Doyoung aún algo mareado por todo lo acontecido, se desplomó en la cama, se frotó los ojos y suspiró con el teléfono en su oreja.
—Deja que mi sabiduría te guíe, buscador de respuestas, pues noto en ti una energía negativa. ¿Qué te ha sucedido hoy? —Doyoung escuchó ensimismado la seductora voz de la bruja. Era pausada, serena y un tanto misteriosa, y sin saber por qué, se encontró a sí mismo hablando con una bruja, hechicera, o cómo se hiciese llamar esa mujer. —Recuerda que esto es una consulta telefónica, si deseas más profundidad en tus respuestas, dirígete a la dirección del anuncio que cargas en tu puño. —Doyoung frunció el ceño, como la bruja había acertado, aún llevaba el panfleto en la mano y se fijó en la letra más pequeña de abajo.
—Genial, —Suspiró sarcástico. —¿esta llamada va a costarme dinero? —Se quejó y juraría que había escuchado a la bruja reír. —Pero en fin, contaré lo que me ha sucedido hoy.
—Adelante, nárrame qué te ha acontecido para que acabases oliendo tan mal. —De nuevo, el moreno frunció el ceño. ¿Cómo había sabido que había acabado el día oliendo mal? Todo aquello le parecía demasiado turbio.
—Eh... Era mi primer día de algo importante, —No quiso dar demasiados detalles a una completa desconocida por teléfono. —Y he de tener la peor suerte del mundo porque... la he cagado de una manera muy bestia, y ahora todo el mundo se acordará y acabaré con una fama horrorosa y nadie querrá acercarse a mí y se volverá a repetir la misma historia que... —La bruja le interrumpió.
—¿Qué te hace pensar que tus compañeros de clase pensarán eso de ti? —Dijo aquella voz misteriosa.
—N-No he dicho que sean de clase, no he dicho que... —Doyoung comenzó a ponerse nervioso. Le recorría un gélido escalofrío por toda la espalda cada vez que aquella mujer atinaba con cosas de su vida.
—Pero he acertado, ¿verdad? —La mujer soltó una pequeña carcajada, divertida por el asombro del chico. Doyoung asintió aunque sabía que la hechicera no podía verle. —No te preocupes por aquello, mi intuición y las cartas me aseguran que mañana nadie se acordará de lo ocurrido... —El silencio se hizo en la línea durante unos segundos.
—¿Eso te dicen las cartas? ¿De mí? —Preguntó Doyoung ligeramente sorprendido. Estaba en un aprieto, ¿debería creer lo que esa bruja decía? Probablemente solo alargaba la llamada para que el cobro fuese mayor y así ganar más dinero.
—¿De quién hablarían si no? He consultado a la intuición y clarividencia divina. —Dijo la bruja. El moreno apretó el teléfono.
<< ¡Menudo tonito vacilón llevaba la Rasputina esta!>> Pensó.
—¿Qué más dicen? —Inquirió.
—¡Oh! —La bruja exclamó sorprendida. —No todos olvidarán el incidente de hoy... —Doyoung comenzó a tensarse. —Hasta tus amigos más cercanos se olvidarán de ello, las lagunas permanecerán en las mentes de todos aquellos con los que no rabiaste.
—¿Con los que no rabie? ¿Qué quieres decir? —Preguntó Doyoung confundido.
—Tuviste un encuentro... un tanto árido con alguien ¿verdad? —Doyoung tragó saliva. —Con una mujer, me atrevo a decir. —Los ojos del chico se abrieron como platos. Esa bruja era buena...
—¿Y qué ocurrirá con ella? —El hábito que tanto había peleado Doyoung por dejar atrás regresó junto a sus preocupaciones: mordisqueó la uña de su dedo índice mientras la voz tranquilizadora de la maga inundaba sus oídos.
—Ten cuidado con ella... —Avisó la mujer. —Ella no olvidará y las cartas me hablan de que es poderosa, muy poderosa. —Doyoung trataba de mentalizarse una y otra vez, repitiéndose insaciablemente que aquello no era más que una estafa, que aquella bruja solo soltaba falacias por la boca. —¡Oh! —Volvió a exclamar sorprendida. El moreno suspiró ya cansado.
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Hard for me |Kim Doyoung; NCT|
FanfictionKim Doyoung, que siempre ha sido extremadamente escéptico, se topa con un anuncio en el que una bruja ofrece sus servicios de hechicera. Un día, no siendo del todo él, cree que es buena idea llamar a la bruja para reírse un rato, pero la magia de la...