Black Friday

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-vamos- le pedí una vez más, pero él se mantenía serio y negativo.- por favor- le volví a insistir,  aunque sabía que ya no tenía caso.

En este punto de la discusión yo estaba sentada en sus piernas y jugaba con su cabello, tratando de persuadirlo de alguna manera, aunque este Dios nórdico sí que era difícil de convencer. 

-¿qué es lo que quiere ahora la niña?-preguntó Stark llegando a la sala junto con Steve.

-quiere ir a algo de un viernes...no entendí- habló por fin Laufeyson, pero sin dirigirles la mirada, estaba concentrado en su lectura, o eso parecía.

-sabía que me estabas prestando atención- besé su mejilla y seguí jugando con su cabello.-vamos Loki, jamás te eh pedido nada, solo quiero esto por favor.

Cerró su libro de una sola palmada y me observó con la mirada entrecerrada.

-¿segura que jamás me has pedido nada?...¿y que hay de ese viaje a los ocho mundos?, ¿que pasa con el día que te presté mi yelmo toda una semana?...oh ¿y qué hay del día en que me pediste parar el tiempo para tu ya sabes que?...princesa, siempre te doy lo que quieres, pero esta vez no- sus palabras me hicieron más chiquita de lo que ya era, me sentía mal, pero mi niña interior quería seguir haciendo un berrinche.

-Stark ayudame- volteé a mirarlo con cara de perrito, cosa que logra convencer a muchos de los vengadores. Tony se cruzó de brazos y viró los ojos como toda una diva, caminó unos cuantos pasos y se sentó en el sofá más cercano. Presentía una charla al estilo Stark.

-¿qué es lo que quieres niña de otro mundo?- preguntó acercando su rostro y yo me estiré un poco, colgando del cuello de Loki y le sonreí.

-quiero ir al Black Friday- le susurré y rápidamente abrió los ojos y se enderezó.

- ¡NO!- su respuesta me hizo cambiar la sonrisa por un puchero y entonces lo vi sonreír, vi a Loki, maldito Dios, sonreir.

-¿comprendes el significado de ayudar no?- pregunto irónica y me fulmina con los ojos.

-nena, es muy peligroso, ¿sabes cuanta gente muere solo por conseguir las cosas super baratas?, podría comprarte la tienda si quieres, pero no irás- parecía más un padre, que una diva millonaria.

Las opciones se me acabaron, no tenía más remedio, quería experimentar alguna costumbre de este país, pero me la estaban negando, solo porque podría morir. Así me caiga el meteorito más grande de mundo, no podría morir. Bajé la cabeza rendida hasta que los dedos fríos de Loki me la levantaron del mentón y me hicieron verlo. 

- cariño, no quiero que te pase nada,  y menos que te pase algo sabiendo que yo accedí a llevarte, entiende que e spor tu bien, porque te amo demasiado y si te perdiese de vista por un minuto en ese lugar, con tanta gente ahí, creeme que moriría enseguida.- sus palabras fueron seguidas de un tierno beso en la nariz. 

-no me pasará nada Loki, entiende, solo quiero sentirme parte de este mundo también.

-existe la Navidad- dijo Steve quien se calló al instante cuando lo miré mal.- lo siento.

-¿qué debo hacer para que aceptes?- volví a preguntar al Dios que me tenía encima suyo.

-nada e hará cambiar de opinión.

Debía haber algo, es decir, todo el mundo tiene una debilidad...pero que yo sepa su única debilidad era yo; fue por mi quien detuvo el ataque chitauri, fue por mi quien aceptó ayudar a Thor contra los duendes oscuros...no podía tratar de hacerme daño solo para ir a comprar, sería ir demasiado lejos.

-quiza debas hacer algo que le guste mucho, como no sé...¿a solas?- la voz de Tony, por más que haya sido un susurro, pudieron escucharlos varios que estaban en aquella habitación. 

One Shots thDonde viven las historias. Descúbrelo ahora