4

514 33 1
                                    


—Un gusto, Harry.— le extendí la mano y el inmediatamente atendió mi gesto.

—El gusto es mío, Solange. —su sonrisa coqueta me hizo mirar a Amelie y ella me codeo el estómago. En vez de mencionar mi nombre, menciono mi apellido y eso era bastante curioso.

—¿Y qué haces aquí? Ni siquiera me mencionaste qué ibas a venir a Paris, eres un bastardo. Siéntate.— dijo mi amiga empujándome a mi asiento, acercó una silla para su amigo y ambos se sentaron al mismo tiempo.

—No me imaginé que te encontraría por acá, Silvana.— ¿Silvana? ¿En qué maldito momento me cambie de mesa?

—¿Quién es Silvana?— ambos me miraron desconcertados y se vieron entre sí.

—Pues yo, Monique... ¿quién más? Amelie Silvana Baker.— me sentía confundida. Ni siquiera sabía el segundo nombre de Amelie, eso me hacía mala amiga.

—Oye, Silvana.—dije y mi amiga riéndose me vio.

—No me digas así. Es un horrible nombre. Harry me llama así por costumbre, cuando me conoció escuchaba a mi mamá hablarme así y se le quedó.— asentí.

—¿Y tú qué haces en este lugar? ¿Viniste a almorzar?— preguntó el tipo desconocido hasta hace un momento para mí. Tenía los brazos cruzados encima de la mesa y yo lo veía fijamente analizando su rostro. El no se daba cuenta, su miraba estaba en "Silvana".

—Yo trabajo aquí. Bueno, ella y yo trabajamos aquí.— él me miró cuando Amelie dijo eso y yo sonreí asintiendo.

—¿Son las dueñas?— me preguntó y mientras hacíamos contacto visual pensé en qué contestar.

—¡Por supuesto que no, Harry! Somos encargadas de hacer los postres que próximamente comerás. Por cierto, todo lo que ves aquí, son obras creadas por Monique.— me mordí el labio sin saber qué decir, tal vez la presencia del joven no me hacía sentir cómoda. Lo más probable es que fuera porque ellos hablaban con mucha confianza y yo no encajaba.

—Creo que saldré a dar la vuelta mientras que ustedes se ponen al tanto.— dije queriendo levantarme pero Amelie jalo mi brazo y me devolvió a mi asiento.

—¡No te vas! Conoce a Harry. Podríamos hacer una reunión o algo... ¿Dónde te estás quedando, Styles? ¿En dónde estás trabajando?— obligada, me senté de nuevo.

—Estoy en un corporativo aquí cerca, se llama Génova. Hace poco llegué. Me estoy quedando en un departamento cerca de este lugar... igual puedo venir a visitarte, —hizo una pausa para ver a Amelie y luego a mí. —bueno, a visitarlas.

—Sería una encantadora idea. En Génova trabaja el novio de Monique.— mi amiga me sonrío y el tipo giró a verme con una sonrisa.

—¿Quién es tu novio? Conozco a pocas personas ahí, soy nuevo y con tanto trabajo no tengo tiempo de socializar.

—Ustedes platiquen mientras voy por el almuerzo de Harry. O le traigo algo.— dijo Amelie levantándose rápidamente de su silla, estaba emocionada de ver a su amigo. Tal vez amigovio, ex novio, amigo con derechos, tendría que interrogar a Silvana.

Harry me miraba esperando una respuesta de mi parte y yo reaccioné lentamente.

—Oh... mi novio se llama Gerard. Creo que ya se conocen.

—Entonces... ¿tú eres la niña que horneo galletas para mi? Que encantador.— una sonrisa de pena se formó en mi rostro por inercia.

—Ni tan niña. Creí que era una buena idea darte un pequeño regalo de bienvenida, Gerard estuvo de acuerdo y lo demás es historia.

—Gracias por el detalle, Gerard ha sido buena persona desde que llegué ahí, incluso cuando llegué a quitarle su puesto.

—Gerard está contento de que hayas llegado, te lo aseguro.— le sonreí y el también, nos quedamos en silencio por un momento hasta que comenzó a incomodar.

—¿Tú y Amelie son buenos amigos?— pregunté y llevé el smoothie a mi boca.

—Algo así. Somos amigos.

—¿Qué tan amigos son? ¿Ex novios? Es interesante la emoción de mi amiga al verte.

—¡Que preguntona, Monique!— dijo mi amiga exaltada, llevaba en sus manos el almuerzo que le había escogido a su conocido y lo dejo en la mesa. —Espero que disfrutes el almuerzo, nosotras tenemos que irnos a seguir con todo esta mierda de hornear. Sin ofender, Monique.— rodee los ojos ante gran insulto.

—que lo disfrutes.— sonreí y me puse de pie. —es hora de que vuelva a trabajar.

—espera.— expresó Amelie pensativa, su mirada se desvió unos segundos. —¡Ya sé! Veámonos esta noche en el departamento de Monique.

¿Perdón? ¿Por qué tendrían que robar mi tranquilidad?

—Tenemos mucho de qué hablar Harry, ademas no te vendría mal conocer a mi amiga, no es tan tímida como parece. Te pasó su dirección por texto, espero que no hayas cambiado de número idiota.— el chico se río y le dio un beso en la mejilla a mi amiga que luego caminaba a lado de mí.

—¿Por qué en mi departamento?—susurré en su oído mientras nos dirigíamos a la cocina.

—Haz ido a mi departamento y sabes que soy un desastre, por lo menos limpiaré un poco antes de invitarlo a mi casa. Mantén tu casa impecable y hornéanos algo.— mi amiga movió mis hombros descontroladamente y entro a la cocina.

—él no es francés, su acento es extraño.— le dije a mi amiga.

—Monique, es un chico londoniense.— dijo Amelie.

monique, is a London boy :) h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora