Un Cambio De Vida *YOONMIN*

Monti di lacrime

Dahyun miró por la ventana del auto, las montañas de Florencia eran inmaculadas, se dirigían desde muy temprano al sur del monti della Calvana. Se quedarían en una cabaña perteneciente a la familia Bianchi por el fin de semana, en otras ocasiones estaría encantada, pero en ese momento y después de la promesa que le hizo a Sana hace semanas, su incomodidad crecía, porque la advertencia de su padre prevalecía, ella no podía meterse con una familia poderosa, no era su asunto, sin embargo, después de conocer a Sana había desarrollado un gran cariño hacía ella, a sus ojos no era más que una linda muñequita de porcelana encerrada en una caja de cristal, no comprendía la razón que tenía su familia para mentirle, sin embargo, estaba completamente segura de que nada era mejor que la verdad.

Sus investigaciones la habían llevado a descubrir quiénes eran los Min, el padre de Sana, Min Yoongi, era junto a sus hermanos, la cabeza de una empresa de entretenimiento, tenían una línea generacional influyente, su difunto padre era muy cercano a personajes del gobierno, pero sobre su vida familiar no estaba nada, después de la noticia del incidente de Mina y Sana, no había información alguna, no sabía si estaba casado de nuevo, si tenía hijos, eso la dejaba con muchos cabos sueltos.

Sana estaba dormida a su lado, después de su recuperación, había dejado de usar por completo la silla de ruedas, sólo se movía con unas muletas que estaba segura dejaríade usar en poco tiempo. Era tenaz, sólo sin la silla de ruedas pudo apreciar lo autosuficiente que era, sin embargo, su abuela la frenaba, siempre lucía tensa de verla estar sobre sus pies explorando, podía ver la incomodidad en ella, y no le gustaba. Minerva era una persona muy dura emocionalmente, muy sobreprotectora y muy misteriosa. Le daba miedo estar cerca de ella.

—¿Llegamos? —preguntó Sana sin abrir los ojos—. ¿Qué hay alrededor? Describelo.

—No hemos llegado, estamos en una carretera que a veces tiene ligeras curvaturas, hay campos verdes, algunos pastizales donde hay animales, vi un caballo salvaje y su cría, eran de color marrón oscuro, huele mal en algunas partes y en otras sólo huele a naturaleza, hay flores amarillas.

—No me gustan los caballos—bufó acomodándose en el asiento.

—¿Por qué no?

—Caí de uno cuando era niña—suspiró—. M rompí este brazo—levantó su brazo derecho—. Desde entonces no monto caballo, es una lástima porque le rogué por mucho tiempo a mi abuela para que me dejara hacerlo.

—¿Estabas sola cuando pasó?

—No, estaba mi abuela y mi entrenadora—se encogió de hombros—. Tengo hambre.

—Hay frituras—respondió buscando en su bolso amplio, sacó una bolsa de ellas y la abrió, puso la bolsa sobre el regazo de Sana, quien la tomó con sus manos, y comenzó a comer en silencio.

—Quiero nadar—dijo con un suspiro.

—¿En el lago?

—¿En dónde más?

Dahyun hizo una mueca. —¿No es mejor meter sólo los pies?

—Olvidaba que no sabes nadar, soy una ciega que nada como profesional y tú no—bufó con una sonrisa burlona—. ¿Irónico?

—No pues, perdón—rio por lo bajo. Al principio le pareció extraña la manera en la que ella se reía de sí misma, era incomodo, pero con el tiempo comprendió que era su manera resiliente de aceptar su situación.

—Espero que podamos divertirnos, mi abuela estará cerca.

—Creo que ella quisiera pasar tiempo contigo, por algo hizo a un lado sus pendientes ¿No te gustaría?