Sky full of stars

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Y ahí estábamos los dos, en medio de una isla desconocida, gobernada por un simio gigante que por alguna razón era odia por muchos y querido por otros.

En medio de las tierras del Rey Kong habían dos personas obviando la guerra interna en la isla, habían dos corazones que se juntaron con ansias de amor y de sentimientos, con ganas de sentir lo que creían perdido; dos almas hechas uno que disfrutaban de su alrededor, de la naturaleza, de lo que la Isla les ofrecía.

Esas almas éramos ella y yo, esas líneas dispareja que en algún momento encontraron su camino de regreso en el mismo sentido, dos personas que en situaciones ordinarias quizá no se hubieran notado; pero aquí estábamos, ella y yo, con nuestras manos entrelazadas bailando bajo las estrellas, sin música, sin gentío, solo los dos y el sonido de las luciérnagas adornando el momento.

Ahí, bajo ese cielo tan raro de ver pero a la vez tan hermoso y encantador estaba el rey Kong, observando como sus tierras podrían proporcionar el ambiente perfecto para que dos corazones rotos vuelvan a creer en algo perdido, en algo olvidado; era simplemente perfecto.

Su cabeza en mi pecho escuchando cada latido de mi corazón recompuesto, escuchando como los engranajes de mi sistema se movían y acoplaban solo para ella, para mí hermosa dama.

No sería perfecto para muchos, ni lo adecuado, pero era suficiente para mí, lo necesario para saber que seguía vivo, que por ella las ganas de vivir seguían ahí.

La separé ligeramente para ver esos hermosos ojos marrones, ni la más hermosa estrella podría compararse con sus ojos resplandecientes, nada podría igualar la intensidad de su sonrisa brillante que me daba la seguridad absoluta de que estaba haciendo lo correcto. De que con ella podría tenerlo todo y a la vez nada. De que ella valía todo, que ella era mi todo.

La volví a pegar a mi pecho y sentí la seguridad absoluta. Volví a tenerla conmigo y a sentir su sonrisa contra mi pecho, sonreí por instinto y la estrujó más conmigo, ninguna cercanía seria suficiente.

-es perfecto- me atreví a decir, capte su atención de inmediato, pero no la separé de mi en ningún momento.

-si, lo es- su susurro fue suficiente para saber que tenía razón, que era ella la indicada, que era ella quien me quitaría el aliento el resto de mi vida.

- tú eres perfecta- quizá halla cometido el error de hacérselo saber, quizá los nervios de que ella sepa cuanto me gusta me carcome vivo y me hacen decir tonterías, aunque sean ciertas.

La sentí separarse de mi ligeramente y  volvió a posar sus encantadoras esferas en mi, me enloqueció una vez más.

-¿eso crees?- preguntó como si hubiera dicho algo ilógico. Le sonreí con cariño y acaricié su rosada mejilla.

A pesar de estar en una isla desconocida, con militares por doquier, rodeados de armas y con suciedad sobre nosotros, no podría escoger otro momento que esté para decirle que era cierto, que ella era perfecta.

-lo sé, sé que eres tú quien toda mi vida estuve buscando, se que eres tú con la única que podría tener un momento mágico en un lugar poco adecuado, se que eres tú la única que puede hacer que mi corazón lata de nuevo. Eres tú.- mis palabras salieron como si fuera algo natural.- Eres tú y me alegro de que sea aquí donde te diga todo lo que siento, todo lo que me haces sentir, todos los sentimientos desenfrenados que se remueven en mi interior- me iba acercando poco a poco, cada vez más cerca de esos hermosos labios rosados que tanto me apetecía besar.

Cada vez más cerca del paraíso.

Cada vez más cerca de ella.

Cada vez más cerca de mi perdición.

Junte nuestros labios con cuidado, acaricie los suyos con delicadeza, transmitiendole todo el deseo que tenía por ella y lo mucho que me encantaba en todos los sentidos.

Todo lo que nos rodeaba desapareció en segundos, volvimos a ser ella y yo bajo un cielo estrellado en una isla desconocida, desaparecida y olvidada. Estábamos solos en nuestro paraíso, bajo luces incontables que daban la calidez perfecta al momento.

Volvimos a la realidad en cuanto escuchamos disparos, la noche había acabado para nosotros pero seguíamos juntos...¿no? Y eso sería siempre y cuando estemos juntos, siempre y cuando no pase nada.

Porque con ella sentía la valentía de poder hacerlo todo, sentía una fuerza enorme para poder enfrentarme a cualquiera.

Ella era mi todo, sería mi todo, y solo así podía seguir de pie en esta isla, solo así podía seguir del lado correcto, solo así podía seguir viviendo.

Solo con ella, bajo este cielo estrellado, podía sentirme vivo otra vez.










Quizá algo cortó, algo no esperado, pero aquí al fin y me alegro poder escribirles de nuevo.

Seguiré actualizando girls.

Besos ❤

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