Capítulo 19

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El lunes en clase ninguno de los del grupo estaba muy por la labor. Haseul no dejaba de quejarse de su hermano con Sohyun y Jennie; Sohyun aun estaba dolida por la perdida de su mascota y se mantuvo bastante callada a todas horas, aunque solo Doyoung conocía lo que había pasado.
Changgu había faltado por estar enfermo y eso hizo que Doyoung tampoco hablase mucho pues, durante las clases quería prestar atención y en el descanso el tema de conversación no le llamaba.

—¿Y qué pasa con vosotros? —Dijo Haseul. Los cinco, contando a Sorn con la que se juntaban más desde que Jennie hacía el trabajo con ella, estaban en la cafetería almorzando entre clases para afrontar la última clase de la mañana en la que unos tenían lenguaje musical y solo Haseul cursaba historia del cine. La chica señaló a Sohyun y Doyoung, sentados uno en frente del otro junto a la cristalera de la cafetería. —No os habéis insultado hoy... ¿Estáis bien?

—No. Con lo de Rasputín no tengo ganas de hacer nada. —Sohyun apartó su almuerzo y se apoyó sobre sus brazos cruzados sobre la mesa. —Y tengo sueño y trabajo que hacer. —Se quejó.

—Ay Sohyunie... —Haseul le frotó la espalda. —¿Quieres venir luego al karaoke con nosotras? —Propuso. —¡Tú si quieres también Doyo! —Alentó. El apodo que había utilizado Sohyun se había popularizado entre el grupo y era común que Changgu o las chicas le llamasen así.

—Tengo que trabajar. —Dijo Sohyun. —Le doy clases de violín a una niña a las cuatro y después saldré un rato con Yujin. —Explicó. —Aunque si queréis podéis venir a casa más tarde y merendamos. —Propuso.

—¡Claro! —Dijo Sorn. —Podemos ir al karaoke mañana.

—Mañana Sohyun y yo hemos quedado. —Explicó Doyoung.

—¡¿Cómo?! —Haseul abrió los ojos sorprendida.

—Por el trabajo de composición. —Añadió el moreno de manera obvia.

—Ah, claro... El trabajito... —La chica hizo un gesto quitándole importancia mientras bebía zumo. —Changgu y yo probablemente empecemos el mes de antes de la fecha de entrega.

El resto de la mañana no fue muy diferente; los ánimos brillaban por su ausencia entre todos y no podía ser menos un lunes como aquel en el que además, las temperaturas habían bajado y no había un ápice de sol que se dejase ver entre las espesas nubes.

Sohyun y Doyoung volvieron a casa juntos sabiendo que vivían en el mismo barrio prefiriendo andar que tomar el autobús. Ninguno de los dos dijo nada mientras caminaban al lado del otro, pero el silencio entre ambos no era incómodo en absoluto. Sin embargo, Doyoung fue el primero en romper el silencio.

—¿Estás bien? —Movió su mano nervioso queriendo tocar la espalda de la chica para reconfortarla, pero se lo pensó dos veces y se decantó por dejarla en el bolsillo de su chaqueta quieta.

—Sí... Bueno, eso creo. —Se encogió de hombros. —Anoche no dormí nada, entre la siesta inesperada de mil horas y el susto encima... Jaehyun vino a dormir conmigo para que me durmiese, como cuando éramos pequeños. —Recordó nostálgica. —Pero no pude pegar ojo. Aunque lo de Rasputín quieras o no, es el ciclo de la vida... No se puede hacer nada en contra de eso ¿no? —Miró al moreno esbozando una vaga sonrisa. —¿Y tú? ¿Estás bien? —Doyoung no esperaba recibir esa pregunto, así que dubitativo entreabrió los labios y tardó en responder.

—Eh... Sí. Sí supongo que sí. Mejor ahora que estamos en tregua. —Sohyun sonrió.

—No tientes a la suerte Duyeom. —Le dio un empujón mientras caminaban que desplazó con ligereza al chico. —¿Tienes planes para Mabon?

Hard for me |Kim Doyoung; NCT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora