintió. Fue una noche tensa, cuando Jae estaba durmiendo Jin entró a la habitación, Namjoon le esperaba sentado.

—Al primero que llamé fue a Tae.

SeokJin caminó y se hincó frente a él, tomando sus manos. —Namjoon ¿Sabes guardar un secreto?




Nos vemos en dos meses hahaha descansen 🖤

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Un Cambio De Vida *YOONMIN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora