El honor corría por mis venas desde antes de nacer, mi padre y abuelos me criaron para la grandeza, sin mas limites que los que mi mente decida ponerse, mi familia me dio el honor y la meta, la armada Americana el rifle y el entrenamiento, yo los h...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dereck
-Mi abuela de 80 y cadera prostática corre mejor que ustedes señoritas!!!!- grita con voz firme y ronca y no entiendo como lo hace cuando ayer sangraba a causa de lo mismo
Verla siempre es un gusto, y mas cuando tiene esa expresión tan seria tan ruda, tan sexy a la ves, hoy repasa las clases de circuito con los reclutas a la espera de a graduarse, solo los mejores llegaron hasta aquí, ella les demuestra que es la mejor en lo suyo.
No deja de ser frustrante ni entiendo como todo se fue a la mierda en cuestión de unas cuantas palabras he intercambios de silencios
no entiendo como me permití perderla
Sonríe con suficiencia cuando terminan de correr, ella por delante de ellos con por bastante.
—Quien pueda romper o igualar mi marca se ganara mis beneficios— señala la laptop sobre su mochila y todos abren los ojos al ser reclutas de escuela aún tienes las comunicaciones restringidas a los permisos bimensuales y secesos casa dos meses.
—¿cual es su marca mi comandante? —pregunta un cadete galantería y ella sonríe con soberbia,
— Se las mostrare—, se saca la cazadora y el pantalón queda en top y shorts ajustados las chicas la miran con envidia, los chicos con deseo algunos se acomodan el pantalón y frustración aumenta solo yo debería disfrutar de esa hermosa vista, muero por besarla hacerla mía o como menos gritarle a estos pubertos que solo podrían soñar con ella porque su cuerpo y alma son de mi maldita propiedad, pero las cosas párese haber enfriado entre nosotros, me mando a volar y ha conseguido evitarme con éxito desde la última vez que hablamos.
Tres días han pasado que le pedí una oportunidad, la interceptarla esa noche cuando volvía con Shinoda, no se que me ha hecho esta mujer, y por más que se cierre en decirme no quiere esto sus hermoso orbes me gritan lo contrario.
(......)
Verla a abraza a el me molesta, me cabrea bastante, cruzan la entrada de la base militar entre risas y bromas, tanto se divierten en tre ellos que no me han visto.
—¿¡Ennnnseriiiooo!?, no me jooodas Shini. No. Me. Jodassss —Arrastra sus palabras mientras aparta a Shinoda de un empujón.
¿Esta ebria?
—shee... —Contesta el idiota envolviendo entre sus brazos de nuevo, no tengo que pensarlo mucho para saber que han bebido, o mejor dicho se han inundados en alcohol.
—¡Elly!, —La tomo le codo para separarla de él, sus hermosos ojos dan conmigo. Tiene las pupilas tan dilatadas que son casi negros, ríe hermosamente cuando nuestros ojos se encuentran.
—¡Ey tu!,— toma mis mejillas entre sus manos —Creo que te odio... ¿O no?— masculla malamente y mi corazón se acelera de inmediato. —¿Acaso lo odio? —Indaga mas para cuando le mira sobre el hombro.— ¿Puedo odiarte?
