Respiro hondo. Esta es como otra noche más, no debería ponerme así de nerviosa. Pero lo hago, mi cuerpo tiembla con solo saber que él va a estar ahí.
Respiro nuevamente, me coloco el ultimo brazalete y salgo de la habitación. Bajo por las escaleras y salgo camino a aquel evento que estuve evitando toda la semana.
EL trayecto se vuelve insufriblemente largo, lo exacto para poder pensar miles de cosas, las miles de cosas que podrían ocurrir esta noche. Las opciones que tengo, salir corriendo es una de ellas . . . ¿Pero lo haría? ¿Él me afecta tanto como para salir corriendo de una fiesta tan enigmática como esta?
No lo sé, él es capaz de todo. Lo confirmó la ultima vez que estuvimos juntos, porque jamás me atrevería a pensar que aquel inglés de metro noventa sería tan arriesgado, tan impulsivo . . . tan atractivo.
Llegamos a la entrada principal de la reunión, luces tenues le dan un aire de misterio, clandestinidad, es la palabra que describiría el evento en su totalidad.
Arrugo los lados de mi vestido con mis manos temblorosas y trato de no pensar en lo peor. Volteo a todos lados y visualizo a Holland con la mano en el aire, camino hacia él y me siento algo culpable por no haberle contado los últimos sucesos. Él es mi mejor amigo, y me duele no decirle la verdad, pero ¿Qué diría?
"Oye, Tom Hiddleston y yo tuvimos un encuentro muy grato en el baño la semana pasada. Ya sabes . . . Loki . . ."
Sería asqueroso, repugnante . . . tan vulgar. ¿Cómo se supone que debería actuar una persona normal en estos momentos?
Solo soy una chica cualquiera, con suerte de tener a una amigo famoso en la pantalla grande. Siento que me aprovecho de el en algún sentido, sin el no hubiera podido conocer a nadie . . . no hubiera ocurrido esto, definitivamente. Y no me estoy quejando, no me malentiendan, pero vamos . . . soy humana, lo máximo que llegué a pensar era que conocería a mi ídolo y me desmallaría delante de él. Hubiera sido mejor . . . creo.
Caminamos al interior y puedo ver a todo el equipo de Marvel Estudios, todos conviviendo entre si. Algunos camarógrafos y escritores conversan alegremente cerca a la barra libre al igual que algunos de casting principal. No quiero ver más allá o se que me o encontraré y seré débil.
Holland me jala a la pista de baile y damos un par de vueltas, nos divertimos, a pesar de todo. Reímos, cantamos, bailamos y bebemos unos cuantos tragos, lo cual no ayuda a que la cordura se mantenga en pie.
— Voy por otra ronda, no te vayas — le digo a mi mejor amigo que se extiende sobre la mesa riendo y asintiendo. Sonrió al verlo comportase cómo u niño pequeño. Camino en dirección a la barra y paso al lado de Hemsworth quien me saluda moviendo su cabeza y yo solo meneo la mano de un lado a otro respondiéndole.
Me inclino en la barra y ordeno una ronda más de el trago azul que nos estuvo dando el bartender toda la noche. Él asiente divertido y me alza un dedo para que aguarde. Empiezo a tambalear mis dedos sobre el vidrio de la barra expectante por los tragos, y no empiezo a considerar la mala idea que es estar sola en estos momentos, hasta que una mano grande se posa junto a mi brazo.
Trato de darme vuelta, pero otra mano se coloca en el lado contrario y me dejan acorralada contra la barra. Respiro con dificultas hasta que su colonia me invade y solo quiero verlo. Quiero darme la vuelta y ver cuan estupendo ha de estar en su traje de gala.
Ambos estamos en silencio, pero él está acercándose más a mi. El calor se empieza a sentir aquí y más cuando siento su nariz rozando mi cuello, luego sus labios y quiero que me bese. ¿Porqué no lo hace?
Los tragos llegan y el bartender nos mira intrigado, pero no dice nada. Quizá toda l agente empieza a sentir la tensión que corre por aquí, o el calor que de un momento a otro se hizo presente. No sé.
— ¿porqué no hemos bailado todavía? — pregunta curioso mientras una de sus manos se va entrelazando con la mía, nuestros dedos encajan muy bien y eso me hace temblar.
— porque aun no me has invitado — respondo con la poca valentía que me queda, y él ríe por lo bajo.
— eso se va a remediar en un segundo — tira de mi y me da la vuelta, ahora si puedo ver y confirmar que todo lo que me haya imaginado quedó hecho trizas. Se ve malditamente caliente y muy guapo. Superando, como siempre, mis expectativas.
Tiene un traje negro y la camisa media abierta, y sonríe, me sonríe a mi, siempre con una idea traviesa detrás de sus lindos modales.
Vuelve a jalarme y me lleva a la pista de baile. Me pega a él y sostiene su mano con la mía mientras la otra se posiciona en mi cintura. Suena una canción rápida, pero bailamos lento, sin importar nada. Escucho los latidos de su corazón, son rápidos, nerviosos. . . y los míos son iguales de seguro.
Alzo la mirada y encuentro sus bellísimos ojos que me transportan a otro universo y sonrió, porque me siento cómoda aquí, porque a pesar de temer no poder afrontar todo esto, lo estoy haciendo de maravilla . . . Aún no me he desmayado, que bien.
— ¿Porqué me has estado evitando?
No se como contestarle, es raro pero una parte de mi siempre me recordaba que somos de mundos diferentes, él debería seguir saliendo con artistas acostumbrados a tener cámaras encima, yo soy nadie, una x sobrante en la ecuación.
— perdón — es lo único que puedo decir, porque enserio lo siento, quizá el no tenia que ser parte de mis inseguridades mentales, quizá también debí comentárselo, pero la vergüenza es mas grande, el no querer verme débil frente él me gana.
— no tiene que pedir perdón, está bien — suspira y yo lo sigo — cuanto te pedí que no te contengas hablaba en general, no contenga nada, ni tus deseos ni tus sentimientos . . . todo lo que quieras es tuyo ¿entendido?
Muerdo mi labio y asiento. ¿Cómo una persona normal enfrenta esto? ¿Me explicas?
Tom nos saca del lugar y nos lleva a un lugar más privado. Toma mi mano y la lleva a sus labios dejando un beso tierno y suave.
— ¿Qué te tiene tan pensante? — lo sabe, y no sería mal momento para confesarle mis inquietudes, solo que son demasiadas.
— Si te soy sincera, tú — me da una mirada curiosa y tengo que mover la cabeza para aclarar mis pensamientos. — ¿Cómo esperas que racione una chica cuando el hombre de sus sueños la besa y nota su presencia? Bueno seria que solo fueras un simple jugador de futbol del cual estoy completamente enamorada, pero no . . . eres el maldito Tom Hiddleston, estas son las grandes ligas . . . y apenas tengo veintidós, no es normal — todo sale tan rápido y él solo esta sonriendo.
— Todo lo que puedas sentir o querer hacer es normal, puedes estar con la persona que quieras, y no te deberías preocupar por quien es o quien deja de ser. Que sea o no Tom Hiddleston no cambia el hecho de que me gustas muchísimo y me atrevería a decir que . . . estoy enamorado de ti. . . y ¿Quién es ese jugador de futbol del que estas enamorada?
Sus palabras hacen que mi respiración se vuelva lenta y controlada, por alguna razón me ha calmado y se siente bien . . . por ahora.
No digo nada, solo me tiro sobre él y lo beso, evitando pensar en las cosas, evitando tratar de comprender como es que esto esta pasando. Aceptando que si, efectivamente esta asando y no pienso echarme para atrás cuando ya lo dije . . . es el maldito Tom Hiddleston.
Sé que tu tampoco te harías para atrás . . . ¿o me equivoco?
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One Shots th
Fanfiction¿Te imaginas caminar de su mano, sentir sus labios en tu mejilla mientras revives alguna escena romántica de aquella película que viste hace unos días? ¿Te imaginas ser ESA chica? Pues estás invitada a introducirte en este mundo donde la única chica...