One Shots th

De ángel a Dios.

*fondue fondue fondue fondue fondue*

Conocias a Tom desde que eran unos adolecentes. Si bien no iban a la misma escuela eran vecinos y sus madres muy buenas amigas.

Invitabas a Tom a cada reunión familiar que tenias ya que, como tu mejor amigo, le tocaba salvarte de todas esas charlas aburridas.

El niño encantador de riso rubios era lo mejor que pudo haberte pasado en la vida, te sacaba de apuros, mientras que tú lo solias meter en ellos. Eran la pareja ideal y eso siempre pasó por la cabeza de Tom.

Fue en el último año que Tom se decidió por invitarte al baile que habría en su secundaria. Era en ese momento entonces, donde tu cuento de hadas parecia volverse realidad. Conseguiste el mejor vestido, uno rojo, tu color favorito. Parecias sacada de Disney. Tom parecía un muñeco de pastel de bodas, te había entregado la orquidea como todo un caballero y habia hecho una escena muy inusual en tu casa.

-señor mucho gusto...vengo a recoger a la hermosa dama de esta casa, claro, después de su esposa- ante esas palabras tu padre había quedado conmovido y tú habias reido sonoramente, nada que ver con la dama que estaba recogiendo Tom; sin duda a él le encantaba todo de ti.

Pasaron una noche maravillosa y al termino de la velada Tom te dijo todo lo que sentía por ti. Era maravilloso saber que los sentimientos eran recíprocos. Una niña como tú con un niño como él, simplemente espectacular.

A todos le encantó la idea, sin duda eran adorabls juntos.

La pareja perfecta a decir verdad, lo acompañabas a sus clases de teatro, a la universidad, él te llevaba a la universidad muchas veces. Las noches que tenias que estudiar él estaba ahí repasando contigo, te ayudaba en tus trabajos y más. Era un ángel caido del cielo.

Hasta que todo cambio. Ambos cambiaron a decir verdad. Ya no eran los mismos muñecos de pastel de antes. Tom se había convertido en todo un ssdx-symbol, todo un Dios. Los risos desaparecieron y su cabello amarillo claro se oscureció. La cara de niño bueno ahora solo te decía:" quiero meterte en mi cama y hacerte gritar mi nombre".

Tenias de novio al hombre más sexy del mundo.

Tú no te quedabas atrás, tu cabello largo y marrón que atabas en trenzas de niña cambiaron, te cortaste el cabello y le pusiste algunos mechones claros. Ese cuerpo de niña delgada se había convertido en el cuerpo de una modelo, no tenias mucho que enseñar, pero tenias lo justo y necesario para que Tom se enamorara de ti cada mañana.

Habian pasado de ser la pareja perfecta a la pareja más ardiente de Hollywood. Simplemente HOT.

La premier de Avengers iba a ser esta noche, por lo que escogiste el mejor vestido para acompañar a tu ardiente novio. Lo viste vestirce, se colocó la camisa después de haberse puesto ya el boxer y los pantalones, tú simplemente estabas fascinada con tremendo Dios con el que dormias. Tan envelezada estabas, que aun seguias en bata, con la ropa interior puesta. Sin pensarlo te acercaste por detrás y lo abrazaste para que dejara de abotonarce la camisa.

- mmm linda...¿sucede algo? - pregunto girando su cabeza y viendote con esos ojos azules que te gustaba admirar.

-eres muy sexy Tom...y tengo muchas ganas de quitarte esa camisa- le dijiste sin reparo, con él podias decir lo que quisieras y él no te jusgaría, es más, habian veces que él te decia ese tipo de cosas en la calle, y hacian de todo por encontrar un lugar. No le importaba donde, solo que estuvieras tú.

Tom sabía que llegarian tarde a la premier, pero eso no le importó, ya que giró y te alzó en un abrir y cerrar de ojos. Se dirigió a la cama y se sentó contigo encima, desamarró tu bata y besó tu cuello, centimetro por centímetro. Te tiraste un poco para atrás y te removiste sobre él sintiendo su erección ya promonente.