Everyday

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Dedicado a todas ustedes linduras por dejar sus chulos comentarios y votos. Ya son 82.7k de lecturas y estos demasiado orgullosa. Besotes, y disfruten.


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Mordí mi labio inferior y bajé la mirada para encontrarme con su sonrisa traviesa. Reí un poco y me acerqué a sus labios depositando un beso. Estaba sobre él con las manos en su pecho mientras él las tenía cruzadas debajo de su cabeza. 

-Sabes muy bien- Susurró en medio del beso posando sus manos en mis muslos para acercarme a él. Sentí como su sexo hizo fricción con el mio y gemí por lo bajo. 

-Loki, son las tres de la mañana, no podemos hacer lo que tu mente sucia quiere que hagamos- Dije contra sus labios depositando un beso corto mientras volvía a erguir la espalda. 

- pero es que te ves tan bien en ropa interior.

Me reí por su comentario y me separé de él para bajarme de la cama e ir al baño. En el camino tomé una de sus "prendas midgardianas" como solía llamarles, y me la puse, era una camiseta vieja algo gastada que me quedaba extremadamente enorme a decir verdad. 

Fui al lavabo y tomé mi cepillo dental, dejé un poco de crema sobre las cerdas y luego empecé a cepillarme los dientes. Vi por el espejo como el señor del engaño venia hacia mi y se posicionaba detrás, tenía las manos a cada lado mio, apoyadas en el mármol del lavabo mientras observaba cada uno de mis movimientos. 

-¿qué se te ofrece?- Pregunté con la boca llena de espuma. Lo vi sonreír nuevamente, amaba esa sonrisa, amaba que estuviera feliz, sin problemas, conmigo, abrazándome, besandome, amandome y yo amándolo. Lo amaba. Estaba enamorada del Dios de las travesuras y el engaño y estaba más que feliz de que hiciera alguna de sus travesuras conmigo si eso lo hacía feliz. 

- pues solo estoy admirandote, me apetece verte así todos los días princesa- Sus palabras me dieron cosquillas en el estómago y algo de risa. 

- ¿cómo así? ¿con crema dental en la boca y toda desaliñada?- Dije en broma causando que saliera una ligera risa de su boca. 

- pues si, porque creeme que me eres perfecta en este momento.

Tenía el cepillo en la mano y sentía como la espuma se iba chorreando de mi boca por tenerla abierta mucho rato, por quedarme pasmada ante su repentina declaración. Escupí toda la espuma y enjuagué mi boca con agua para luego regresar a mi posición anterior, frente al espejo y con los ojos bien abiertos de la impresión. 

Me di la vuelta lentamente haciendo que se moviera unos centímetros para darme espacio, seguía con las manos apoyadas en el mármol y sus ojos azules tenían un solo objetivo, yo.

-¿cómo es posible que alguien como...tú...pueda querer tanto a alguien como...yo...es decir eres un Dios, podrías tener a la más hermosa de las diosas allá en Asgard, por qué yo?- Esa debió haber sido la pregunta más larga que había hecho en mi vida entera, pero necesitaba saber el por qué de sus palabras.

- es simple preciosa, tú eres diferente a cualquier diosa de Asgard, tú eres única, eres la única que me da eso que me hace falta sin saberlo. Eres a la única que le digo todo y que extrañamente me comprende.- Pasó una de sus manos por mi mejilla dando una leve caricia que me hizo ruborizar.

Suspiré enamorada y busqué en sus ojos algo que me indicara que quizá podría ser uno de sus trucos para obtener algo, pero no lo era, era 110% verdad.

- me encantas tanto princesa, me encantan tus ojos, tu sonrisa, me encanta la forma en que te sonrojas cuando te ríes, me encanta tu risa, creo que es el sonido más armonioso que he podido escuchar en todos mis años. Me encanta cuando te duermes y parece que los nueve mundos estuvieran en paz cuando es todo lo contrario; y no es por ser vanidoso, pero me encanta la manera en la que brillan tus ojos cuando me ves. Eres perfecta siendo tú, y no quiero a nadie más que a ti.

