El honor corría por mis venas desde antes de nacer, mi padre y abuelos me criaron para la grandeza, sin mas limites que los que mi mente decida ponerse, mi familia me dio el honor y la meta, la armada Americana el rifle y el entrenamiento, yo los h...
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Tara Amarok.
Recuerda quien eres Amarok —La voz de Leah retumba en mis oídos cuando abro los ojos.
Madera. El techo de abeto al grisáceo aparece ante mis ojos
el aturdimiento absorta por completo mis sentidos y todo vuelve como la resaca del mar cuando golpea contra las olas, de a poco con constancia y de forma renuente.
La misión... parpadeo un par de veces. La misión insiste en mi subconsciente.
Azul...
Es en lo único que soy capaz de pensar aun cuando la voz de Leah se repasa en mis oídos. Los orbes de Dereck es lo único que aparece en mi mente siendo claro en cada que parpadeo.
Me cuesta demasiado respirar.
¿Quién soy...?
Tara Elly Amarok Collins —Su voz me obliga a buscarla, recoge las piernas al pecho mientras se sienta sobre el pequeño burló. Sonríe y la replico—Esa eres tu pequeña.
¿He perdido la cabeza? Me auto cuestiono cuando reacciono que estoy despierta y ella no debería estar aquí.
Aparto el auxiliar de oxigeno en mi rostro cuando lo noto y arranco sin pensarlo dos veces las vías conectadas a mi manos. Las lágrimas de sangre caen desde donde estaban antes conectadas.
La pequeña Amarok siempre tan bruta. —Se burla. El pantalón militar color arena hace juego a la camisa de tirantes beige. Mi viejo uniforme. Al parpadear creo verle teñida en sangre pero al enfocarla solo sonríe. He pedido la puta cabeza. Confirmo y trato de ubicarme. Sé que tengo una misión ¿Qué tengo que hacer? Recuerda quien eres, recuerda la misión— No estás loca—Ríe un poco—No del modo que asumes, ahora quizás estás drogada de más. Bien por mi
Ríe alegre. Cuando la miro de nuevo señala las bolsas de fluidos casi vacías, y después a mesa de luz. tres frasquitos naranja pequeños pero sin nombre. Tiene la misma apariencia de las pastillas que me dio Aron.
Recuerdo el dolor y se me punza el pecho al instante.
Alto ahí solado— .Me detengo sin mirarla —Suspiro y me confirmó que está mal. Mas aun así insisto en que es necesario—. Te he dicho que te detengas —esta vez ordena. No cuento las pastillas o las miro cuando las llevo a mi boca para tragarlas sin mas. —No seas tonta pequeña, debes concentrarte
¿Cuál era tu misión?
respirar se hace más fácil. Me pesa el cuerpo y los ojos. Quiero dormir un poco. Quiero algo de paz.
La misión Tara. Concéntrate —Insiste su voz. Tallo mis ojos, tengo la garganta sumamente seca y un leve pitido en los oídos.
¿Cuál era mi misión.....?
Mis sentidos están completamente aturdidos por completo. Cuál era mi maldita misión.
Recuerda quien eres, recuerda respirar... La voz de Leah en mi cabeza solo me confunde mas.