El honor corría por mis venas desde antes de nacer, mi padre y abuelos me criaron para la grandeza, sin mas limites que los que mi mente decida ponerse, mi familia me dio el honor y la meta, la armada Americana el rifle y el entrenamiento, yo los h...
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Tara Amarok.
Lunes a cuarto para las 0500 horas estoy en la entrada de batallón, cae una leve briza, así que tengo la campera militar con capota rediblo mis pies mientras espero.
El fin de semana fue muy productivo, el comandante de los Delta regreso el viernes, para mi grata sorpresa Kean sigue siendo el mismo idiota alegre de siempre, compartimos un par de misiones en Alemania hace algunos años pero también compartimos entrenamiento en NY junto con Toru en la escuela militar, así que pasamos el fin de semana entero juntos, compartimos practica de tiro, entrenamos combate cuerpo a cuerpo siempre ha sido mejor que yo, aparte de ser muy musculado es muy veloz lo que suele ser muy inusual y a diferencia de mis chicos ataca sin miedo a las repercusiones.
Ahora le debo los moretones que adornan casi mi cuerpo entero, así como las petequias alrededor de mis ojos y lo hermosas que quedan sus manos alrededor de mi cuello, como yo soy demasiado terca para rendirme y el demasiado orgulloso como para ceder sin mas no se detuvo hasta que quede inconsciente.
Hablamos del topo y creemos que por fin tenemos a los culpables ahora solo necesita la confirmación de datos por parte de Nath y asegurar las pruebas dignas de un juicio militar, son solo un par de chavales que piensan que el dinero esta primero, solo que demasiado inteligentes.
Paso la mano algo húmeda por mi cuello aun adolorido, la molestia de tragar saliva aun no desaparece, veo las gotas estrellarse contra el húmedo suelo y mis botas.
Nota mental: No darle acceso a mi cuello a Kean.
No estoy dispuesta a pasar otras dos horas junto a una maquina de oxigeno tratando de recuperar la capacidad respiratoria, llevo mi vista al reloj: 0500 horas
Unas botas militares aparecen en mi campo visual levanto la vista de reojo y me detengo en los ojos de Toru, nos encontramos aun en penumbra el amanecer esta próximo a nosotros, mas si no deja de llover el entrenamiento matinal será a campo cerrado, creo que noto las marcas por su gesto, pero Nath lo interrumpe saltándole encima como a mi la ultima ves que salimos, se saludan y puedo escuchar las voces de los tres llegando.
—Los quiero listos para entrenar en 15 en el pabellón 12 — Digo sin mirarlos, no me apetece enfrentarme a ellos en la entrada al batallón.
—¿Tara?, ¿estas bien?— la voz de Toru a la distancia.
—Dejen sus cosas en la 50 los espero en el pabellón 12, — Insisto. Ignoro por completo su pregunta y me apresuro al pabellón de entrenamiento cuerpo a cuerpo, es algo así como un gimnasio gigantesco con cuerdas de techo de distintas alturas, pared de escalada, sacos de boxeo, pesas, algunas maquinas típicas de un gym, un cuadrilátero tipo UFC todo lo necesario para practicar cualquier tipo de arte marcial.
Saco pequeña libreta del bolsillo donde estaba la rutina de hoy, mientras los espero diseño una nueva para el cambio de ambiente, les escucho entrar en medio de muchísimo alboroto hablan sobre donde estuvieron el fin de semana, familia alcohol y demás, dejo encima de la mesa la lista de ejercicios y empiezo sin darles la orden, estoy algo cansada, mas de lo normal me atrevería a decir y lidiar con ellos solo me cansaría mas.
