cap 50

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Dereck

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Dereck

Irreverente presumida y presuntuosa con tres cosas que la definen la mayor parte del tiempo, la arrogancia es su constancia permanente y ahora sentido a la perfección de donde salió después tiene vestigios de ternura o vulnerabilidad que la hacen estúpidamente única pero justo ahora

Es brutalmente insensata y que mienta el que no diga que se ve hermosa

—Hazlo —demanda.

Bufo evitando su mirada, atragantándome las malditas ganas de levantar la por la cintura y sacara de aquí ahora mismo.

—Si no lo hace tu lo hará alguien más Deck —me reta llamado mi atención nuevamente, cruza los brazos por debajo de su top deportivo marcando sus senos, Dios cuanto la odio a ratos.

—No lo haré. —Suelto firme, tiene q haber una forma de parar tanta insensatez

— Perfecto.

Arrebata de mis manos la Otan para lanzar la a uno de los cadetes, que a duras penas reacciona para mal tomarla en el aire

—Cadete fije objetivo a 1200 m, dispare con la señal —Se encamina al campo

— Detente Elly — Mascullo en una orden, gira sobre sus talones para volver su mirada a mi en medio de una sonrisa incrédula.

— Alguien o hará decide tú, o disparas tu o la hará el cadete.

Maldita arrogante de primera

— Qué sentido tiene esta estupidez. —Enmarco lo obvio.

— Debes demostrar para enseñar. —Se encoje de hombros en medio de una sonrisa.

— Pero que cojones con ponerte en los blancos. —Ya la e visto haciendo esto, en esa ocasión era cadetes de mayor nivel dudo que estos puedan disparar si hacerle daño.

—¿Qué pretendes con eso? Indago.

— ¿Motivarnos?

—Deja esta tontería ahora. —Ahora soy yo quien demanda ella sonríe con intención de volver a encaminarse.

—Ellly. —La detengo por el codo cuando la alcanzo

— Deck. —Mira con furia el agarre.

—Tara.

No estoy dispuesto a disparar le en medio de un capo de tiro con armas de fuego porque a la señorita le parezca la mejor manera de enseñar que la perfección existe, es una maldita psicópata.

— Dereck suéltame. — Aprieta la mandíbula de mas.

— Maldición Amarok.

— Jodete Stone. —repite mi casi grito

— ¿Comandantes? —Uno de los cadetes interrumpe

— Que! —Gritamos a la par.

Para volcar nuestra mirada al cadete que parece haberse congelado, seguimos con la mirada su temblorosa mano para dar con Nathalia, le hace una seña y ella rueda los ojos antes de asentir

Hades (Honor y Gloria) Terminada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora