Capítulo 34

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—¡Yujin! —Exclamó con el teléfono en la oreja.

—¿Qué te pasa? Más vale que sea importante porque estoy con mi proyecto de economía a medio hacer. —Expuso. —¿Te ha pasado algo? ¿No estabas con Doyoung?

—¡Sí, pero...! —Tampoco sabía como decirle a Yujin lo que acababa de pasar, y menos por teléfono. Odiaba las llamadas de teléfono. —Es que tengo que decirle algo importante, pero no sé cómo hacerlo.

—¡Uy! ¿Vas a decirle que te gusta? —Ante la atrevida afirmación de su amiga, pensó que tal vez le convenía evadir la conversación si no quería sentirse más avergonzada.

—¿Sabes qué? ¡No pasa nada! —Dijo terminando por desechar la idea de pedirle consejo. —¡Puedes terminar el trabajo tranquila! Te lo diré luego, no tiene importancia, es... ¡Son dos gatitos que se ha encontrado Doyoung! —Soltó al ver a los gatos dormidos.

—¿Qué dices? ¡Qué monada!

—¡Sí, son geniales! ¡Les haré fotitos y te las envío! —La puerta del piso de Doyoung se abrió y Sohyun vio a un Doyoung con una cara de pocos amigo caminando hasta ella. Llevaba un saco de comida para gatos y supo que había descubierto que no existían los tampones a pilas. —¡Te dejo Yujin! ¡Suerte con el trabajo reina, adiós! —Colgó el teléfono y lo dejó sobre la mesa. —Eh... ¡Doyoung qué sorpresa! —Soltó tímida. —¿No hace calor aquí? —Se quitó el blazer que llevaba y lo dejó en un canto del sofá.

—¡Kang Sohyun no te imaginas la vergüenza que he tenido que pasar cuando le he preguntado a la dependienta si tenía tampones a pilas y compresas con pegamento extrafuerte! —Le lanzó un paquete de compresas normales que la chica pilló al vuelo antes de que impactasen en su cara. —¡¿Por qué me has hecho comprarte eso si ni existe, eh?!

—¡Perdón, perdón! ¡Es que estaba nerviosa! —Admitió pasándose las manos por el pelo. —No llevo muy bien eso de... Ser sincera con mis sentimientos, ¡yuju, sorpresa, capricornio! —Doyoung suspiró poniendo los ojos en blanco y dejó las cosas que había comprado para los gatos en la cocina.

—Cómo no, culpando al horóscopo.

—¡No me juzgues, eh! ¡No es fácil decir cosas así!

—¿Qué cosas tienes que decir? —Preguntó.

—Ya te lo he dicho... ¡Pero como estás sordo! —Protestó. —¿No te haces una idea? ¿Oh vamos, no me hagas repetirlo! —Lloriqueó y se apoyó en la encimera quedando enfrente de Doyoung.

—¿Lo de antes? —Sohyun asintió. —Nop, ni idea. ¡Tendrás que repetirlo!

—¡Ugh, antes como tierra! —Doyoung se rio al verla estirarse de los pelos y se acercó a donde estaba, inclinándose hasta juntar sus labios con la oreja de la chica. —¿Qué haces, Edward Cullen?

—¿No vas a repetir que me quieres? —Susurró Doyoung.

—¡Ah! ¡Increíble! —Sohyun le dio un empujón y Doyoung comenzó a reírse. —¡Lo habías oído! —El chico sonrió y asintió mientras se reía. —¿Osas humillarme de esta manera, Kim Doyoung?

—Te tenía que devolver lo de los tampones con pilas. Ahora estamos en paz. —Sonrió. —No puedo creer que hayas dicho... Eso.

—Ya, ya, no te lo creas tanto ¿Eh? Si lo he dicho es porque se me ha escapado. —Sohyun se cruzó de brazos y volvió a marcharse al sofá, Doyoung la siguió y tomó a los gatitos para dejarlos dormir sobre uno de los cojines en el suelo, y sentarse en la otra punta del sofá. —Además, no te hace espacialito. Quiero a todos mis amigos.

—Pero no te acostarías con todos. —Dijo directo. —Y conmigo sí. —Sohyun comenzó a toser atragantándose con su saliva porque lo último que se esperaba, era ese comentario de Doyoung.

Hard for me |Kim Doyoung; NCT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora