Cristina miro al suelo, dónde había dejado inconsciente al príncipe Aitor, tocó su frente y el mana obscuro comenzó a entrar en su piel, luego comenzó a gritar rápidamente a los guardias que no estaban muy lejos de la habitación y hablo exasperada
- !ayuda!, !porfavor ayuda!, Su alteza se desmayo de repente llamen a un sanador.
Uno de los dos guardias corrió a buscar ayuda y el otro se quedó con Aitor y Cristina.
« Aún que esa niña no sea lo suficientemente problemática para considerarse una amenaza siempre es mejor tener un seguro... Creo que es tiempo de reunirme con la reina.»
- ¿Qué ocurrió señorita?
El guardia pregunto preocupadamente y Cristina entre lágrimas y tartamudeos trato de responder
- nosotros solo... Solo estábamos hablando y su alteza se desmayo de repente...
El caballero sintió lastima por la jóven llorosa e intento consolarla
- No se preocupe señorita, su alteza estará bien.
- Si...
*****
- Alba, necesito tu ayuda
Cristina puso una cara lamentable y jalo de la manga de Alba
- ¿Qué ocurre señorita?
« Espero que está mujer no pida nada irrazonable. »
- ¿Escuchaste que su alteza el príncipe heredero se desmayo cuando estábamos charlando?
- Asi es, escuche sobre eso.
- entonces yo... Quisiera visitar a su majestad la reina para que no haya mal entendidos y... También quisiera conocerla ya sabes
« Oh, eso todavía es posible »
- Señorita su majestad ya le ha permitido ir donde guste en el palacio, si gusta podríamos ir a visitar a su majestad la reina ahora mismo.
- Eso sería genial pero no sería inoportuno, ¿Y si su majestad está ocupada?
- Su majestad siempre está ocupada, así que no hará ninguna diferencia visitarla ahora o después, ¿Ahora es adecuado para usted?
- ¡Si!
Alba comenzó a caminar y Cristina lo siguió, avanzaron hasta llegar a una alejada zona del palacio, frente una habitación grande y lujosa.
Alba tocó a la puerta y con un tono de voz más respetuoso de lo que usa con el rey denoto su presencia.
- Majestad soy Alba, disculpe la intromisión, a la señorita Cristina le gustaría hablar con usted.
Hubo un breve momento de silencio hasta que la voz cansada y seria saliera de la puerta
- Está bien, adelante
Alba abrió la puerta para Cristina y ambos entraron
- Entonces me retiro su majestad.
Alba se inclino y la reina asintió con la cabeza, por lo que se retiró.
- ¿Entonces?, ¿Que desea señorita Cristina?
- ¿Su majestad sabe mi nombre?, !Es un honor! Sabe su majestad por mucho tiempo he querido conocerla.
- ¿Es así?
- !por supuesto!, Después de todo ambas queremos las mismas cosas...
La hermosa y tierna sonrisa abandono fríamente el rostro de Cristina, su expresión se había vuelto estoica y su mirada vacía, haciendo que la reina Celia sonriera burlonamente
- ¿Y qué sería eso?
Cristina regreso a su sonrisa y su tono infantil habitual.
- jaja supongo que sería ¿poder?, No odia ser un títere de la nobleza, ¿No odia ser menos que una muñeca para su esposo?
- Tu...
- Bueno no me malinterprete, solo quiero ayudarla después de todo, terminare casandome con su alteza Aitor
La reina solo pudo reír con incredulidad frunciendo el ceño
- ha! Y ¿Qué tipo de ayuda es venir a burlarse?
Al escuchar esto Cristiana negó con la cabeza mientras agitaba las manos y parecía nerviosa
- No es así su majestad, mmm... Si es usted estará bien.
Cristina se acercó al escritorio donde estaba Celia y coloco un frasco de cristal del tamaño de su mano lleno de un líquido obscuro.
- ¿Esto es?
Cristina dibujo una refrescante y alegre sonrisa respondiendo segura.
- !poder!
- No entiendo que quieras que haga con esto.
- Su majestad, ha decir verdad... Yo no tengo magia de luz.
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!No Moriré Por La Protagonista!
FantasyNora es una fanática de las novelas románticas que despierta repentinamente en el mundo de la novela "El amor secreto de Cristina", como Raquel la hija del duque de Gaos. su madre Rebecca que irremediablemente se enamora de un hombre egoísta, Reali...