Las noticias ya se habían expandido por todo el reino, y era cuestión de tiempo para que llegara a los oídos del resto del continente, puesto que los usuarios de magia de luz y obscura siempre están bajo los ojos del mundo, también habían rumores sobre una extraña mujer que parecía haber predicho el ataque a la casa del duque Gaos, pero no habían muchos detalles.
Alba instruyó al personal en la cocina y con un gueridón transportó el desayuno de Cristina, recorrió los largos pasillos hasta llegar a la habitación donde se alojaba y llamo educadamente hacia la puerta
- Señorita.
Unos segundos después de esperar respuesta el grito irritado de la mujer cruzo por la puerta
- !Ya he dicho que no comeré esa basura!, !soy la invitada del rey y quiero comer lo mismo le darían a la familia real!
( ¿Quién hubiera imaginado que está señorita sería tan capaz de hablar tan vulgarmente?)
- Señorita, soy Alba ya he cambiado el desayuno porfavor mire si es de su agrado.
Hubo silencio por unos segundos, pero la mujer rápidamente salió de su habitación y su actitud cambio 180°
- !señor Alba!, Lamento haber sido tan descortés, es solo que esas sirvientas habían sido bastante incompetentes, !no debió molestarse en venir usted mismo!.
- solo hago mi deber.
- bueno... Esto puede llegar a ser un inconveniente, ¿No sería más fácil si simplemente me uno a su majestad y a sus altezas reales en estos momentos?
- lo consultaré con su majestad.
- !Muchas gracias!, ¿Puedo llamarte simplemente Alba?
- ... Puede llamarme como desee.
- jeje
- Si no hay nada más, me retiro señorita.
- está bien.
Alba tenía un instinto muy perspicaz, y se sentía bastante ansioso con respecto a esta mujer
(antes de hablar con su majestad necesito verificar eso...)
Busco al capitán de la guardia real y pregunto por aquellos que estaban haciendo escolta aquel día y le habían dado el acceso a Cristina, describió su apariencia y el capitán rápidamente respondió sabiendo de quienes hablaba.
- si, se quiénes son todos aquí escuchamos lo que sucedió ayer... No por que fuera un entrometido pero los eventos de ese día fueron bastantes extraños, respecto a ellos dos uno había vuelto con un moretón en el ojo y cuando le pregunté sobre eso me dijo que no lo recordaba pero yo pienso que simplemente no quería hablar sobre ello, y al otro que había dejado acceder a la estimada e inesperada invitada merecían un castigó apropiado pero su majestad el rey no parecía dar señales de reprenderlos por lo que no se mencionó pero era un evidentemente que lo que habían hecho era suficiente para cortar sus cabezas así que los mandé a realizar el patrulleo nocturno pero ninguno de ellos volvió.
- ¿Podría haber escapado para evitar su castigo?
- eso pensé al principio pero al mirar sus expedientes e investigar sus casas nos dimos cuenta de que eso es imposible, uno de ellos tiene a su esposa y a sus 3 hijas aquí en la capital
- Son todas mujeres, ¿No pudo simplemente abandonarlas?
- esa puede ser una posibilidad, sin embargo aquel otro sujeto vivía solo y al entrar a su casa todo estaba intacto, no habían señales de haber escapado, encontramos algunos objetos del palacio que debió haber robado, aún así no se llevó consigo nada, por sobre todo el castigó por desertar es aún peor que la muerte.
- ... Ya veo, investiga esto más a fondo, hablaré con su majestad.
- entendido.
Mientras más pensaba Alba sobre ello más seguro estaba, Cristina era una mujer peligrosa.
Tranquilamente se dirigió a la habitación del rey y tocó la puerta, llegó a escuchar algunas maldiciones pero finalmente accedió a qué Alba entrara.- Con su permiso su majestad.
El hombre estaba sentado en la orilla de la amplia cama tomando licor mientras las mujeres desnudas a su alrededor miraron a Alba sin discreción.
- Sabes que detesto que me molesten, ¿Que quieres?
Alba no se inmutó y quería terminar rapidamente.
- Su majestad, sobre la estimada invitada los guardias que la habían dejado entrar desaparecieron misteriosamente, además...
- Detente.
- ¿Eh?
- esa mujer claramente es sospechosa, pero mientras su magia sea nuestra, ¿Cuál es el problema en que mate a un par de guardias?, Deja de ser un entrometido y asegúrate de mantenerla feliz para evitar que piense siquiera en marcharse.
- Entiendo su majestad, también ella hablo sobre unirse a sus altezas a la hora de sus alimentos, ¿Está bien?
- oh... Es una buena idea, me parece bien ¿Cómo se llama el príncipe heredero?
- Si, su alteza Aitor
- ¿Que edad tiene?
- 20 años su majestad.
- Cristina parece tener casi la misma edad, ya sabes que hacer.
- si su majestad.
El rey volvió su vista a las mujeres para seguir con lo suyo pero no veía a Alba con intenciones de marcharse.
- ¿Te gusta mirar o que?
- No su majestad, hay algo más que informarle.
- habla rápido.
- Si, el día de ayer no solamente el ducado de Gaos fue atacado como la señorita Cristina advirtió, sino también la persona que mato al monstruo por si sola fue la señorita Raquel, hija del duque Ethan.
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!No Moriré Por La Protagonista!
FantasyNora es una fanática de las novelas románticas que despierta repentinamente en el mundo de la novela "El amor secreto de Cristina", como Raquel la hija del duque de Gaos. su madre Rebecca que irremediablemente se enamora de un hombre egoísta, Reali...