monique, is a London boy :) h.s

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No esperaba volver a mi departamento y sin embargo ahí estaba, mi mamá antes de irse tuvo una pequeña plática conmigo, diciéndome que ella, Amelie y Harry habían tenido comunicación durante los días en los que había estado trabajando en el viñedo. Eran casi las 11 de la noche.

Un mensaje de texto llegó a mi celular y lo leí.

Harry
"No te pongas la pijama, quiero hablar contigo."

Monique
"Puedo tener mi pijama puesta y hablar."

Harry
"Saldremos. Baja, te esperaré en la acera."

Tomé mis llaves y salí del departamento. Llevaba el mismo traje que traía desde el viaje. Si algo era obvio, es que Harry y yo, teníamos que hablar. No tenía idea de que planeaba, ni a dónde me iba a llevar, o sí solamente íbamos a estar en su auto.

Después de salir del edificio, vi el auto de Harry estacionado. Era el único en la acera, no había personas, lo más lógico es que estuvieran yéndose a la cama.

Abrí la puerta del auto y me senté en el copiloto. Él me observo silenciosamente y yo lo vi con una ligera sonrisa.

—Hace 15 minutos que te vi, ¿por qué me volviste a llamar?— pregunté.

—Te llevaré a un lugar...— habló y no dudo en tomar el volante para manejar.

Asentí, no dije nada en el camino, no sabía de qué se trataba. Después de un corto tiempo manejando, estacionó. Ya sabía dónde estábamos.

Me bajé del auto y luego él hizo lo mismo, ambos nos dirigíamos a la torre Eiffel, donde habíamos tenido nuestra primer cita, donde yo había pensado en dejar de besarlo hasta que me pidiera ser su novia.

—¿Sabes lo que hacemos aquí?

—No— le respondí.

—Monique... ¿por qué no me llamaste?

—Mi mala costumbre de no llamar cuando hay problemas— contesté.

Los dos nos sentamos en el césped, muy cerca a la Torre, la cual se iluminaba de noche, dejándome ver su esplendor mágico.

—Es solo una pregunta, tampoco lo tomes como algún tipo de reclamo... tengo la duda de ¿por qué no querías saber más de nosotros?— dijo delicadamente.

—Si pudiera contestarla, lo haría. No quise hacerles daño, en ese momento hice todo sin pensar, dejarlos a ustedes, irme, trabajar en el viñedo, intenté de todo para olvidar quién era yo, no quería volver a la cocina, ¿para qué? Mi padre me enseño mucho, y cuando nos dejo, sentí que se había llevado todo con él. Fue difícil los primeros días, y créeme que aún intento no llorar por las noches. No quería perjudicarlos, Harry. Ustedes tienen sus vidas, era demasiado pedirles que se quedaran a cuidarme o soportarme, cuando no deberían.

—para mí no significa una carga tenerte. De eso se trata nuestra relación, yo voy a cuidarte y voy a entenderte cuando me necesites, Monique. Estoy dispuesto a todo por ti. Prometo estar contigo, bonita.

—¿Te quedarás aún cuando tengo impulsos un poco locos?— el se acercó a mí para besarme.

—Me quedaré en todos tus impulsos, buenos o malos— presiono sus labios sobre los míos, acariciando suavemente mi mejilla con una de sus manos.