El honor corría por mis venas desde antes de nacer, mi padre y abuelos me criaron para la grandeza, sin mas limites que los que mi mente decida ponerse, mi familia me dio el honor y la meta, la armada Americana el rifle y el entrenamiento, yo los h...
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Tara Amarok.
Styletos.
El nombre en letras negras se roba mi atención completa. Es el lugar la ubicación exacta, las miradas me dejan saber que estoy en el lugar correcto, y supongo que con el pasar de los años cambio, como todo, como el clima, como la vida.
Como el y como.
Repaso con mis manos mi cuello y truena con un clac brutal.
—Voy por ti Hades. —Su voz me obliga a sonreír.
—Te espero Cronos. Hades fuera. —Cuelgo sin más y cuando el móvil.
El aroma a puros cubanos inundan mi sistema cuando cruzo las puertas y como si fuera una fiesta en mi honor todas las miradas se posan en mi.
No queda nada del bar de copas que conocí esto es mas un puticlub de los caros luces rojas azulejos negros y cuero de un rojo burdeos se reparten por todas partes.
Aun cuando el inmenso segura se me sostiene la mirada como diciendo "No pasarás" le sonrió casi obvia.
—Bakkuofu "Apártate" —Cierro los ojos unos segundos ante su voz. Suena muy distinta a como mal lo recuerdo en mi cabeza.
Como levantando la cortina en un teatro de la gran manzana aparece en mi campo visual.
Suit completo. el blazer negro descansa sobre la mesa los puños recogidos casi a los codos y aun así manchados en sangre al igual que su nudillos totalmente rotos.
Lleve el cabello un poco largo debe levantar el mentón para dejarme ver sus inmensamente negros ojos que aun en medio de esta oscuridad y las luces rojas destellan cuando me encuentra.
La ira me mantiene alerta cuánto 15 de sus efectivos, en la instancia, y a sus perros de turno.
Mark está sentado en su mesa. Dannia justo tras de él con la espalda apoyada en la pared, y es ella a quien mi mente procesa como un riesgo total. Nath oculta su rostro entre su cabello al estar levemente inclinada hacia adelante.
—Cariño —No oculta el entusiasmo en su voz.
—Animal... —Nath levanta la mirada al escuchar mi voz, entre aturdida y dolorida, mantiene la mano derecha en el cuello los hilillos de sangre se cuelan entre sus dedos.
Doy dos pasos desenfundo y apartó el seguro dejándolo a él en mi el punto cero de mi mirilla y todos sus hombres reaccionan el que está a mi derecha apoya el cañón de una 9 milímetros en mi cien.
—Dile a tus matones que se aparten —Ordeno y mira algo incrédulo —Pueden herirse. —El idiota a mi lado deja escapar una leve risita.
—Estas hermosa —Evade mi demanda.
—Levanta Nath —Ordenó haciendo lo mismo y la sujeta por la muñeca cuando lo intenta. Tiene un par de raspones en el rostro, nada mas grabe que el hecho de que perece haber lastimado si antigua herida.
