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Pasaron 3 meses. Tiempo en el que Harry y yo nos unimos como nunca. Se podría decir que éramos mejores amigos, novios, y compañeros. Él era tan... romántico, cariñoso y yo tan... yo, paranoica, torpe y un poco romántica. Me entregué a él, y él se entrego a mí, me mostró sus miedos, su sensibilidad, su vulnerabilidad y yo lo veía con más amor cada que estábamos juntos. Estaba completamente enamorada de Styles y no quería que se acabara.

Tenía sensaciones que jamás había tenido, mis emociones siempre se revolvían cuando lo veía.

Si bien, retrasé un poco el proyecto de la pastelería; no recordaba que tenía que contratar personal y entrevistarlos para encontrar a los indicados. La verdad es que no me decidía, no quería que cualquier persona estuviera en mi cocina, quería a personas que realmente les apasionar, sobre todo sí las primeras semanas les iba a pagar su sueldo de mi dinero ahorrado.

Me sentía en banca rota, oficialmente no tenía dinero para viajar más, ni para comprar un chicle, todo era destinado para la apertura de la pastelería, ingredientes, personal, servicios. Que difícil ser adulto y emprender. ¿Por qué no podía vivir del amor al arte? Estaba apunto de arriesgar todo, mi trabajo, mi vida, mi sustento, mi dinero. Estaba asustada y emocionada, quería tener éxito pero sabía que todo podía pasar.

Mis padres aún no sabían de la apertura de la pastelería, pero pronto les llegaría una invitación especial a su puerta, incluso llegué a pensar que mi padre lo sospechaba porque la última vez lo vi me dijo; "Mucha suerte en todo, Monique. Recuerda que siempre estaré orgulloso de ti, Paris siempre será tuyo."

Amelie tenía 3 semanas desaparecida, literalmente no hablábamos, solo cuando estábamos en el trabajo cruzábamos palabra, la razón era Molly. Ella comenzó a hacerme a un lado, ella era más importante ahora, y lo comprendía, pero en ocasiones la necesitaba. Ella tenía planes de mudarse con su novia, y ni siquiera me había enterado por ella, Harry me lo dijo. Tenía días pensando en hablar con ella, pero tampoco quería incomodar, no era lo mío molestar a las personas.

Caminé por el edificio en el que Amelie vivía, hace un año junto lo suficiente para poder comprar su departamento, estaba cansada de pagar renta y la comprendía. Cuando yo estaba estudiando mis papás hicieron todo lo posible para darme la mitad del precio del departamento, y yo junté lo demás. Puedo decir que durante el tiempo que estuve ahorrando para mi departamento y la pastelería, no compré muchas cosas para mí, no me daba muchos gustos y no tenía con qué hacerlo. 

Las veces que mis abuelos decidían visitarme, me ofrecían su ayuda económicamente y siempre me negaba. Mis padres eran los únicos que no vivían del dinero de ellos, y eso me enseñaron ellos, a jamás depender de nadie.

Toqué la puerta del departamento de Amelie varias veces, recordé las veces que salíamos de fiesta, éramos unas tontas con poco dinero pero bastaba para divertirnos. La vi en el momento que su puerta se abrió y sonreí.

—¿Y ese milagro?— dijo ella.

—Quería hablar contigo sobre algo—contesté un poco tímida.

En ese momento su cara cambió, ahora tenía un poco de preocupación en su cara, me invitó a pasar y yo entré.

—A ver, dime—se sentó en el sofá y yo me quedé de pie.

—¿estás molesta conmigo? ¿Me equivoqué en algo?— solté.

—¿Qué? ¿Qué te hace pensar eso, Monique?— dijo confundida, ella estaba muy tranquila y yo muy impaciente.

—Es que no hemos estado muy bien las últimas semanas, digo, yo sé que no vamos a estar juntas todo el tiempo pero, estaba acostumbrada a hacer todo juntas.

monique, is a London boy :) h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora