El calabozo

6.4K 1K 459
                                    

Aspiró con fuerza, mirando al techo donde las luces que iluminaban la oscuridad del club bailoteaban alrededor. Llevó el dorso de la mano a su nariz, donde limpio los restos de polvo blanquecino que quemaba sus fosas nasales.

La música retumbaba en sus oídos, todo su cuerpo se adormeció, comenzó a reír, siendo seguido por aquellos que estaban a su alrededor, le mandaban extasiados, como si fuese la mejor de las atracciones, y lo era, Jin era lo que todos querían, lo que todos deseaban, era el pecado encarnado, muchos pagaban grandes cantidades de dinero para estar entre las piernas del increíble "KinJae".

La adrenalina corría por sus venas, en un parpadeo estaba bebiendo, siendo muy atento y cariñoso con los hombres de traje que estaban a su lado, estos le tocaban bajo la intensa mirada de su captor, quien relamia sus labios satisfecho de lo que veía.

Uno de ellos besaba su cuello, mientras que el otro seguía besando sus labios y poniendo su propia mano en la despierta entrepierna. Estaba perdido, sus sentidos se encontraban obnubilados, lo único que podía hacer era reír, sintiendo que estaba sobre una nube, donde el dolor y los recuerdos desaparecían.

Un parpadeo...Y estaba sobre la mesa bailando de una forma sensual, mostrando sus mejores atributos, moviendo la cadera de forma sugerente, sonriendo a quienes le lanzaban dinero, le gustaba la lluvia de billetes, esos que no volvería a ver.

Un parpadeo...Los besos en su cuello aumentaban, las caricias lascivas en su cuerpo aumentaban, no le importaba, reía a carcajadas mientras aquellos hombres babeaban sobre su piel, dejándolo pegajoso y sucio.

Un parpadeo...Su boca succionaba con fuerza el falo, su cabello era tomado con fuerza, volvía los ojos a sus costados, entre aquellos hombres, Ken le sonreía mientras llevaba en sus manos un cámara. Quería parar, porque le dificultaba respirar, porque aquella persona que le tomaba con fuerza, le estaba lastimando, sus ojos llorosos se cerraron con fuerza, al sentir las arcadas, seguido del líquido caliente que bajaba en su garganta. Era asqueroso, pero no podía hacer nada.

Un parpadeo...Ken tomaba con fuerza su cadera, mientras lo embestia de forma violenta, todos los ojos estaban sobre ellos, en medio de aquella habitación, los presentes, se deleitaban con sus gemidos, no de placer, sino de dolor, un dolor que se extendía por toda su cadera. Era normal, a Ken le gustaba exhibirlo como si de un preciado premio se tratara, se burlaba ante la idea de ser su dueño, cosa que no era mentira, SeoKJin se había convertido en su juguete, uno que era usado siempre que lo quería.

Abrió los ojos con un terrible dolor de cabeza, soltó un gemido de incomodidad al darse cuenta de que estaba inmovilizado por un fuerte dolor en su espalda baja, no recordaba lo que había sucedido la noche anterior, pero no era difícil adivinarlo, siempre era el mismo resultado, cuando le tocaba salir del encierro de aquellas cuatro paredes, tenía que estar en el club, donde se volvía loco, intentó levantarse, miró hacía la pequeña ventana sellada y con barrotes que daba a una pared de un callejón con una mueca, el sol estaba por meterse, había dormido todo el día, se incorporó sollozando, su cuerpo estaba lleno de moretones, y se encontraba desnudo, como pudo ingreso al pequeño baño y se hincó frente al inodoro a vomitar, se sentía débil, sus piernas flácidas temblaban y sus manos y rostro se sentían fríos.

Como pudo se levantó, para mirarse en el pequeño espejo que había sobre el lavabo, no se reconoció a través del espejo, su piel descolorida y pálida, sus ojos llorosos rodeados de unas bolsas oscuras, la sangre seca en si dos nasal izquierda y sus labios partidos. Se dio la vuelta, abrió la regadera y se posicionó bajo el agua, esta golpeó su piel glacialmente, temblo hasta el punto de ponerse a llorar en voz alta en aquel pequeño baño, estaba harto de seguir con vida, cansado de ser torturado todas las noches y de ser un adicto cualquiera.

Un Cambio De Vida *YOONMIN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora