monique, is a London boy :) h.s

8

—entren, sin miedo.— dijo Amelie empujándonos a Harry y a mí, ambos nos miramos sintiéndonos un poco de extraños. —¿se van apurar o no?

—¡hay toda una multitud! No puedo caminar.— grité a mi amiga para que pudiera escuchar, Harry y yo chocábamos con todas las personas a nuestro alrededor mientras teníamos a Amelie empujándonos. Ni siquiera sabíamos a dónde debíamos llegar.

—¡Ahí!— vimos a Amelie apuntar a una sala privada que parecía estar reservada. Paramos justo enfrente de ese lugar esperando a nuestra amiga. —Reserve aquí, solo para nosotros. Y pedi todo esto para nosotros.— apuntó un contenedor lleno de botellas de alcohol.

—¿Para nosotros 3? ¿Todo eso?— preguntó Harry robándome las palabras de la boca.

—No haz visto a mi amiga emborracharse.—contestó riéndose cínicamente y yo rodeé los ojos. Básicamente sí, tomaba mucho alcohol una vez borracha. Pero esta noche no me avergonzaría de esa manera.

—¿Tan así?— Harry me vio y yo muerta de vergüenza, asentí.

—Pero en mi defensa, no soy una borracha. Y esta noche no les daré el lujo de verme así.— Harry río y Amelie no tardo en estirarme una vaso recién servido de whisky.

—Brindemos por nuestra primera fiesta.—  dudosa choque mi vaso con el de ellos y lleve el whisky a mi boca.

—¿Te tomaste todo el vaso de una?— me preguntó Amelie.

—Tan solo sírveme más.— le entregué el vaso y ella sonrió con todo su esplendor.

Me devolvió mi vaso y yo comencé a tomarlo de nuevo, y así fue, uno tras otro. Siempre me pasaba, juraba que no me iba a emborrachar y tan solo con el primer vaso bastaba para pedir más. Igual lo disfrutaba, no siempre salía de fiesta. O tal vez sí, Amelie me arrastraba con ella en todos sus planes.

—¿Estás borracha?— preguntó Amelie casi cayéndose.

—No, tú sí.— ambas reímos y vimos a Harry sentado viendo el panorama de la multitud cantando.

Lo jale de la playera levantándolo y escuché a Amelie reír.

—Vamos a bailar.— tome su mano y la moví al ritmo de la música. Al parecer no le gustaba bailar o tal vez no le divertía ver a sus acompañantes perdidas en el alcohol.

Only girl de Rihanna comenzó a sonar, Amelie y yo nos la sabíamos a la perfección. Comenzamos a cantar casi encima una de la otra, no soltábamos nuestro vaso en ningún momento, tampoco lo dejábamos descansar, siempre estaba lleno de cualquier alcohol. Llevábamos 3 botellas mi amiga y yo, nos quedaba una.

— Want you to make me feel like I'm the only girl in the world
Like I'm the only one that you'll ever love
Like I'm the only one who knows your heart
Only girl in the world. — cantamos fuerte y al mismo tiempo, Amelie y yo.

Fui hacia la otra botella y justo antes de tomarla, una mano se puso en la mía. Por un momento el mundo se detuvo, pensando en Gerard y en qué quería besarlo.

Levanté mi vista y me encontré a Harry, no entendía que necesitaba hasta que habló.

—Creo que ya tomaron demasiado, Monique.— sus ojos verdes estaban en mí, tal vez no era Gerard pero también me daban ganas de besarlo. Parece que mi subconsciente me chasqueo los dedos y reaccioné asintiendo.

Volví con Amelie, con mi mundo alrededor moviéndose como si estuviera mareada.

—No quiso darme la botella.— le dije a mi amiga quien tampoco parecía estar muy bien.

—¿es tu papá? Tan solo tómala.

—Ve tú, es tu novio.— Amelie me hizo una mueca, y yo no pude dejar de reír.

Mi amiga estaba apunto de caer al suelo, en medio de sus tambaleos traté de detenerla y lo único que hice fue hacerla caer y yo junto a ella.

Ambas estábamos riendo, en el suelo y con un nivel de locura extraño.

—Ven aquí.— Harry me ayudó a mi primero, me dio la mano y traté de incorporarme y recuperarme de mi risa.

Luego Amelie se puso de pie.

—Es mejor que ya nos vayamos.— dijo Harry, y yo le contesté.

—Si es mejor. ¿Qué hora es?— pregunté.

—son las 2 am.— asentí y busqué mis cosas que estaban en el pequeño sofá.

Harry ayudo a Amelie y me vio a mí.

—¿Necesitas ayuda?— me preguntó.

—Yo creo que no.— aunque en realidad si la necesitaba, por unos segundos todo me daba vueltas. —tómame la mano por si acaso.— él rápidamente estiró su mano y la tomé, mientras que casi cargaba a Amelie. Cuidaba de las dos muy bien.

Yo lo seguía a donde su mano me dirigía, la gente que estaba igual o peor que nosotros nos empujaba y nos hacía perder de vista pero no solté a Harry.

Al final salimos, el aire fresco de la madrugada pegó sobre mi cuerpo haciendo tener escalofríos.

—¿Estás bien, Monique?— asentí. Yo seguía borracha pero podía contestar.

Todos subimos al auto, Harry me miraba por el retrovisor mientras conducía, podía sentir su mirada encima. Amelie venía balbuceando y al mismo tiempo quedándose dormida.

Harry decidió dejar a Amelie primero, luego decidió dejarme a mí, condució al lugar donde vivía, y me acompañó hasta la puerta de mi casa.

—Yo no entiendo a Gerard.— y aquí van, las estupideces de las cuales me arrepentiría al día siguiente.

—¿ah sí?— Harry, un tipo casi desconocido para mí, caminaba a la par conmigo por medio del pasillo.

—Quiere que me vaya a vivir con él y ni siquiera me pide que nos casemos. Ya me aburrí de estarlo esperando tanto tiempo.

—Tal vez no tarde en pedírtelo.— me reí al escucharlo, y busqué las llaves de mi casa en mis bolsillos y no las encontraba.

—Debería llamarlo y decirle que le estoy ocultando mis planes, que por eso no quiero vivir con él.— Harry estaba atento a lo que decía.

—¿Qué le ocultas?

—¡las encontré!— dije sacando las llaves de mi bolso y abriendo la puerta. —Gracias Harry por traerme a casa.— lo quise abrazar para despedirme de él pero mis manos fueron a su cara dándole un beso en la mejilla.

—Buenas noches, Harry.

—Buenas noches, Monique.