Mi estaba semi abierta y por mi mente solo pasaba una cosa, tenía muchas ganas de besarlo. Lo hice después de unos segundo, envolví mis brazos en su cuello y lo besé tomándolo por sorpresa, sonrió en medio del beso y bajó sus manos a mis muslos, los apretó y me tomó de ellos para sentarme sobre el lavabo y abrirse paso entre mis piernas. 

- te amo Loki Laufeyson, eso te lo aseguro, te amo, me encantas y solo te necesito a ti y a tus besos para seguir día a día.- Solo bastaron esas palabras para que el beso se volviera algo más rudo. 

Loki me cargó y me quitó de la encimera, pude sentir como salíamos del baño y luego una superficie blanda cubrió mi espalda. Nos separamos un poco, ambos teníamos la respiración agitada y sonreímos como románticos empedernidos a punto de tener el mejor sexo de su vida. 

La idea de que nuestra historia de amor sea escrita por Shakespeare y que este piense que somos los más románticos del mundo me daba risa, porque no lo éramos, y no lo seríamos nunca; no representaríamos jamás un amor drástico como Romeo y Julieta, jamás nos escribiríamos cartas de amor, jamás; lo nuestro era el momento, disfrutar cada día, besarnos sin importar lo que la gente diga de mi o de Loki, sin importar que él halla asesinado a muchas personas en Nueva York, lo nuestro era reír, jugar, divertirnos y tener sexo, el mejor sexo jamás narrado por alguien. esos éramos nosotros. 

Loki quitó la camiseta y dió besos sobre mi sujetador, fue bajando hasta llegar a mi abdomen, besó i ombligo y jugó con el elástico de mis ropa interior que llegaba hasta la cintura, como me gustaban. Bajó la prenda con disimulada desesperación y dió besos sobre mi piel hasta tener mi sexo frente a él. No pude saber el momento exacto en el que haría algún movimiento, pero cuando lo hizo fue a gloria. 

Arqueé mi espalda y gemí mientras su lengua entraba y salía de mi sexo con rapidez, sus manos separaban mis piernas mientras que una de las mías se enredaba en su cabello y la otra se aferraba a las sabanas. 

No fue novedad que e corriera a los minutos puesto que estaba sumamente excitada y él hacía maravillas. Fue repentino el momento en que se acercó a mi rostro y me besó, aún no me recuperaba del orgasmo anterior y él ya tenía su miembro dentro de mi, penetrandome mil veces por segundo mientras arañaba sin piedad su espalda. 

-Loki- Gemía alto, ahora ya no importaban los vecinos, tenía que follarme a mi novio con ganas o si no no lo disfrutaría. 

Quitó mi brasier y empezó a repartir besos por mis pechos, una de sus manos estaba enredada con la mía mientras que la otra estaba sobre mi pecho, dando leves tirones en mi pezón lo que solo me excitaba más.

Su boca volvió a ocuparse de la mía para poder llegar juntos al climax, tomó mi pierna y la alzó para profundizar sus movimientos hasta que la cabeza empezó a darme vueltas, la vista se me nubló y pude sentir el segundo orgaso abandonar mi cuerpo. Loki terminó sobre mi pecho, besando mi cuello delicadamente mientras jugaba con su cabello quitandolo de su rostro. 

- ¿mi amor?- llamé casi en un susurro.

-dime princesa- Dijo lentamente, sabía que se estaba quedando dormido.

- me gusta como follas- dije entre risas bajas, vi una sonrisa aparecer al igual que un ligero rubor. 

- y a mi me gusta follarte bebé- Besó mi pecho y su respiración empezó a ser lenta. 

Habíamos despertado a todos los vecinos así que sabía que era hora de dormir. Como dije, no somos una pareja al estilo SHakespeare, solo somos Loki y ___, ____ y Loki, así de simple. 




One Shots thDonde viven las historias. Descúbrelo ahora