El honor corría por mis venas desde antes de nacer, mi padre y abuelos me criaron para la grandeza, sin mas limites que los que mi mente decida ponerse, mi familia me dio el honor y la meta, la armada Americana el rifle y el entrenamiento, yo los h...
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Kailea dos días después.
Tara Amarok.
Dormir es para personas sin metas o futuro. repito una y otra vez como si eso me quietara el sueño o el malestar en general.
—¿Estará bien? —Esa es la voz de Ellys.
—Lo estará la jefa siempre encuentra el modo —Asegura Alex por lo bajo.
—Vamos déjala dormir un poco mas —Vuelve insistir ella.
Permanezco con los ojos cerrados, dormir no es algo que pueda hacer correctamente los últimos días, ningún lugar es cómodo o tranquilo en ninguno existe paz. Vi el ocaso y el alba tras el enorme ventanal organizando la información que hemos recogido y diseñando nuestro plan de inicio ahora que han llegado todos es momento de iniciar, supongo que creen que duermo mientras intento descansar un poco mi mente.
El leve dolor en el oído derecho no desaparece, no se ni cuando apareció.
—Ya te alcanzo...
La madera cruje un poco bajo sus pasos.
«Uno»
«Dos»
Silencio.
Sujeto su muñeca cuando siento su presencia demasiado cerca.
—¿Qué crees que haces?
—Lo siento
Hablamos al tiempo, el amarillo de sus ojos es lo primero que encuentro cuando abro los ojos.
—¿Puedes? —Mira mi mano sujetando la suya— Solo quería....
Pone detrás de mi oreja un mechón de cabello algo rebelde cuando lo libero.
—Hacer esto. —sonrie—. Parecía que te incomodaba —Habla siendo dulce, siempre lo ha sido—, deberías seguir durmiendo pequeña Elly.
Le sostengo la mirada por unos segundos, mas de 5 años pasaron desde que me dijo pequeña.
—¿Ya no me llamas jefa Alexander Martin Miller? —Me burlo—, no he dejado de ser tu superior.
Estalla en risas, se sienta a mi lado cuando le hago espacio en el inmenso sofá.
—Pensé que te molestaba que te llamara así. —Revuelve su cabello con su mano izquierda.
—Se ha hecho costumbre —admito.
—Deberías dormir un poco más —Insiste, ya quisiera yo poder dormir—, pero primero ven aquí. —Me arrastra a su pecho para darme el abrazo que le he negado durante días— Es bueno verte así, no en medio de la guerra.
—No olvides que seguimos trabajando—Aclaró copiando su tono que es un leve susurro.
—Te detendrás 5 min —Demanda—, me dejaras abrazarte, recordar el pasado, recordar a mi hermana solo cinco minutos y después puedes volver a ser la loca, borde y demándate jefa que sueles ser —Se me estruja el pecho cuando la menciona—. Estas un poco fría.
