El honor corría por mis venas desde antes de nacer, mi padre y abuelos me criaron para la grandeza, sin mas limites que los que mi mente decida ponerse, mi familia me dio el honor y la meta, la armada Americana el rifle y el entrenamiento, yo los h...
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Tara.
Así que Dereck Stone, me acosté con el Comandante de Ws y lo disfrute mas de lo que me gustaría admitir, no puedo evitar pasar los nudillos sobre mis labios cuando el recuerdo y la sensación de sus labios sobre los míos aparece pero tiene que ser con una maldita bestia machista, un típico soldado americano.
Me detengo en el marco de la bien destrozada puerta, a observar a mis chicos trabajar con los de deltas, no suelen ser tan pacíficos nunca, ni cuando yo estoy en la sala y verlos concentrados en sus trabajos siempre es muy placentero.
—Que querías de los expedientes?, — pregunta Dereck detrás de mi ya había sentidos sus pasos así que su vos solo demostró lo obvio
—Sus nombres, algo que me dejara confiar en ellos y en usted señor —Completo sin mirarlo, y saber que ni he visto el suyo.
—Encontraste algo que de deje confiar en ellos? — ahora pregunta con lo que parece curiosidad genuina.
—Nada en especifico, de momentos Ellos—comparto lo obvio—, mis chicos tiene muy buen ojo para las personas.
—¿Y tu? — Pregunta ahora refiriéndose mas a la noche que pasamos que al trabajo.
—¿Yo comandante Stone?, yo juzgo sobre la marcha, —le miro de reojo— y usted soldado puede meterse su machismo por donde mejor le quepa —Me separo antes de que me replique.
—¡¡Alphas!!, hora de comer—son pasadas las 1300 horas, todo el horario del día se vera afectado.
Se levantan casi como resortes, —Avisad a Toru, — Doy un paso dispuesta a irme, pero la voz de Luck me frena en seco.
—Tara, ¿no vendrás con nosotros?
—buscare a Aron he iré con ustedes— asiente con la cabeza he ignoro deportiva mente a Dereck cuando trata de tomar mi muñeca para frenarme.
—¡Te compartas como una niñata! — masculla por lo bajo detengo mi paso y espero que los chicos estén lo suficientemente lejos para replicar, sus pasos se acercan a mi y sin mirarle contesto.
—!Esta niñata le dio el mejor sexo de su vida, acéptelo, asuma lo y disfrute de los recuerdos comandante! — Continúo con paso firme y lo escucho bufar, atravieso la base hasta llegar a la estación medica
—¡Tanner!— Grito por lo alto.
—¡Aquí! — Replica en algún lugar de el maldito consultorio doy un par de pasos adentro con un poco de fastidio, no me gusta para nada este tipo de lugares, "los odio con mi puta alma" ese se ajusta mas.
—¡Tanner!— Le llamo nuevamente ahora mas cabreada, parece entender porque escucho sus pasos apresurados en mi dirección así que retrocedo hasta la entrada.
—¿Tara? ¿Me necesitas? — dice agitado al tiempo que llega a mi.
—Dame algo para la resaca —Completo entre cerrando los ojos y el sonríe ahora despreocupado.
