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mi abuela había comenzado a repartir sus regalos, como todas las navidades. Dentro de la familia no había niños, todos los nietos habíamos crecido y la mayoría éramos adultos y adolescentes, pero a mi abuela le encantaba llamarnos niños.

—Niños, yo sé que acabamos de conocernos pero les tengo un detalle.— dijo mi abuela a Harry y Amelie. Ella tomó una caja de madera y mi abuelo tomó otra.

Se las dieron, una a Harry y otra a Amelie.

—también hay una para ti, Gerard.— mi abuela tomó la de él y se la dio.

Amelie me enseño su caja, era de madera y en la tapa tenía el nombre de cada uno, en letra cursiva, realmente lucia hermoso. Abrió su caja y dentro, había un vino y dos copas. Pero lo especial, era que el vino llevaba el nombre de ellos, junto a su año de nacimiento. Realmente yo sabía del regalo, mi abuela me preguntó a mi sus datos, pero no sabía que lucia tan bonito.

—Wow, que lindo.— dijo Amelie, quién estaba muy emocionada con su regalo y yo estaba feliz de que mi abuela contemplara a mis amigos.

—Que detalle, muchas gracias.— dijo Harry a mis abuelos, quienes tenían una sonrisa.

—Esta espectacular, gracias.— agradeció Gerard.

Mis abuelos me entregaron una caja de madera un poco más grande, y decía "niña Monique", porque para ellos, yo seguía siendo su niña.

Dentro había un vino, personalizado, pero además venía una pijamada color azul marino con blanco. En realidad, me había gustado mucho su regalo. Así que fui a abrazarlos y agradecerles.

Regresé con mis amigos, para intercambiar nuestros regalos, pero primero decidí tomar el regalo que había traído para Gerard, porque tampoco quería ser una mala persona, dejándolo solo.

Me senté frente a él, Harry y Amelie estaban a un lado de nosotros. Le extendí mi mano, y le di la pequeña caja en la que estaba envuelta el regalo.

—Es para ti.— dije con una pequeña sonrisa. Él tomó la caja y la abrió, era un reloj, la correa era color café y el reloj era color blanco con números romanos. En realidad, me gustaba mucho ahorrar y darle buenos regalos a Gerard. —¿te gusto?— pregunté y el asintió.

—En realidad me conoces mejor que nadie. Toma tu regalo.— dijo dándome una caja y yo la tomé apenada. Sintiéndome extraña, porque hace unos momentos estábamos peleando y ahora estábamos dándonos regalos.

Abrí la caja y vi otra pequeña caja, envuelta en papel navideño, así que quite el papel y pude ver mi perfume favorito. El cuál estaba apunto de terminarse y ahora tendría uno nuevo, sonreí y tomé su mano por inercia.

—Gracias.— sonreí y me acerqué un poco más a mis amigos para darles sus regalos.

—hay que darnos los regalos al mismo tiempo.— dijo Amelie y yo acepté al igual que Harry.

Les entregué mis regalos, ellos los míos y nos pusimos a abrirlos en el momento. Harry le dio una bolsa a Amelie, que para mí gusto era demasiado linda y parecía cara. Yo le di unas zapatillas muy elegantes, las cuales iban con el estilo de Amelie. Eran blancas y tenían algunos brillos alrededor.

Amelie me había dado a mí, un brazalete con un dije de corazón, el cual se veía bastante lindo y tierno. Incluso podía ponerle más dijes pero esa era a mi gusto. Vi una nota que había en la caja, decía: "me costó mi sueldo de un año, valóralo maldita. Te amo, feliz navidad." Sonreí ante amable y agresivo gesto de mi amiga.

Harry y yo estábamos abriendo el regalo al mismo tiempo, y puedo decir que me impresionó.

Saqué de la caja el vestido que me había probado frente a él. Vi la nota que había dentro y la leí. "El vestido está hecho para ti. Feliz navidad, Monique.".

—Gracias. Me ha encantado.— le dije sonriendo y él sonrió también.

Él terminó de sacar la cartera que le había dado, y por su reacción, podría decir que le gusto o por lo menos le agrado.

—Monique... que detalle.— habló Harry y se acercó a mí. Me dio otro abrazo de agradecimiento y me dio un beso en la mejilla mientras decía; "gracias."

Mi familia hizo un brindis, para seguir festejando la noche, pero casi a las 2 a.m, mis amigos, Gerard y yo, decidimos volver a casa para descansar.

Me despedí de toda mi familia, diciéndoles que esperaba verlos pronto. Salimos de la casa, y subimos al auto. Harry manejo hasta casa, yo quería encontrar el momento para hablar con Amelie y decirle los problemas que había en mi cabeza.

Llegamos a casa, y todos salimos del auto, entramos y todo nos dirigimos a nuestras habitaciones. Mi hermana se quedaba en la habitación de mi hermano para dejarnos dormir a Gerard y a mí juntos.

Gerard no hablaba conmigo, y no lo culpaba, al final me había comportado como tonta y lo terminé. Ni siquiera yo sabía que decir, vi que se metió al baño para cambiarse y yo aproveché para salir de la habitación. Fui a la habitación de Harry y Amelie, toqué antes de entrar y me metí sin importar si ya estaban dormidos. Ambos se me quedaron viendo, estaban sentados en la cama y tal vez platicando hasta que entré.

—terminé con Gerard.— hablé apenada y viendo al suelo. —Ni siquiera lo pensé, solo se lo dije y ya.— me sentía triste. Monique y Harry no estaban tan sorprendidos pero en sus caras veía que no sabían que decir.

—Ven aquí.— dijo Harry, palmeando la cama para que me acercara a ellos.

Me subí a la cama, quedando en medio de ellos.

—¿estás triste? Harry y yo te abrazaremos toda la noche.— Amelie me abrazó, y Harry se tardó segundos pero también lo hizo. Básicamente tenían enredados sus brazos en mi estómago y sus cabezas cerca de mi cuello.

—quiero llorar.— dije en medio de un puchero.

—puedes llorar.— habló Harry. Yo me limpié los ojos que estaban llenos de lágrimas, para no llorar. Respiré hondo y me tranquilicé. —llevan algunos años juntos, es normal que te deprimas.

—¿por qué lo terminaste?— preguntó Amelie. Pero pensé en que responder, no iba a decir que sus celos por Harry me habían cansado.

—Llevamos varios días mal, nuestro noviazgo ya no es lo mismo.— tallé mis ojos con el puño de mi mano.

—No te preocupes, todo va a estar bien, Monique.— dijo Harry.

—Gracias, Harry. ¿Doy pena, verdad? Lo siento.— expresé.

—Tranquila, no es ningún problema para mí. Duerme tranquila, te abrazaremos esta noche.— mi yo interior estaba llorando, mientras que mi exterior estaba tratando de controlarse.

—Ese tipo ni te merece.— comenzó a maldecir Amelie. —Ni siquiera sé porque tuvo la decencia de venir, luego de todo lo que te dijo.

—Amelie, ya. Dejemos que esta noche Monique se tranquilice y mañana puedes hablar lo que quieras.— me relajé y cerré los ojos, esperando dormir pronto.

monique, is a London boy :) h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora