One Shots th

Parents

Besé rápidamente sus labios viendo como abría sus ojos y me mostraba esa blanca sonrisa. Sus brazos se ajustaron a mi cintura pegándome más a él, pude sentir su respiración chocar contra mi cuello mientras que su gloria matutina se hacía presente entre sus piernas. Mordí mi labio y lo empujé ligeramente para quedar sobre él.

-buenos días a ti tambien- dije balanceándome hacia adelante para lograr una ligera fricción entre nosotros. Entrecerró los ojos dándome una mirada de advertencia, pero no hice caso y seguí dando ligeros movimientos.

Loki hizo un movimiento rápido para que en segundos termináramos cara a cara, mi pecho pegado al de él mientras sus manos se ajustaban a mi cintura con firmeza.

- la verdad que si son muy buenos- susurró contra mi boca antes de besarme, un beso rudo y fuerte que solo me hizo gemir y aferrarme a su espalda.

Enredé mis dedos a su cabello mientras le daba acceso a su lengua quien de inmediato se acopló con la mía, una unión perfecta y algo ansiosa.

-Loki...alto- las palabras salieron de mi boca cuando la razón se apoderó de mi. Mi vista se dirigió al reloj de mesa que marcaba las doce del medio día. Hice una mueca mientras disfrutaba de los besos fríos que el Dios estaba esparciendo por mi cuello.

-no me voy a detener y lo sabes- dijo contra mi piel mientras me apretaba más a su cuerpo haciéndome gemir una vez más.

-Laufeyson tendrás que hacerlo- mordí mi labio mientras hablaba haciendo que las palabras fueran poco entendibles.

Loki no se detuvo, ya se había deshecho de mí camiseta de dormir y estaba entretenido en mis pechos, lo suficiente como para llevarme a la perdición junto con el.

La cordura estaba perdiendo contra la lujuria y el deseo, mis uñas estaban arañando su espalda dejando marcas que elevarían su ego unas horas más tarde; mis piernas estaban a cada lado de sus caderas apretándose a ellas mientras mi sexo se humedecia cada vez más.

- mis padres....están en camino- las palabras fueron como una bala directo a la superficie sólida y fuerte que cubría al Dios Asgardiano. Sus besos se detuvieron y me alejé un poco.

Su vista estaba perdida, y sus labios semi abiertos. El agarre en mi cintura se había debilitado mientras que lo veía palidecer.

-¿Loki?- pregunte preocupada.

Pasaron unos cuantos minutos cuando por fin reaccionó y volvió a respirar.

-¿cuándo?

- ahora- dije temerosa.

-¿y por qué no me dijiste antes?- preguntó con exasperación y algo agitado.

- porque creí que si te lo decía antes saldrías corriendo o qué se yo, quizá nos transportarías a Asgard durante un tiempo indefinido...

-creeme que es lo que quiero hacer en estos momentos.- sentí algo de temor en su voz cosa que me pareció súper tierno.

- amor, descuida, vamos Loki eres un Dios y ellos son unos simples padres Midgardianos, podrás manejarlo- lo animé dándole un ligero golpe en el hombro.

La escena había cambiado radicalmente, mi sexy Dios lujurioso había sido remplazado por uno temeroso y tierno cuya gloria matutina ya no estaba presente.

-si...pero esos simples midgardisnos son los padres de la mujer de mi vida, no voy a perder a mi princesa al estropear la relación con tus padres- hablaba serio y algo enrojecido, sonreí y lo besé aferrándome a él nuevamente.

-pues no me iría de tu lado aunque el peor de los peores villanos de los nueve mundos atacase la tierra- dije sonriente viéndolo alzar una ceja y sonreír de costado.