Horas después Seong-jin recibió una llamada en la que le informaban haber encontrado el cuerpo de su esposo bajo un puente y necesitaban que ella fuera a reconocer el cuerpo.
El mundo de Seong-jin se paralizó y actuó sin sentimientos, se encargó del funeral, vendió la mansión y manejo el poco dinero que tenían para mudarse, cambio la escuela de Cristina y claramente ya no había más servidumbre, no había más lujos ni siquiera grandes comidas.
Cristina solo podía presenciar frustrada como el mundo a su alrededor se retorcía.
Ella nunca logro asimilar su situación, siempre espero que su padre volviera y resolviera todos los malentendidos y auque tiempo después cuando tenía 14 años supo que su padre se había suicidado solo pudo odiarlo silenciosamente con la esperanza de que todo lo que era suyo volviera porque esa era su vida.
Cristina nunca hizo amigos en las escuelas en las que su madre la inscribió puesto que nunca las miro como iguales, tampoco tuvo novios y trataba a todos los hombres con un increíble desprecio, siempre había sido grosera con su madre que traía constantemente hombres a la casa con los que coqueteaba sin importarle que ella su hija estuviera ahí, Cristina solía pensar que lo único útil que le enseño su madre fue a seducir a las bestias llamadas hombres y aunque su madre se había rehusado a volver a trabajar no había faltado comida en su casa.
Viviendo como en una mentira hasta los 15 años, mientras iba de regreso de la escuela simplemente caminando sin pensar en nada, sola y con la mirada en el suelo se detuvo frente al puente del río que estaba por su camino, se acerco a el y observo su reflejo en el agua un largo rato, su ropa estaba desaliñada y se veía bastante arrugada, sus zapatos estaban gastados y su mochila parecía holgada.
Había estado viviendo con mucho resentimiento y furia en su interior odiaba al cobarde incompetente de su padre, estaba molesta con su madre por qué no tenia ninguna habilidad o que ni siquiera pudiera conseguir casarse con un hombre decente.
Así que sin pensarlo más cerro los ojos y se arrojó al agua pero por alguna extraña razón pareciera que se hubiera hundido y emergió de vuelta.
Cristina estaba empapada pero ella no había nadado hacia arriba de vuelta, confundida abrió los ojos y la luz era brillante cuando extrañamente ya estaba obscureciendo hasta hace unos momentos, pero sobre todo el lugar era completamente diferente, el río se había convertido en un lago y parecía estar dentro de un bosque, el agua era clara y no parecía haber ni una sola alma alrededor.
Confundida Cristina salió del agua y dijo en voz alta
- ¿Qué mierda?, ¿Dónde demonios estoy?...
Mientras más miraba al rededor más confundida estaba, este paisaje nunca lo había visto en su ciudad, incluso parecía un mundo distinto.
Cristina solo pudo caminar y deambular al rededor buscando alguna señal de vida.
El cielo comenzaba a obscurecerse así que comenzó a recoger ramas e intento hacer una fogata y aunque no logro encenderla el cielo estaba iluminado por la brillante y gigantesca luna con cientos de estrellas alrededor, se recostó cerca de un árbol y comenzó a llorar silenciosamente.
Sin entender que sucedía o donde estaba Cristina se mantuvo despierta y preocupada toda la noche y al salir el sol una vez más se puso de pie y siguió caminando, recogía frutas de los arbustos que encontraba y bebida agua del río.
Después de algunos días muy duros Cristina ya estaba segura de que estaba en algún lugar muy lejano, no entendía como había llegado ahí y porque el tiempo había cambiado pero ya no encontraba el valor para intentar ahogarse de nuevo, ya ni siquiera tenía fuerza para seguir caminando y sentada en la sombra de un árbol comenzó a dormitar hasta que frente a sus ojos entre cerrados apareció la silueta de un hombre
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!No Moriré Por La Protagonista!
FantasyNora es una fanática de las novelas románticas que despierta repentinamente en el mundo de la novela "El amor secreto de Cristina", como Raquel la hija del duque de Gaos. su madre Rebecca que irremediablemente se enamora de un hombre egoísta, Reali...