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Amelie.

Llevaba dos semanas sin hablar con Monique. La extrañaba. Literalmente ella era mi otra mitad, y yo sé que nuestra pelea era demasiado tonta; necesitábamos hablar.

Me sentía culpable y al mismo tiempo sentía que no debíamos enojarnos. Ambas ya teníamos suficiente edad para manejar un problema como ese. Acepto que hice a un lado a Monique por Molly, cosa que nunca debí haber hecho. Ella tal vez se sintió reemplazada, o tal vez yo la hice sentir así.

Era bastante incómodo estar en la misma cocina sin poder hablarnos, o poder decir tonterías mientras jugábamos con la masa de los pasteles. Ella no hablaba ni conmigo ni con Harry. Molly se había molestado cuando le platiqué el problema que había surgido, y luego comenzó a darme ánimos, me decía que le llamará, que tantos años de amistad se iban a ir a la borda por una tontería.

Lo extraño comenzó cuando Monique, comenzó a faltar al trabajo. Ella llevaba tres dias sin venir y contando al día de hoy, ya iban 4. Desconocía la razón por la que no asistía, y nuestro jefe no estaba así que no podía preguntarle qué estaba pasando.

No había renunciado, no creía que hubiera hecho. Pasé por la mañana por su pastelería para saber si ya estaba abierta o aún no, y efectivamente; no estaba abierta. Ya tenía colocado el nombre, pero aún seguía todo cubierto. Monique comenzaba a preocuparme y tenía un mal presentimiento sobre lo que estaba pasando.

Harry estaba un poco perdido también, le había afectado separarse de Monique. No sé cómo lo estaba sobrellevando ella, pero para mí hermanastro estaba siendo difícil. Aún no conocía la razón por la que decidieron separarse, ni la iba a saber, Harry no me contaba absolutamente nada de él y Monique. No me incumbía.

Llegó la hora del almuerzo, y yo salí disparada por la puerta de la cocina. Estaba decidida a ir al departamento de Monique, no quería que siguiéramos peleadas y tampoco quería tener ese horrible sentimiento de culpa. Solo quería arreglarme con ella para poder estar juntas y contarnos todo.

Camino lo más rápido que puedo, Molly sabe que iré a ver a Monique, gracias a un mensaje de texto que le envié, y Harry, él se está tomando su tiempo.

Después de cruzar varias calles y casi perder el aliento corriendo al departamento de Monique, llegó al edificio, tengo un sentimiento extraño, uno que no me deja tranquila. ¿Monique la estará pasando mal?

Llegó a su puerta y tocó en repetidas ocasiones, pero ella no me abre. No escucho ruido dentro del departamento, ni tampoco se ven las luces prendidas por el orificio de la puerta. No había nadie o ella estaba en la oscuridad. Camino hacia la puerta de la Sra. Margot para saber sí tal vez esté con ella. Tocó y ella abre inmediatamente.

—Amelie, ¿en qué puedo ayudarte hija?— dijo la amable señora de unos 60.

—¿Sabe sí Monique está en tu casa?— preguntó impaciente.

—Sí. Monique está en su departamento, niña.— ella sonríe y yo asiento. —¿ya tocaste la puerta?

—Sí, pero no recibí respuesta.

—Tal vez no se sienta bien, ha estado un poco triste. No la he visto desde que llegó de su viaje.

—¿Cuál viaje? ¿Qué ha pasado?

—Falleció el padre de Monique, Amelie. Hace 3 días.— me quedó paralizada, el tiempo se detiene y ahora entiendo todo. Mi angustia no era en vano.

—Por Dios.— digo con una mezcla de emociones, tristeza y confusión que recorren mi cuerpo. Me siento horrible, como una pésima amiga.

Vuelvo a la puerta del departamento, tocó desesperadamente, esperando que Monique decida abrirme, no recibo respuesta. Sacó mi celular de mi pantalón y llamó a Harry.

monique, is a London boy :) h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora