El honor corría por mis venas desde antes de nacer, mi padre y abuelos me criaron para la grandeza, sin mas limites que los que mi mente decida ponerse, mi familia me dio el honor y la meta, la armada Americana el rifle y el entrenamiento, yo los h...
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Dereck
Arquea la espalda cuando mis manos estrujan su caderas más contra mi profundizando cada estocada, gimotea gustosamente tras con cada una, los ojos inundados en placer delirante, muerde su labio inferior para retener los gimoteos.
—Vamos nena déjame escucharte— completo casi en un gruñido y ella sonríe endemoniadamente sexy, tras escucharla con claridad nuevamente me llevo uno de sus senos a la boca degustar su cremosa piel contra mi lengua me enajena completamente, lamo, chupo y mordisqueo cada centímetro de ellos mientras ella contonea sus caderas sobre mi, sus recurrentes gimoteos aumentan como la fuerza con las que sus paredes se aferran a mi polla en su interior.
—Yo....— trata de completar pero otro gimoteo la interrumpe cuando atrapó su pezón entre mis dientes—Dios. —Jadea exquisitamente.
—Córrete para mi nena, dámelo lo que es mío —suplico cuando siento que no puedo aguantar mucho más su gemido placentero ahogado contra mi cuello mientras me muerde con fuerza me arrastran al éxtasis total.
Sus manos toman mi mentón y me obligan a mirar, esos ojos, esa lujuria, esa sonrisa. Atrapa mi labio entre sus dientes sin apartar la mirada para después arremeter contra mis labios devorándonos antes de apartarse de mí en dirección al baño, su silueta desnuda es cubierta por la luz de luna que entra por los ventanales.
— ¿Cómo te llamas nena?, — pregunto antes de que entre el al baño, detiene el paso inclina un poco la cabeza sin girar su cuerpo y sonríe un poco cuando nuestros ojos se encuentran.
—Tara. Puede llamarme Tara.— completa con un tono seco e imponente antes de desparecer, me pierdo entre el cansancio y el éxtasis que invade mi cuerpo.
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El estruendo de la puerta me despierta y me levanto de mi cama más cabreado de lo que esperaba, y como casi todos los días mi miembro está a punto de estallar entre mis pantalones, estiro un poco mi cuerpo mientras mis ojos se adaptan a la luz
—¿Estas así de contento solo de verme? — Su voz no me provoca más que asco y descontento.
—¿Qué haces aquí Alice?— replico sin mirarla
— Tu madre me envía — Asegura tratando de ser sonar seductora— Puedo ayudarte con esto cariño—, sus manos atrapan mi polla por encima del pantalón al tiempo que sus labios van a mi cuello, abro los ojos y la aparto desde los hombros.
—¿Cuántas veces voy a tener que decírtelo?, me importa una mierda lo que tu y mi madre quieran. Esto— nos señaló a los dos—, no volverá a suceder ni aunque mi condenada existencia dependiera de ello. — Termino sosteniéndolo una mala mirada.
—Pues eso no es lo que tu madre dice, ella ha usado la palabra con M que tanto te gusta —Ironiza un poco ahora dejando salir su asquerosa y verdadera actitud—, en la última reunión con mis padres a la cual te negaste a ir— completa llena de veneno y sarcasmo, el cabreo me inunda al escucharla.
