El honor corría por mis venas desde antes de nacer, mi padre y abuelos me criaron para la grandeza, sin mas limites que los que mi mente decida ponerse, mi familia me dio el honor y la meta, la armada Americana el rifle y el entrenamiento, yo los h...
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El alba revienta en la venta y con ella mis ganas de morir.
El sabor amargo en la boca sin haber bebido me desconcierta un poco más, la sensación de haber perdido horas de existencia me termina de descolocar, el entender que estoy en mi antigua habitación que Deck duerme a mi lado ocultando su rostros entre las mantas.
¿Qué cojones ha pasado?
Me levanto, dirección al baño y el zombie que se supone soy yo me recibe de frente al espejo, estoy inminentemente mas pálida de lo normal, me atrevería a decir que incluso más que cuando volvimos de irak.
La bilis sube por mi garganta como fuego mismo de un momento a otro y termino petando absolutamente todo lo que comí el día anterior, enjuago mis rostro y mi boca un par de veces antes de tomar una ducha.
"¿Ahora que demonios pasa conmigo?"
Tomó el neopreno habitual, lo de hoy es un ritual y una costumbre para nosotros.
Salgo de la habitación atándome el cabello en una coleta alta, no sin antes regalarle una mirada al medio Alemán que duerme entre mis mantas.
"Tu, tus ojos, y la tormenta en ellos.."
Parpadeo y sacudo la cabeza tratando de encontrarle lógica al leve flash back en mi mente.
Todo se ha revuelto brutalmente en mi mente después de la discusión con mi padre, aunque yo no le llamaría discusión hable solo yo, le reproche y deje que todo lo que me agobiaba saliera sin más.
Sus ojos y las lágrimas es de lo poco que tengo claro en mi mente.
Bajo las escaleras para entrar en la cocina y darme con una imagen que extrañaba bastante.
Shin lleva el neopreno mal puesto, dejando todo el torso descubierto, los tatuajes marcando su espalda y su brazo izquierdo, el aroma a café llena la instancia como vida misma.
—Shini —Saludo y se gira a mi con cara de asco para luego sonreír.
—Buenos días pequeña. —Extiende para mi una taza de café y el amo por salvarme la existencia justo ahora.
—¿Te sientes mejor?
—¿Cuándo me sentí mal? —Pregunto con burla y me regala ahora una risa algo confundida.
—No te preguntare por si bebiste anoche, porque aunque sueles estar tonta, no serias tannn —Hace énfasis alargando la n — Como para beber tomando el veneno que te da Aron.
—Haces bien entonces —Le resto importancia.
"¿Acaso has bebido?" La voz cabreada de Deck y el azul tormenta de sus orbes clavados en mi.
—Pero no te veías nada bien cuando regresaste ayer del muelle con Stone. —Le miro intentando atar los hilos cortados en mi mente.
El muelle, los pasos "No me siento bien" su aroma al abrazarlo. La sensación de que todo se movía mientras caminaba, sus manos evitando que cayera. Son una estela de humo mal difusa en mi cabeza.
