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Era lunes. Hoy tenía que ir con mis abuelos a Paris, y no estaba muy convencida de acompañarlos. Mi abuela hasta me había dado ropa para que estuviera preparada, ellos me llevarían a una reunión de negocios, mi abuelo era la cabeza de todos los negocios y me quería enseñar cómo no perder la empresa en 5 minutos.

Me puse la ropa que mi abuela me había dado, era un traje blanco. Era algo que normalmente si usaría, no había tanto problema en eso. Me puse unas zapatillas negras y una blusa blanca.

Tomé mi billetera y mi celular que no tenía mucha carga, pero tal vez lo necesitaba. Le eche un vistazo, había algunas notificaciones de Harry pero ya no como hace algunos días.

Harry
"Volveremos a vernos, todo estará bien."
"Amelie y yo finalmente hicimos las pases hace unos días"

¿No las habían hecho ya?

...

Mis abuelos pasaron por mí, mis hermanos estaban en la escuela y mi madre en el supermercado, no los veía mucho.

Después de dos horas de carretera, llegamos a Paris. Reconocí con perfección los lugares por donde pasábamos, hace días que no veía este lugar.

—¿Dónde será el negocio?

—En Génova, justo tenemos que ver la contabilidad del negocio antes de ir con los inversionistas— Harry trabajaba en Génova. Sentí una punzada en mi estómago, haciéndome sentir presionada y nerviosa.

—Primero queremos que veas algo— dijo mi abuela.

—¿Qué cosa?— vi a mi abuela sacar un pedazo de tela de su bolsa.

—Te tengo que vendar los ojos— la miré sospechosa.

—No.

—Claro que sí, soy tu abuela y harás lo que te digo— dijo acercándose para cubrirme los ojos.

—¿Qué me mostrarán?

—Algo sobre el viñedo, tú confía en nosotros— contestó mi abuela desde el asiento delantero del auto.

Mi abuela pasó la tela por mis ojos y hizo un nudo en la parte de atrás de mi cabeza.
El auto estacionó y sentí el estómago revuelto, ¿qué tipo de sorpresa podían tener ellos para mí en Londres?

—Baja con cuidado— dijo mi abuela tomándome la mano.

Cuando mis pies tocaron el suelo, me aferré mas a la mano de mi abuela.

—Da 3 pasos hacia adelante— los di, sin soltarla. Sentí que algo golpeó en suelo.

—Se me cayó mi bolso, déjame juntarlo y te tomaré de la mano, Monique— dudosa le solté la mano.

Volví a sentir el tacto de mi mano contra otra, quise suponer que la de mi abuela, pero no era así. Esta mano era más grande, había entrelazado sus dedos con los míos y podía oler el perfume de esta persona. Era él.

Otra mano llegó a mi brazo libre, tomándomela de igual manera, tampoco era mi abuela, era una mano más delicada y pequeña, definitivamente, era ella.

monique, is a London boy :) h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora